Alud de críticas rueda sobre Golota en Polonia
Publicado 2000/10/23 23:00:00
- Ginela Escala M.
La derrota del boxeador polaco afincado en Estados Unidos Andrzej Golota ante Mike Tyson, por KO técnico, arrastró un alud de críticas de la prensa y la opinión pública, que consideran una "vergüenza" el abandono del púgil polaco, quien era la esperanza nacional en este deporte.
"La infamia del desertor" titulaba ayer su portada el deportivo "Przeglad Sportowy", y añadía el matutino que "si América respetaba a Golota por ser el duro que acabó con la carrera de Riddick Bowe, ahora le odiará por cobarde".
Calificativos de "cobarde", "flojo", "vendido", llenaron las páginas de deportes de toda la prensa nacional.
Los aficionados polacos esperaban que Golota ganara, o al menos aguantara contra Tyson, y pudiera llegar a campeón del mundo en el futuro, pese a que los entendidos norteamericanos pronosticaban que no podría soportar el ataque de un Tyson en plena forma.
Una de las fotografías que muestran a Golota discutiendo con su entrenador, Alem Certo, tiene el pie de "victorioso enfrentamiento de Golota con su entrenador" en el diario "Super Express" que asegura que el polaco "se acobardó y huyó del ring" tras el segundo asalto.
De nada ha servido la noticia del ingreso de Golota en un hospital el día después de la pelea, donde se le diagnosticó la rotura de un hueso de la mejilla y conmoción cerebral.
Los únicos que defendieron al boxeador polaco eran el capellán deportivo Miroslaw Mikulski, para quien éste actuó correctamente al retirarse en lugar de arriesgar su salud, lo que tenía casi garantizado con los golpes de Tyson.
Y el director de cine Kazimierz Kutz, quien coincide en que la reacción de Golota fue "normal" porque "es un deportista de condiciones psicológicas débiles", y lo que ha hecho es "muy humano".
ACERTADO RETIRO DE GOLOTA
Los médicos que atendieron al boxeador polaco Andrew Golota consideraron que el púgil acertó al retirarse en el tercer asalto de su pelea con el estadounidense Mike Tyson.
Según el parte médico del hospital donde fue ingresado el boxeador, Golota sufrió una conmoción cerebral, una fractura de pómulo y una hernia discal, y su vida "podía haber corrido peligro", si hubiese continuado.
"Fue una buena decisión. Otro golpe en la cabeza hubiese significado un peligro extremo, porque existía el riesgo de que quedase paralítico", indicó el doctor Wesley Yapor, que le atendió.
"La infamia del desertor" titulaba ayer su portada el deportivo "Przeglad Sportowy", y añadía el matutino que "si América respetaba a Golota por ser el duro que acabó con la carrera de Riddick Bowe, ahora le odiará por cobarde".
Calificativos de "cobarde", "flojo", "vendido", llenaron las páginas de deportes de toda la prensa nacional.
Los aficionados polacos esperaban que Golota ganara, o al menos aguantara contra Tyson, y pudiera llegar a campeón del mundo en el futuro, pese a que los entendidos norteamericanos pronosticaban que no podría soportar el ataque de un Tyson en plena forma.
Una de las fotografías que muestran a Golota discutiendo con su entrenador, Alem Certo, tiene el pie de "victorioso enfrentamiento de Golota con su entrenador" en el diario "Super Express" que asegura que el polaco "se acobardó y huyó del ring" tras el segundo asalto.
De nada ha servido la noticia del ingreso de Golota en un hospital el día después de la pelea, donde se le diagnosticó la rotura de un hueso de la mejilla y conmoción cerebral.
Los únicos que defendieron al boxeador polaco eran el capellán deportivo Miroslaw Mikulski, para quien éste actuó correctamente al retirarse en lugar de arriesgar su salud, lo que tenía casi garantizado con los golpes de Tyson.
Y el director de cine Kazimierz Kutz, quien coincide en que la reacción de Golota fue "normal" porque "es un deportista de condiciones psicológicas débiles", y lo que ha hecho es "muy humano".
ACERTADO RETIRO DE GOLOTA
Los médicos que atendieron al boxeador polaco Andrew Golota consideraron que el púgil acertó al retirarse en el tercer asalto de su pelea con el estadounidense Mike Tyson.
Según el parte médico del hospital donde fue ingresado el boxeador, Golota sufrió una conmoción cerebral, una fractura de pómulo y una hernia discal, y su vida "podía haber corrido peligro", si hubiese continuado.
"Fue una buena decisión. Otro golpe en la cabeza hubiese significado un peligro extremo, porque existía el riesgo de que quedase paralítico", indicó el doctor Wesley Yapor, que le atendió.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.