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¡Alerta! En peligro la educación superior
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Al sostener una conversación con un colega músico estudiante de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Panamá, surgió el polémico tema del cierre del Campus Harmodio Arias Madrid en Curundú, a raíz de una deuda millonaria a Unión Fenosa.La preocupación lo embargaba por haber perdido más de un mes de clases."Lo triste es que nosotros los estudiantes salimos más afectados, y malamente tengo el dinero suficiente para la matrícula y el pasaje", confesó.Sabiendo que mi situación es contraria a la suya, le expresé que el sistema, lamentablemente, respondía a los intereses de los privilegiados, mientras que los pobres son los marginados.La gran necesidad de conseguir un título universitario es evidente, y ante una situación de sacrificio constante, los estudiantes con espíritu de superación optan por seguir adelante.Nada más anhelado hay en esta vida que convertirnos en profesionales para ser hombres y mujeres de bien, cueste lo que cueste.Pero, ¿valdrá la pena tanto sacrificio? Evaluando el nivel de nuestra educación superior, a menos de un año para que se realicen las elecciones de rector, reflexionamos si la administración actual de nuestra primera casa de estudios responde a la necesidad imperante por mejorar la calidad educativa, resolver la falta de recursos y velar por la buena preparación de los estudiantes egresados, la mayoría de las veces débiles ante las exigencias de un mundo globalizante y encarnizado como el nuestro.La Universidad de Panamá, desdichadamente, está enfrentando una crisis de desarrollo.La falta de equidad se manifiesta cuando no se les brindan oportunidades a los pobres y, si bien la matrícula sea una de las más bajas, en comparación con los demás países, se benefician los de altos recursos que no aportan una cantidad más acorde a su situación.Por ejemplo, la mayoría de las universidades extranjeras otorgan becas a los más necesitados; por lo tanto, los favorecidos económicamente son obligados a pagar lo necesario para poder adquirir los equipos básicos y actualizados de acuerdo a los avances tecnológicos, inevitables en una educación óptima, de cualquier carrera y preparación.Además, ofrecen oportunidades de trabajo a los estudiantes tanto fuera como dentro de las universidades, ayudando de esta forma a la logística y funcionamiento del centro de estudios donde se están preparando.Al mismo tiempo, reciben un beneficio económico para solventar los gastos (libros, etc.), los cuales en ocasiones son muy elevados.Aunque en Panamá se presenta una situación diferente, no es imposible adaptar otro sistema que aliviaría los constantes reclamos de inconformismo.Pero si penetrara en el rendimiento de nuestros estudiantes, caras de asombro verían reflejadas por la ineptitud, la falta de voluntad por superarse, la apatía y la simple aspiración de obtener un título de adorno, sin ninguna retribución espiritual.La calidad no es más que el esfuerzo día a día de lograr ser eficientes en nuestras aulas de clases, personas de acción, de interés y exigencia para recibir los mejores consejos por parte de los profesores, quienes se esmeran por brindarnos sus conocimientos en beneficio de nuestra formación.¿Cómo pedimos la mejor entrega a los maestros si no expresamos la nuestra?Ya no se trata de recursos.Ni de elecciones para rector.Podemos pertenecer a la mejor Universidad, pero si no aprovechamos las oportunidades, ni más ni menos seremos camarones llevados por la corriente sumergidos en el subdesarrollo, eterno atribuido a nuestra inconciencia y desidia.