Manipulación de La Prensa queda en evidencia en medio del escándalo que rodea a Planells
El diario La Prensa, que una vez fue referente de periodismo, hoy es cuestionado por supuesta manipulación y conspiración en medio del escándalo de Planells.
La participación de Planells en LP fue condicionada, pero pese a ello no siguió los lineamientos.
Los valores con los que Wiston Robles construyó la reputación del diario La Prensa parecen haber saltado por los aires. Los KaramañitesLeaks no han hecho otra cosa que colocar al periódico en medio de otra crisis de credibilidad, que ha sido atizada por las candentes declaraciones de Ricardo Lombana, excandidato presidencial.
En medio de la tranquilidad del fin de semana largo, el excandidato dijo que le consta que el diario La Prensa tenía "pleno conocimiento de cómo a lo interno del medio se conspiraba para engañar a la población con sus publicaciones amañadas".
Además, aquel comunicado de La Prensa, desvinculándose de las actuaciones orquestadas por Annette Planells, fue interpretado por la sociedad más como un lavado de manos que como una aclaración y ha revivido otros episodios en los que el diario ha estado bajo la lupa.
Los "Panama Papers" son un recuerdo de cómo un medio conspiró contra un país". Detrás de ese manto moral existió una agenda política que terminó afectando la estabilidad institucional y hasta la reputación internacional de Panamá. Y en este modo de obrar se eligieron adversarios, no temas; se crearon campañas sostenidas, no reportajes y se construyeron personajes salvadores y villanos. Es decir, el periodismo dejó de fiscalizar y empezó a conspirar.
Muestra de ello es que La Prensa fue colaborador en la erosión de la estabilidad institucional, incluso, ha vulnerado la reputación internacional del país prestando su nombre para la filtración de los Panama Papers.
Aun hoy, Panamá sigue pagando un alto precio reputacional por actos que se dieron en otras jurisdicciones, pero internamente, se construyó un relato con intereses claros: desacreditar instituciones ya reguladas, generar presión externa sobre la democracia y posicionar nuevos grupos como "la reserva moral".
En su búsqueda de influencia quiso convertirse en el árbitro del poder sin someterse a reglas democráticas. El mensaje era simple: "El que no piensa como nosotros, es corrupto".
Pero a la democracia no la destruye solo la corrupción, también lo hace la manipulación mediática en nombre de la ética.
En este sentido, el abogado Domingo Barrios rememoró cómo una relación de trabajo corta a través de su empresa Outsourcing Marketing Group lo hizo ver esta manipulación.
"Nos pidieron que generáramos unas gráficas con cifras que provenían de diferentes preguntas de diferentes gráficas, para crear una gráfica nueva de algo que nunca se preguntó como parte de la encuesta, porque no formaba parte del cuestionario, y así influenciar a la opinión pública", dijo.
También sostiene que La Prensa ha pasado de ser un diario perseguido a un diario perseguidor.
Los señalamientos de Lombana no han caído en saco roto, el abogado y docente universitario Hernán De León, destacó el daño ocasionado en los últimos años.
"Se presume que utilizaron un medio que tiempo atrás fue muy respetado, con el fin de manipular la opinión pública creando una distorsión de la verdad, golpeando la imagen de mucha gente. Ojalá la nueva Junta Directiva haga los cambios", opinó.