Las princesas y sus almas gemelas
Las niñas hasta los 7 años pueden tener en sus manos pequeñas muñecas parecidas a ellas. Amor, autoestima, entretenimiento y confianza, pueden aprender de ellas.
Las princesas y sus almas gemelas
En este tiempo de disfrutar en familia y agasajar a los seres queridos, los que más disfrutan son los pequeños del hogar.
Tíos, padres, abuelitas, abuelitos, madrinas y padrinos pasan semanas pensando cuál sería el regalo perfecto para ese ser especial. Si tienes una niña en casa y no sabes qué regalarle, ¿qué tal una muñeca que luzca igual o parecida a ella?
A Panamá ya llegó esta propuesta infantil, preciosas muñecas y bebés para niñas de 2 años en adelante. Todas ellas con distintos tonos de cabello, color de ojos y tonos de piel para que la pequeña escoja la que más le guste o se parezca a ella.
Una gran colección de ropa para cambiarlas, mobiliario, accesorios, libros y hasta atuendos vienen con ellas para que así las niñas se vistan igual a las consentidas y hacer el juego aún más divertido.
Beneficios
Al jugar con las muñecas, a las niñas les resulta más fácil expresarse. Y es que estas son juguetes afectivos, a los que se les puede hacer partícipes de los propios sentimientos. Si la pequeña está contenta, la abrazará; y si está nerviosa, la tirará de los cabellos.
Si a una niña de 2 añitos le cuesta ir a dormir, cuando juega con su muñeca, pone mucho énfasis en mandar a su “hijita” a la cama y en convencerla de lo bueno que resulta para ella descansar. Así va asimilando y aceptando las normas y puede llegar a entender (o al menos, a intuir) que sus padres no la acuestan para fastidiarla.
Si se trata de una pequeña tímida que bloquea sus sentimientos por miedo a la reacción de los demás, pero jugar con sus “amigas” le permite volcarse ante ellos y manifestarse como es, sin que le recriminen, esto le ayuda a ir adquiriendo más confianza en sí misma.
Cualquiera que haya presenciado alguna vez los juegos infantiles sabe que ya sea que las muñecas estén hechas de tela, papel, madera, plástico o cualquier otro material, son algo más que simples juguetes. Son las amigas, compañeras de juego e incluso confidentes de la infancia.