Keith pone en la mira a México

A las dos y diez minutos de la tarde (20:10 GMT) de ayer tocó tierra el huracán "Keith". El fenómeno afectó las costas de los estados de Veracruz y Tamaulipas, en el norte del Golfo de México.
Lluvias y vientos con rachas de hasta 150 kilómetros por hora azotaron decenas de comunidades.
Las autoridades aún no tienen un balance de los destrozos ocasionados por "Keith" después de tocar tierra, pero ya se activó un plan de emergencia respaldado por el ejército mexicano.
Decenas de familias fueron trasladadas a albergues temporales, mientras pasan los efectos del huracán y se evalúan los daños.
En tan solo una semana de vida, "Keith" ha sido todo lo que puede ser un fenómeno atmosférico: huracán, tormenta, depresión tropical y huracán otra vez.
Además, con su comportamiento ha desconcertado a los especialistas. Varias veces ha cambiado de trayectoria y de velocidad.
Lo cierto es que con su conducta caprichosa y sus cambios de categoría ha estado durante más de seis días en las costas del Golfo de México, dejando a 30 mil personas afectadas, cerca de 30 comunidades incomunicadas, cuatro ríos desbordados y más de 60 familias sin vivienda.
Al principio de la semana, la atención de las autoridades de protección civil se concentró en los estados de Campeche y Quintana Roo, en la península de Yucatán, donde llegó Keith, después de dejar varios muertos en Nicaragua y miles de damnificados en Belice.
"Keith" se hizo sentir en los estados de Tabasco y Chiapas, donde provocó el desborde de ríos, deslizamientos de tierra y deterioro en las carreteras y puentes.
Al avanzar hacia el norte, las autoridades declararon estado de alerta en los estados de Puebla, Hidalgo, San Luis Potosí y Nuevo León.
Al mediodía de este miércoles, ya había sido levantada la alerta en Campeche y Quintana Roo y parecía que Keith había decidido alejarse de México.
Pero en la noche, volvió a convertirse en huracán y se dirigió a Tamaulipas, donde entró al mediodía de ayer jueves.