Atalaya es, desde hace varios días, el epicentro de las oraciones y meditaciones de centenares de personas católicas, creyentes y devotas de la imagen de Cristo Jesús Nazareno, aún cuando se está en las últimas horas para que concluyan los carnavales.

El sacerdote Reginio Aguilar, párraco de la basílica menor de Atalaya, explicó que con muchos días de anticipación ya es evidente la afluencia de personas que convergen al templo con las esperanzas de un milagro o favor en especial y también sentir esa paz espiritual y de recogimiento en familia.

Los peregrinos llegan con alegría y entusiasmo  a pagar sus mandas, sin importar las inclemencias del tiempo, por el candente sol.

De rodillas, algunas personas tienen tiempo para apostarse cerca la imágen de Cristo Jesús Nazareno para orar y pedir un milagro en especial, sobre todo, resolver asuntos delicados de la familia o de enfermedades.

José Espino, residente en Llano Abajo de Guararé, con lágrimas, dijo que lleva muchos años viajando hasta donde está Jesús Nazareno para agradecerle los favores que el milagroso Cristo le ha dado a él y su familia.

Comentó que se lleva la alegría y la paz espiritual al orar junto a la imágen de Jesús Nazareno.

En tanto, con la llegada masiva de miles de personas, las autoridades y la propia comunidad del distrito cabecera de Atalaya está lista y preparada para recibir a miles de peregrinos que después de cuatro años por la pandemia, no tenían la oportunidad de concentrarse de forma masiva.

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