Historia olímpica vibra con el drama del maratón
Publicado 2004/08/03 23:00:00
- Katherine Palacio P./
Los fondistas latinoamericanos pasaron de protagonistas a simples participantes en la historia del maratón olímpico, la disciplina más dramática en la historia de los juegos.
América Latina tuvo en las primeras carreras olímpicas de maratón a dos campeones argentinos, pero después los corredores de la región se fueron distanciando del podio y hoy día esa prueba es dominada por los africanos.
Juan Carlos Zabala, en Los Angeles en 1932, y Delfo Cabrera, en Londres en 1948, se coronaron monarcas de la prueba más agotadora del deporte.
Antes, el chileno Miguel Plaza Reyes conquistó la medalla de plata en Amsterdam en 1928, pero tras la presea de plata que también ganó el argentino Reinaldo Gorno, en Helsinki en 1952, los fondistas latinoamericanos quedaron relegados.
Después de eso, lo mejor de la región fue el sexto lugar del mexicano Rodolfo Gómez en Moscú, en 1980.
El primer maratón olímpico, en 1896, ganado por el griego Spiridon Louis y realizado sobre una distancia de casi 40 kilómetros desde la ciudad de Maratón, en Attica, hasta Atenas, nació del ingenio del lingJúista e historiador francés Michel Breal.
El maratón estuvo inspirado por la leyenda de Filípides, de quien se decía había corrido desde las planicies de Maratón hasta Atenas en 490 A.C.. .
Pero el mito fue más potente que la realidad y en las olimpiadas de 1896, en Atenas, y 1900, en París, la distancia de la carrera continuó siendo, aproximadamente, la misma entre Maratón y Atenas.
Joan Benoit, quien fue sometida a una intervención quirúrgica tan sólo 17 días antes de las eliminatorias estadounidenses, prevaleció ante Grete Waitz, primera campeona mundial de Noruega y pionera del maratón femenino.
En este año en que se celebran los juegos olímpicos en Atenas por segunda vez, la británica Paula Radcliffe tiene el récord mundial femenino con dos horas, 15 minutos y 25 segundos.
Su marca habría sido lo suficientemente buena para superar a los hombres en el maratón olímpico hasta antes de la llegada de Bikila.
América Latina tuvo en las primeras carreras olímpicas de maratón a dos campeones argentinos, pero después los corredores de la región se fueron distanciando del podio y hoy día esa prueba es dominada por los africanos.
Juan Carlos Zabala, en Los Angeles en 1932, y Delfo Cabrera, en Londres en 1948, se coronaron monarcas de la prueba más agotadora del deporte.
Antes, el chileno Miguel Plaza Reyes conquistó la medalla de plata en Amsterdam en 1928, pero tras la presea de plata que también ganó el argentino Reinaldo Gorno, en Helsinki en 1952, los fondistas latinoamericanos quedaron relegados.
Después de eso, lo mejor de la región fue el sexto lugar del mexicano Rodolfo Gómez en Moscú, en 1980.
El primer maratón olímpico, en 1896, ganado por el griego Spiridon Louis y realizado sobre una distancia de casi 40 kilómetros desde la ciudad de Maratón, en Attica, hasta Atenas, nació del ingenio del lingJúista e historiador francés Michel Breal.
El maratón estuvo inspirado por la leyenda de Filípides, de quien se decía había corrido desde las planicies de Maratón hasta Atenas en 490 A.C.. .
Pero el mito fue más potente que la realidad y en las olimpiadas de 1896, en Atenas, y 1900, en París, la distancia de la carrera continuó siendo, aproximadamente, la misma entre Maratón y Atenas.
Joan Benoit, quien fue sometida a una intervención quirúrgica tan sólo 17 días antes de las eliminatorias estadounidenses, prevaleció ante Grete Waitz, primera campeona mundial de Noruega y pionera del maratón femenino.
En este año en que se celebran los juegos olímpicos en Atenas por segunda vez, la británica Paula Radcliffe tiene el récord mundial femenino con dos horas, 15 minutos y 25 segundos.
Su marca habría sido lo suficientemente buena para superar a los hombres en el maratón olímpico hasta antes de la llegada de Bikila.
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