¿Sabes lo que compras? Los productos dañinos

¿Cuál sería la causa de ese ojo lloroso, manchas en tus uñas, escamas, inflamación en los labios, manchas en la piel...? ¡Los productos de belleza que compraste en aquel baratillo!

Como dice el refrán: es mejor prevenir que lamentar. La cosmetóloga panameña Bessie Lisette Linares contó que lo primero que uno tiene que hacer es mirar bien el envase: “uno de los puntos importantes de los cosméticos que hagan daño es ver la fecha de caducidad”.

Segundo, “siempre deben estar debidamente sellados”.

Cada producto debe indicar el país de fábrica, fecha de caducidad, la lista de ingredientes en orden decreciente, según el porcentaje del que se compone y un número que permita identificar a la fábrica.

Las adolescentes son quienes menos se fijan en el tipo de maquillaje que compran, mucho más atraídas por el color o diseño del envase. Son ellas las que luego inundan las consultas con médicos dermatólogos por reacciones adversas de los productos.

Recuerda que las alergias también influyen. Aunque los productos con hierbas y aceites son más sanos, a veces uno tiene una sensibilidad a uno de los ingredientes populares en productos naturales como: manzanilla, aceite de coco, aloe, entre otros.

Es importante destacar que cada piel es única: “Hay muchas pieles sensibles y es importante para estas personas utilizar productos para su tipo de piel”, explicó Linares.

Aparte, tienes que saber de qué están compuestos la mayoría de los maquillajes: labiales y sombras que prometen que duran todo el día mayormente están compuestos de súlfuro de plomo y algunos hasta tienen mercurio. Ambos están asociados con enfermedades y degeneración.

Procure que el producto indique que es hipoalergénico y prueba los productos más naturales.

En el peor de los casos, los cosméticos de imitación pueden causar cáncer y ceguera.

En cuanto a los esmaltes de uñas, lo más común si se trata de uno malo es que la uña tome un color amarillento por varios días, y que este no se quite. Además, ingredientes nocivos como el tolueno o formol podrían estar entre sus componentes. ¡Todo lo barato sale caro!