Fútbol. ‘Mou’ se despidió con una victoria del equipo blanco sobre el Osasuna
José Mourinho cierra una época que deja al madridismo dividido
El ciclo del polémico técnico llegó a su fin, el portugués estuvo por última vez en el banquillo del elenco madridista. La hinchada estuvo dividida; algunos le agradecieron y otros lo abuchearon.
La era de José Mourinho se cerró ayer en el estadio Santiago Bernabéu con más ruido alrededor de su figura que fútbol, y una afición, la madridista, dividida entre el apoyo y el silbido al portugués, que presenció con una grada semivacía el último triunfo del Real Madrid, 4-2 a Osasuna, en el cierre de una mala temporada.
Asegura Florentino Pérez que el madridismo está más unido que nunca. Sabe el presidente del club que su afirmación es una manera de mirar hacia otro sitio y dar la espalda a la realidad. Lo comprobó en el último capítulo de una Liga que el Real Madrid no peleó y ya había perdido en diciembre, en el parón navideño.
El fútbol pasó a un segundo plano. Es la herencia que deja Mourinho, división en el madridismo. Aficionados de espalda al juego para insultar a periodistas señalados por el técnico portugués. Desafíos desde los ultras cantando sin cesar el nombre de Mourinho y siendo respondidos con silbidos del resto de aficionados “blancos”.
El balance de sus tres años una Liga, una Copa del Rey y una Supercopa es pobre. El juego con la plantilla de mayor presupuesto en la historia del club tampoco ha mejorado. En favor del técnico portugués, el crecimiento en competiciones como la Copa del Rey y Liga de Campeones de Europa, donde el Real Madrid pasó de seis años sin superar octavos a tres semifinales consecutivas.
El Real Madrid fue el Real Madrid ante Osasuna por el escudo. Era difícil identificar a un equipo en el que Mourinho premiaba a sus fieles y castigaba a los que han acabado enfrentados a él. Iker Casillas, Pepe y Cristiano Ronaldo a la grada. Era la despedida de jugadores como Carvalho o Essien. Y es más que probable que de Di María y Gonzalo Higuaín. El delantero argentino lo escenificó. Marcó el gol que abría el partido y ni lo celebró.
Con Diego López de baja y Casillas castigado, no jugó el que era mejor portero que el capitán en diciembre para Mourinho. Antonio Adán se despidió del Madrid como suplente. Le tocó a Jesús y dejó buenas sensaciones.
La Liga se marchó resonando en la grada un “José Mourinho, José Mourinho” que se apagará con el tiempo. Fin a una era repleta de polémica y con poco éxito deportivo.
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