Obligados a estar en Catar 2022

En una entrevista que le dio el técnico interino de la selección nacional Gary Stempel a un programa de ESPN dijo que si los dirigentes lo eligen a él, está obligado a llevar a Panamá a su segundo mundial.

Las palabras de Stempel dejan en evidencia un sentido de responsabilidad, de reto y de cumplirles a la afición y de paso a los directivos de la Fepafut.

Si viene de cualquier técnico, yo diría que está en el momento indicado porque en Panamá vivimos la época de promesas políticas y que ya sabemos que la mayoría de los candidatos cuando ganan no cumplen.

Es un poco atrevido en hacer esas aseveraciones, pero eso significa que el nuevo entrenador de Panamá debe comprometerse y trazar planes ambiciosos, de lo contrario, de salida estará tentado a fracasar.

Recuerdo la primera selección que tuvo en sus manos Gary Stempel y que entrenaban en una cancha llena de huecos de cangrejos en el sector de Diablo, y poco a poco fue puliendo esos diamantes en bruto hasta que los llevó a clasificar al primer hexagonal de Concacaf en la categoría sub-22 en la eliminatoria olímpica para los juegos de Sídney, Australia.

Yo no estoy vendiendo a Stempel, él ya tiene sus méritos y no me toca a mí hacer esa evaluación, sin embargo, lo que quiero resaltar es la responsabilidad que debe asumir el nuevo inquilino del banquillo de Panamá.

No podemos traer una persona que venga a llevarse el dinero y no deje una base sólida para el futuro, por eso, también apuesto a que se haga una planificación a largo plazo y no solo para el Mundial de Catar 2022.

Los dirigentes de la Fepafut seguirán analizando las hojas de vida y las propuestas de los entrevistados entre locales y extranjeros. Por ahí en los medios y redes sociales se barajan nombres de reconocidos estrategas, pero también hay que ver cuánto dinero hay para esta contratación y si esa cantidad es atractiva para los interesados.

Los dirigentes del fútbol panameño tienen la última carta, pero el otro aspecto que preocupa, incluso a muchos jugadores, es que se ha demorado demasiado y eso afectaría los compromisos internacionales que se avecinan.