La póliza es sinónimo de protección y confianza

En la actualidad, al comprar su casa, es obligatorio contar con una póliza que le garantice y respalde su patrimonio en caso de un imprevisto de fuerza mayor.

Existen dos tipos de seguro residencial: el hipotecario, que es obligatorio y el de contenido, que es opcional.

Hipotecario.

Es un seguro que nos ayudará a proteger nuestra vivienda de pérdidas, tales como: incendio, inundación, huracanes y terremotos, con éste, usted y su familia se sentirán protegidos.

En el caso de que el pagador de la póliza llegase a fallecer, la parte endeudada corresponderá al banco y el resto será para sus beneficiarios.

Marlene Gómez, de Seguros Centralizados ,nos comenta que este seguro solo constituye una pequeña parte del costo total de su hogar, y que en algunas compañías, las pólizas alcanzan solo el monto financiado por el banco y no el valor real de la vivienda.

En este caso usted debe verificar que el trámite sea por el precio total de la casa y así garantizar un amparo completo de su residencia.

Seguro de contenido.

Esta póliza cubre a todos los miembros de la familia que vivan en la propiedad, así como sus muebles y enseres.

La empresa le hará un inventario, que es un listado de todo el contenido que posea dentro de su vivienda, detallando las características de cada bien con su valor actual.

Todo esto será indemnizado si sufre algún percance.

Desafortunadamente, no podemos predecir el futuro, es por ello que debemos contar con una protección adecuada contra estas contingencias.