Investigadores hallan una vía para identificar refugios para ranas en extinción en Panamá
El estudio revela que las zonas más elevadas son las más propicias para los hongos que afectan a estos animales.
Expertos creen que el quítrido es el responsable de la extinción de nueve especies de ranas en Panamá. Foto: Cortesía.
Investigadores crearon un mapa de alta resolución de Panamá que muestra cómo una enfermedad fúngica se propagó por el país durante 13 años y provocó la extinción de nueve especies de ranas, pero también exhibe las regiones que pueden ser refugios para estos anfibios reintroducidos en la naturaleza tras ser criados en cautiverio.El Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI, en inglés) informó recientemente que esta nueva herramienta en la lucha para proteger a las ranas neotropicales de la extinción se basa en datos climáticos, y ha sido desarrollada por investigadores del Instituto Nacional de Biología de la Conservación y el Zoológico del Smithsonian (NZCBI) y del propio STRI, con sede en Panamá.La enfermedad de quitridiomicosis en los anfibios es causada por el hongo quítrido Batrachochytrium dendrobatidis (Bd), descrito por primera vez en el año 2000 y que ha devastado las poblaciones de anfibios en América Central y del Sur.Según explica el Smithsonian, se cree que el quítrido se originó en Asia, y solo en Panamá es responsable de la extinción de nueve especies de ranas.La enfermedad se ha extendido por todo el territorio continental de Panamá, con evidencias de que el quítrido necesita un entorno fresco y húmedo para prosperar. Y en este contexto, los investigadores se preguntaron si los parámetros climáticos podrían crear una oportunidad para encontrar zonas en las que la quitridiomicosis fuera menos letal.En busca de una respuesta, los científicos combinaron datos satelitales con 13 años de modelos atmosféricos y crearon un mapa diario de temperatura y humedad de ultra alta resolución para el país que, a su vez, combinaron con un segundo conjunto de datos de más de 4,900 muestras de enfermedades tomadas en 314 sitios de Panamá.Al superponerlos, los dos conjuntos de datos proporcionaron una imagen clara de cuándo y dónde la quitridiomicosis era más intensa. Las zonas más elevadas se muestran como las más propicias para los hongos, pero las estaciones lluviosas traían condiciones favorables para el quítrido también en las tierras bajas y provocaban oleadas de brotes.Al trazar la trayectoria y la intensidad de la quitridiomicosis, quedó claro que la enfermedad prospera en las regiones montañosas, que tienden a ser más frías y húmedas que las zonas bajas. Con este conocimiento, los investigadores podrían identificar refugios climáticos, es decir, zonas menos propicias para la enfermedad, donde las ranas podrían tener alguna posibilidad de luchar contra el hongo."La capacidad de identificar lugares donde las ranas podrían sobrevivir al quítrido es fundamental por dos razones: en primer lugar, nos permite buscar ranas en aquellas zonas que podrían haber desarrollado resistencia al hongo. En segundo lugar, esas mismas zonas podrían ser lugares donde podamos reintroducir en la naturaleza ranas criadas en cautiverio. Ambos aspectos podrían suponer un punto de inflexión significativo en la lucha contra la quitridiomicosis", afirma Brian Gratwicke, biólogo del NZCBI y autor principal del estudio.El STRI recuerda que desde 2009, el Proyecto de Rescate y Conservación de Anfibios de Panamá, con sede en el área de Gamboa, ha criado 12 especies de ranas, todas ellas en peligro de extinción, y ahora hay suficientes animales para iniciar los esfuerzos de reintroducción en la naturaleza.Es por ello, recalca el ente científico, que a medida que los investigadores trabajan en los ensayos de reintroducción de especies panameñas en peligro, modelos de predicción como el desarrollado por los investigadores del NZCBI y el STRI, serán cruciales para determinar cuándo y dónde deben realizarse los ensayos.