La tala y quema
La tala y quema
El desarrollo de la agricultura en Panamá y el mundo tiene anécdotas históricas, que vienen desde el origen de la agricultura que se estima tiene más de 10 000 años, según los registros históricos de pueblos milenarios ubicados en América, África y Asia.
La historia de la agricultura se ha construido de manera paulatina de la mano de la civilización junto a aspectos religiosos, culturales y sociales de la sociedad humana, debido al hecho de que esta actividad facilito la organización de comunidades humanas de gran tamaño que en el pasado habían sido pequeños grupos de cazadores de animales y colectores de semillas y frutas.
Dentro del desarrollo de la agricultura una de las prácticas más complejas y con puntos de vista encontrados fue y ha sido la tala y quema que desde el punto de vista de los productores agropecuarios en su momento se transformó en una práctica útil que permitió crear áreas libres de vegetación silvestre para sembrar cultivos de interés alimentario tales como el arroz, el maíz, el trigo y los frijoles así como el establecimiento de pastizales para alimentación animal como el caso del ganado bovino.
La tala y quema se transformó en su momento en una herramienta para alimentar una población humana, como por ejemplo el caso de Panamá que tuvo en su inicio como república una población de menos a 350 000 habitantes que se incrementó a más de 4 000 000 de habitantes en la actualidad. La práctica de la tala y quema estuvo destinada a eliminar artrópodos dañinos y plantas arvenses dentro de los cultivos para la creación de áreas limpias para la producción agropecuaria e igualmente para contribuir a la seguridad para los productores agropecuarios por animales salvajes que les pudieran hacer daño.
Pero en la actualidad prácticas agrícolas como la tala y quema ya no encajan en un mundo con un cambio climático evidente, al menos para los que trabajan la línea agropecuaria, puesto que no es resiliente y a la vez es destructiva porque erradica fuentes de agua que son fuentes de vida, causa erosión en los suelos al degradarlos con el tiempo y extermina millones de vidas dentro de una diversidad de microorganismos, plantas y animales dando como resultado paisajes con escenarios dantescos de columnas de humo como si estuviéramos en una guerra sin fin, una destrucción masiva de la vida.
Quizás uno de los elementos necesarios para eliminar esta mala práctica del todo de los productores agropecuarios estará en otorgarles alternativas de técnicas de producción que ya existen que van desde la aplicación de Buenas Prácticas Agrícolas, Manejo Integrado de Plagas y prácticas de labranza mínima que conllevan prácticas más conservadoras del medioambiente hasta la implementación de prácticas más modernas como la agricultura agroecológica y la agricultura orgánica, entre otras, que sean resilientes y sostenibles para los productores y el ambiente.
Lo más importante en todo esto es que se llegue a un equilibrio en la producción agropecuaria, sobre todo porque los productores son personas y ciudadanos que tienen los mismos derechos de vivir de manera digna con sus familias por la importancia del trabajo que realizan para la sociedad, puesto que su trabajo es clave para la seguridad alimentaria del país.
Porque es importante nunca olvidar, que todo aquello que hoy esta en la mesa de miles de familias panameñas, desde las tortillas, leche, carnes, huevos, frutas y hortalizas, entre otros alimentos de origen agropecuario han sido producto del esfuerzo de horas de ardua labor por productores panameños, por tanto, apoyemos a los productores agropecuarios.