Humor negro, en el Gecu, por partida doble en montajes de Yorick

El amor es un desencadenante de un sinnúmero de conductas del ser humano. Buenas y malas. Tantas como seres humanos hay. Tantas como enfoques o conceptos del amor se tengan. Los cuales, parece ser, varían según el ánimo, circunstancias y hasta género. Y eso que es solo una palabrita de cuatro letras.

¿Cuántas acciones impensables, irrazonables, insensatas se le atribuyen al amor? ¡Muchas!, Más de las que nadie quizás pudiera imaginarse.

El amor y de paso la sexualidad, con la que va de la mano en la relación en pareja, son foco de atención en la pieza teatral que tiene en cartelera estos días y hasta el 30 de octubre Producciones Yorick, en la sala multiuso del Gecu, de martes a sábados a las 8:00 p.m. y los domingos a las 4:30 p.m. y 7:30 p.m.

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Temas

Sí, el amor, la soledad, el sexo y el desamor, los hay en distintas dosis y en gran cantidad humor y talento, en "Mentir al marido de ella" y "Sexualmente hablando' (clásico vs moderno), las dos obras, de duración de una hora cada una.'

Son el tema en las dos comedias. Es que la vida, la historia, el cine, el teatro, la literatura... están plagadas de ellos. Así sea con un Eros a la antigua o uno que ha ido evolucionando a la par que la sociedad, como podrán percatarse. Dan cuenta de ello grandes como William Shakespeare y Miguel de Cervantes Saavedra. También Becker, Lorca, Darío y Neruda.

Hay que estar alertas. Observar detalles, afinar los sentidos. La proxémica y paralenguaje abundan en estos dos montajes con los que Yorick se luce.

Actores y actrices

Conforman el elenco de estas propuestas Tania Hyman, Eric Molino, Betzy Mayorga, Ian Mitchell, Jorge Saavedra, Mabel Guerra y Mork Hernández. La dirección está a cargo de Gabriel Pérez Matteo.

"Mentir al marido de ella" es del gran dramaturgo inglés George Bernard Shaw, mientras que "Sexualmente hablando" del argentino Santiago Serrano. Las dos comedias, en las que abunda el sarcasmo, giran en torno a amores imposibles.

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En ambas piezas, con el público a menos de un metro de distancia en muchos casos y con poca utilería y otros elementos en el escenario, los dramaturgos hacen uso de esas herramientas de inestimable valía en las artes escénicas que son el cuerpo humano, la voz y sus distintas inflexiones, mantienen a la audiencia enfocada en lo que está pasando. Son historias que hasta con los silencios dicen mucho. Tanto como cada uno quiera 'leer'. Aparte de lo que un Eros moderno adelanta.

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