Raúl Salinas ordenó crimen de Ruiz Massieu
Publicado 1999/01/15 00:00:00
- Redacción
Una grabación secreta del primer interrogatorio de Jorge Rodríguez González, uno de los condenados por la muerte del político mexicano José Francisco Ruiz Massieu, prueban que el acusado responsabilizó desde el primer momento a Raúl Salinas de Gortari del asesinato.
El contenido de la cinta, que aporta nuevos detalles sobre un procedimiento que estuvo plagado de irregularidades, fue revelado ayer, por el diario "The New York Times" que dice haberlas recibido de "una persona que trabajó estrechamente con los funcionarios mexicanos en cierto número de investigaciones".
"No está claro por qué la grabación no llegó nunca" hasta la fiscalía, afirma el diario según el cual la cinta ya no puede ser presentada como prueba puesto que el juicio está terminado aunque pendiente de la sentencia.
Ruiz Massieu era un político en ascenso que ejercía como secretario general del Partido en el gobierno cuando fue asesinado el 28 de septiembre de 1994.
Rodríguez González, de 48 años, fue uno de los implicados en el crimen, del que dio informaciones detalladas a la policía tan sólo 36 horas después de ser cometido, explica el diario.
Durante el interrogatorio, Rodríguez afirmó en once ocasiones que fue Raúl Salinas de Gortari, hermano del entonces presidente del México, Carlos Salinas, quien dio orden "de eliminar" a Ruiz Massieu, ex marido de Adriana Salinas.
El acusado, quien cumple una condena de 37 años de prisión, insistió en cinco ocasiones en que Raúl Salinas Lozano, el padre del presidente, también aprobó el asesinato de su ex yerno.
Según su confesión, el papel de Jorge Rodríguez González consistió en buscar al asesino, Daniel Aguilar Treviño, detenido momentos después del acto por un guarda de seguridad de un banco.
Jorge Rodríguez afirma en la cinta haber sabido por su hermano, Fernando, organizador del crimen, que Raúl Salinas de Gortari y su padre estaban detrás de la operación.
Padre e hijo se habían mostrado "irritados" por las primeras noticias que afirmaban que la víctima no había muerto, según el convicto quien dijo haber preguntado a su hermano Fernando por el motivo del crimen y que éste le respondió que Ruiz Massieu había abandonado a su esposa, Andrea Salinas, "porque era homosexual".
Todo lo que Raúl Rodríguez sabía de la implicación de los Salinas era por su hermano, quien, a su vez, se enteró supuestamente por su jefe, el congresista Manuel Muñoz Rocha, desaparecido un día después del crimen y buscado por asesinato.
Posteriormente, Rodríguez dio explicaciones confusas sobre el tema y en una entrevista al diario, la semana pasada, en la prisión de México, negó su implicación en el asesinato y dijo que la cinta está "manipulada" en un 90 por ciento.
Pese a esto, reiteró al diario que lo que sí es cierto es que a él le habían dicho que Raúl Salinas estaba detrás del asesinato.
Jorge Rodríguez reconoció su voz en la grabación y dijo que el interrogatorio tuvo lugar un día después del asesinato en el cuartel de la policía federal de Matamoros, donde vivía y se refugió tras el crimen.
Después fue llevado a la ciudad de México donde investigadores que trabajan para el fiscal especial del caso le golpearon para forzarle a que no mencionara a Raúl Salinas, explica el diario.
Tras doce horas de presiones, señala el diario, el acusado dio su primera versión oficial de los hechos pero no mencionó ni una vez al hermano del presidente.
"Un misterio es dónde y cómo se tomó la decisión de no entregar la cinta" a José Ramos Rivera, el último fiscal encargado del caso, afirma el diario para indicar que la DEA (Departamento estadounidense Antidrogas) obtuvo una copia hace un año.
El diario señala que numerosos detalles de la confesión fueron confirmados por otras pruebas.
"The New York Times" recuerda las irregularidades cometidas por los dos primeros fiscales especiales, uno de los cuales fue el propio hermano de la víctima, y que Raúl Salinas, quien está encarcelado en México desde febrero de 1995, ha mantenido siempre su inocencia.
El contenido de la cinta, que aporta nuevos detalles sobre un procedimiento que estuvo plagado de irregularidades, fue revelado ayer, por el diario "The New York Times" que dice haberlas recibido de "una persona que trabajó estrechamente con los funcionarios mexicanos en cierto número de investigaciones".
"No está claro por qué la grabación no llegó nunca" hasta la fiscalía, afirma el diario según el cual la cinta ya no puede ser presentada como prueba puesto que el juicio está terminado aunque pendiente de la sentencia.
Ruiz Massieu era un político en ascenso que ejercía como secretario general del Partido en el gobierno cuando fue asesinado el 28 de septiembre de 1994.
Rodríguez González, de 48 años, fue uno de los implicados en el crimen, del que dio informaciones detalladas a la policía tan sólo 36 horas después de ser cometido, explica el diario.
Durante el interrogatorio, Rodríguez afirmó en once ocasiones que fue Raúl Salinas de Gortari, hermano del entonces presidente del México, Carlos Salinas, quien dio orden "de eliminar" a Ruiz Massieu, ex marido de Adriana Salinas.
El acusado, quien cumple una condena de 37 años de prisión, insistió en cinco ocasiones en que Raúl Salinas Lozano, el padre del presidente, también aprobó el asesinato de su ex yerno.
Según su confesión, el papel de Jorge Rodríguez González consistió en buscar al asesino, Daniel Aguilar Treviño, detenido momentos después del acto por un guarda de seguridad de un banco.
Jorge Rodríguez afirma en la cinta haber sabido por su hermano, Fernando, organizador del crimen, que Raúl Salinas de Gortari y su padre estaban detrás de la operación.
Padre e hijo se habían mostrado "irritados" por las primeras noticias que afirmaban que la víctima no había muerto, según el convicto quien dijo haber preguntado a su hermano Fernando por el motivo del crimen y que éste le respondió que Ruiz Massieu había abandonado a su esposa, Andrea Salinas, "porque era homosexual".
Todo lo que Raúl Rodríguez sabía de la implicación de los Salinas era por su hermano, quien, a su vez, se enteró supuestamente por su jefe, el congresista Manuel Muñoz Rocha, desaparecido un día después del crimen y buscado por asesinato.
Posteriormente, Rodríguez dio explicaciones confusas sobre el tema y en una entrevista al diario, la semana pasada, en la prisión de México, negó su implicación en el asesinato y dijo que la cinta está "manipulada" en un 90 por ciento.
Pese a esto, reiteró al diario que lo que sí es cierto es que a él le habían dicho que Raúl Salinas estaba detrás del asesinato.
Jorge Rodríguez reconoció su voz en la grabación y dijo que el interrogatorio tuvo lugar un día después del asesinato en el cuartel de la policía federal de Matamoros, donde vivía y se refugió tras el crimen.
Después fue llevado a la ciudad de México donde investigadores que trabajan para el fiscal especial del caso le golpearon para forzarle a que no mencionara a Raúl Salinas, explica el diario.
Tras doce horas de presiones, señala el diario, el acusado dio su primera versión oficial de los hechos pero no mencionó ni una vez al hermano del presidente.
"Un misterio es dónde y cómo se tomó la decisión de no entregar la cinta" a José Ramos Rivera, el último fiscal encargado del caso, afirma el diario para indicar que la DEA (Departamento estadounidense Antidrogas) obtuvo una copia hace un año.
El diario señala que numerosos detalles de la confesión fueron confirmados por otras pruebas.
"The New York Times" recuerda las irregularidades cometidas por los dos primeros fiscales especiales, uno de los cuales fue el propio hermano de la víctima, y que Raúl Salinas, quien está encarcelado en México desde febrero de 1995, ha mantenido siempre su inocencia.
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