Alejandro Magno, la película
Publicado 2004/12/09 00:00:00
- Ohigginis Arcia
Un apuesto rey guerrero lleno de la ambición, el coraje y la arrogancia de la juventud, encabezando a su pequeño ejército.
DESDE CUALQUIER punto de vista, los logros de Alejandro Magno fueron realmente asombrosos. Su imperio abarcó una extensión que actualmente incluye países como Grecia, Albania, Turquía, Bulgaria, Egipto, Libia, Israel, Jordania, Siria, Líbano, Chipre, Irak, Irán, Afganistán, Uzbekistán, Pakistán y la India. En el año 323, antes de Cristo, el año de su muerte, cubría más de cinco millones de kilómetros cuadrados.
La producción de la película requirió la incorporación de múltiples disciplinas a fin de crear con exactitud el mundo de Alejandro. Entre los numerosos decorados había recreaciones detalladas de palacios lujosos, la extraordinaria Biblioteca de Alejandría y la magnífica ciudad de Babilonia, incluyendo sus legendarios Jardines Colgantes, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Asimismo, cada actor tenía que hablar con un acento específico para reflejar los numerosos idiomas y dialectos de la época.
Para preparar sus papeles, todos los actores que daban vida a soldados, incluyendo los protagonistas, Colin Farrell y Jared Leto, tuvieron que aprender estrategias de guerra y a manejar las armas de la época. El alcance de las batallas recreadas en la película es verdaderamente épico: la batalla de Guatemala, donde las fuerzas de Alejandro - muy inferiores en número - obtuvieron una victoria sonada sobre el enorme ejército persa, y otro descarnado enfrentamiento en los bosques de la India, donde las tropas se enfrentan a gigantescos elefantes.
Al productor, de la película, Moritz Boorman le intrigó cuánto había profundizado el director de la cinta Oliver Stone, en la mente de Alejandro en el guión. "La mayoría de nosotros tenemos algunos conocimientos históricos de Alejandro Magno," explica Boorman, "pero no sabemos mucho sobre el hombre, su alma, sus motivaciones. El guión de Oliver pregunta de dónde vino, cuáles eran sus grandes pruebas y sufrimientos, cómo le formó su entorno cultural, qué ocurrió cuando se encontró con otras culturas y situaciones aparentemente imposibles. No es sólo una clase de historia, sino un guión sobre un hombre con quien nos podríamos identificar, un hombre con muchos problemas de nuestro tiempo".
Anthony Hopkins aceptó encantado interpretar, en esta producción, al faraón Tolomeo, el narrador de la historia.
Para el papel de Aristóteles, muy influyente en la vida de Alejandro desde niño, el director contactó a Christopher Plummer, un actor cuya prolífica carrera, abarca varias décadas y decenas de películas. Está película estrenará muy pronto en Panamá, así que forme parte de la historia.
La producción de la película requirió la incorporación de múltiples disciplinas a fin de crear con exactitud el mundo de Alejandro. Entre los numerosos decorados había recreaciones detalladas de palacios lujosos, la extraordinaria Biblioteca de Alejandría y la magnífica ciudad de Babilonia, incluyendo sus legendarios Jardines Colgantes, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Asimismo, cada actor tenía que hablar con un acento específico para reflejar los numerosos idiomas y dialectos de la época.
Para preparar sus papeles, todos los actores que daban vida a soldados, incluyendo los protagonistas, Colin Farrell y Jared Leto, tuvieron que aprender estrategias de guerra y a manejar las armas de la época. El alcance de las batallas recreadas en la película es verdaderamente épico: la batalla de Guatemala, donde las fuerzas de Alejandro - muy inferiores en número - obtuvieron una victoria sonada sobre el enorme ejército persa, y otro descarnado enfrentamiento en los bosques de la India, donde las tropas se enfrentan a gigantescos elefantes.
Al productor, de la película, Moritz Boorman le intrigó cuánto había profundizado el director de la cinta Oliver Stone, en la mente de Alejandro en el guión. "La mayoría de nosotros tenemos algunos conocimientos históricos de Alejandro Magno," explica Boorman, "pero no sabemos mucho sobre el hombre, su alma, sus motivaciones. El guión de Oliver pregunta de dónde vino, cuáles eran sus grandes pruebas y sufrimientos, cómo le formó su entorno cultural, qué ocurrió cuando se encontró con otras culturas y situaciones aparentemente imposibles. No es sólo una clase de historia, sino un guión sobre un hombre con quien nos podríamos identificar, un hombre con muchos problemas de nuestro tiempo".
Anthony Hopkins aceptó encantado interpretar, en esta producción, al faraón Tolomeo, el narrador de la historia.
Para el papel de Aristóteles, muy influyente en la vida de Alejandro desde niño, el director contactó a Christopher Plummer, un actor cuya prolífica carrera, abarca varias décadas y decenas de películas. Está película estrenará muy pronto en Panamá, así que forme parte de la historia.
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