Rivera contribuye a clasificación de Tomateros
Publicado 2006/01/01 00:00:00
- Joel Isaac González
El panameño Rubén Rivera contribuyó a la clasificación de los Tomateros de Culiacán a los palyoffs de la liga mexicana de béisbol invernal.
Rivera bateó de 4-2, con dos carreras anotadas para ayudar a su equipo.
En series pactadas a un máximo de siete juegos, Culiacán abre el domingo los playoffs en Navojoa, Los Mochis visita a Guasave y Mazatlán recibe a Hermosillo.
Amezcua, cuyo sencillo en el segundo inning había dado ventaja de 2-1 a Culiacán, quebró un empate a tres anotaciones con un cuadrangular de dos vueltas en la sexta entrada.
Mauricio Tequida (3-1) se acreditó el triunfo en labor de tres entradas en blanco. Brian Corey salvó al lanzar la novena. Perdió Rafael Cruz (5-3).
En Hermosillo, los Algodoneros de Guasave impusieron una marca con ocho cuadrangulares al superar por 15-12 a los Naranjeros.
Kevin Barker encabezó la explosión con tres bambinazos.
Adames comenta que con la ETI se pudieron llegar a conclusiones muy importantes como los 14, 266 niños y niñas que no tienen la edad legal para trabajar (15 años), es decir 29.7% del total. Además, se pudo conocer que, a pesar de que los padres o encargados de los menores trabajadores les permitiesen laborar, 65.6% de estos opinan que el bienestar económico de la familia no se vería afectado si el niño, niña o adolescente dejara de trabajar.
Una de las formas más evidentes de Trabajo Infantil en la Ciudad de Panamá, es el que realizan los jóvenes empacadores de los supermercados.
Según la investigadora Emma Mendoza, se les llama empacadores a los jóvenes que se encargan de colocar y ordenar las mercancías que compran los clientes de los supermercados, en sus respectivas bolsas y trasladarlos a los automóviles o taxis.
Estos jóvenes trabajadores, a pesar del esfuerzo físico y mental que realizan, no son considerados como tal por los dueños de los supermercados. No devengan salario, no tienen vacaciones, prestaciones de seguridad social, etcétera. Además, carecen de la protección del Código Laboral; por ejemplo, no tienen regulación ni compensación de jornadas nocturnas.
La Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá (COPODEHUPA) realizó un estudio en 1992 llamado "Diagnóstico de la situación de la niñez en Panamá" que determinó el grado de indefección y desprotección de los menores que trabajan; dentro de estos destacan en la ciudad capital, aquellos que laboran en los supermercados.
Más tarde, un nuevo estudio llamado "Los Niños de los Supermercados: Un Enfoque Sociológico" (1998) aportó más datos sobre el estado real de estos chicos. Estableció entre lo más sobresaliente, que la mayoría de los jóvenes empacadores cursa estudios de nivel secundario, un alto porcentaje reside en barrios populares y que el motivo principal que les impulsa a esta actividad es ayudar a la familia.
La periodista argentina Mariana Ciaschini, especialista en lo referente a los Derechos de la Niñez, que estuvo en Panamá hace algunas semanas, opinó en una entrevista para la Revista Ellas sobre el tema de los jóvenes empacadores ".. Me parece que es un tema bastante complejo, que no podemos reducir a la ligera. Por un lado, si a los supermercados les hacen falta empacadores, hay muchos adultos con necesidad de trabajo, tanto aquí como en la mayoría de los países latinoamericanos."
"Está mal que los chicos (los niños/niñas) tengan que trabajar. Está mal que la polémica se centre en si faltan empacadores, pues lo que sobra es mano de obra, y tampoco lo es qué hacen los niños en ese tiempo libre, pues ahí tenemos una cantidad de cosas que ellos desearían querer hacer. Solo requieren un empujoncito para que descubran actividades placenteras, recreativas, de aprendizaje y solidarias, inclusive.", agregó.
De acuerdo con la OIT-IPEC, estos medios de trabajo para la subsistencia de miles de niños y adolescentes les conlleva grandes riesgos para su integridad física y moral. Los menores de edad se exponen en los supermercados a largas jornadas de trabajo, sufren maltrato físico y psicológico; insultos y están expuestos al acoso y abuso sexual. Muchos sufren dolores musculares, lesiones, fracturas y deformación de la columna debido a los grandes pesos que cargan o arrastran. Estos efectos negativos, se suman al hecho de que este tipo de trabajo también interfiere en el acceso y rendimiento escolar de los niños y adolescentes.
El Convenio número 182 sobre las peores formas del trabajo infantil adoptado en 1999 y el Convenio número 138 sobre la Edad mínima, adoptado en 1973, se cuentan entre los instrumentos de la OIT ratificados por la mayoría de países de América Latina. Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras, ya cuentan con un Código en beneficio de la niñez y la adolescencia; mientras que en Panamá la solución se encuentra aún en un anteproyecto de ley presentado desde 1999 y que hoy se encuentra en la Asamblea Nacional de Diputados en la Comisión de Niñez, Familia y Mujer. Briseida Barrantes, Asistente Técnica Programa País de la OIT , se refiere a esta propuesta de ley como una ley integral, que al igual que en los otros países busca unir en un sólo documento todos los códigos, derechos y reglamentaciones sobre la niñez. Dentro de este anteproyecto de ley existe un artículo sobre el trabajo infantil, que de acuerdo a los convenios internacionales, establece la edad mínima para trabajar y que busca beneficiar a niños y niñas entre 5 y 17 años, que corren serios riesgos al trabajar en un sector donde enfrentan situaciones que ponen en peligro su integridad.
El Decreto Ejecutivo No.25 del 15 de abril de 1997 crea el Comité para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección a la Persona Adolescente Trabajadora, su función es coordinar, evaluar y dar seguimiento a los esfuerzos en favor de la lucha contra el trabajo infantil.
Este año se realizó la primera reunión del Comité con el objetivo de compartir información sobre la situación del Trabajo Infantil en Panamá, además de establecer la agenda de trabajo de este organismo y su Secretaría Técnica.
Este órgano es presidido por la Primera Dama de la República, y reúne a 27 organismos del Estado y la sociedad civil que de alguna manera manejan el tema del trabajo y de la infancia.
Por el Ministerio de Trabajo participó el Ingeniero Jaime López, Director Nacional de Inspección del Trabajo, quien hizo una reseña sobre los esfuerzos realizados por la institución, donde se destaca la firma, el 13 de junio de 1996, del primer Memorando de Entendimiento con la OIT , para asumir compromisos y desarrollar programas encaminados hacia la erradicación progresiva del trabajo infantil y protección de la niñez, y lograr la participación de empleadores, trabajadores, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.
Rivera bateó de 4-2, con dos carreras anotadas para ayudar a su equipo.
En series pactadas a un máximo de siete juegos, Culiacán abre el domingo los playoffs en Navojoa, Los Mochis visita a Guasave y Mazatlán recibe a Hermosillo.
Amezcua, cuyo sencillo en el segundo inning había dado ventaja de 2-1 a Culiacán, quebró un empate a tres anotaciones con un cuadrangular de dos vueltas en la sexta entrada.
Mauricio Tequida (3-1) se acreditó el triunfo en labor de tres entradas en blanco. Brian Corey salvó al lanzar la novena. Perdió Rafael Cruz (5-3).
En Hermosillo, los Algodoneros de Guasave impusieron una marca con ocho cuadrangulares al superar por 15-12 a los Naranjeros.
Kevin Barker encabezó la explosión con tres bambinazos.
Adames comenta que con la ETI se pudieron llegar a conclusiones muy importantes como los 14, 266 niños y niñas que no tienen la edad legal para trabajar (15 años), es decir 29.7% del total. Además, se pudo conocer que, a pesar de que los padres o encargados de los menores trabajadores les permitiesen laborar, 65.6% de estos opinan que el bienestar económico de la familia no se vería afectado si el niño, niña o adolescente dejara de trabajar.
Una de las formas más evidentes de Trabajo Infantil en la Ciudad de Panamá, es el que realizan los jóvenes empacadores de los supermercados.
Según la investigadora Emma Mendoza, se les llama empacadores a los jóvenes que se encargan de colocar y ordenar las mercancías que compran los clientes de los supermercados, en sus respectivas bolsas y trasladarlos a los automóviles o taxis.
Estos jóvenes trabajadores, a pesar del esfuerzo físico y mental que realizan, no son considerados como tal por los dueños de los supermercados. No devengan salario, no tienen vacaciones, prestaciones de seguridad social, etcétera. Además, carecen de la protección del Código Laboral; por ejemplo, no tienen regulación ni compensación de jornadas nocturnas.
La Coordinadora Popular de Derechos Humanos de Panamá (COPODEHUPA) realizó un estudio en 1992 llamado "Diagnóstico de la situación de la niñez en Panamá" que determinó el grado de indefección y desprotección de los menores que trabajan; dentro de estos destacan en la ciudad capital, aquellos que laboran en los supermercados.
Más tarde, un nuevo estudio llamado "Los Niños de los Supermercados: Un Enfoque Sociológico" (1998) aportó más datos sobre el estado real de estos chicos. Estableció entre lo más sobresaliente, que la mayoría de los jóvenes empacadores cursa estudios de nivel secundario, un alto porcentaje reside en barrios populares y que el motivo principal que les impulsa a esta actividad es ayudar a la familia.
La periodista argentina Mariana Ciaschini, especialista en lo referente a los Derechos de la Niñez, que estuvo en Panamá hace algunas semanas, opinó en una entrevista para la Revista Ellas sobre el tema de los jóvenes empacadores ".. Me parece que es un tema bastante complejo, que no podemos reducir a la ligera. Por un lado, si a los supermercados les hacen falta empacadores, hay muchos adultos con necesidad de trabajo, tanto aquí como en la mayoría de los países latinoamericanos."
"Está mal que los chicos (los niños/niñas) tengan que trabajar. Está mal que la polémica se centre en si faltan empacadores, pues lo que sobra es mano de obra, y tampoco lo es qué hacen los niños en ese tiempo libre, pues ahí tenemos una cantidad de cosas que ellos desearían querer hacer. Solo requieren un empujoncito para que descubran actividades placenteras, recreativas, de aprendizaje y solidarias, inclusive.", agregó.
De acuerdo con la OIT-IPEC, estos medios de trabajo para la subsistencia de miles de niños y adolescentes les conlleva grandes riesgos para su integridad física y moral. Los menores de edad se exponen en los supermercados a largas jornadas de trabajo, sufren maltrato físico y psicológico; insultos y están expuestos al acoso y abuso sexual. Muchos sufren dolores musculares, lesiones, fracturas y deformación de la columna debido a los grandes pesos que cargan o arrastran. Estos efectos negativos, se suman al hecho de que este tipo de trabajo también interfiere en el acceso y rendimiento escolar de los niños y adolescentes.
El Convenio número 182 sobre las peores formas del trabajo infantil adoptado en 1999 y el Convenio número 138 sobre la Edad mínima, adoptado en 1973, se cuentan entre los instrumentos de la OIT ratificados por la mayoría de países de América Latina. Costa Rica, República Dominicana, Guatemala, Nicaragua, El Salvador y Honduras, ya cuentan con un Código en beneficio de la niñez y la adolescencia; mientras que en Panamá la solución se encuentra aún en un anteproyecto de ley presentado desde 1999 y que hoy se encuentra en la Asamblea Nacional de Diputados en la Comisión de Niñez, Familia y Mujer. Briseida Barrantes, Asistente Técnica Programa País de la OIT , se refiere a esta propuesta de ley como una ley integral, que al igual que en los otros países busca unir en un sólo documento todos los códigos, derechos y reglamentaciones sobre la niñez. Dentro de este anteproyecto de ley existe un artículo sobre el trabajo infantil, que de acuerdo a los convenios internacionales, establece la edad mínima para trabajar y que busca beneficiar a niños y niñas entre 5 y 17 años, que corren serios riesgos al trabajar en un sector donde enfrentan situaciones que ponen en peligro su integridad.
El Decreto Ejecutivo No.25 del 15 de abril de 1997 crea el Comité para la Erradicación del Trabajo Infantil y Protección a la Persona Adolescente Trabajadora, su función es coordinar, evaluar y dar seguimiento a los esfuerzos en favor de la lucha contra el trabajo infantil.
Este año se realizó la primera reunión del Comité con el objetivo de compartir información sobre la situación del Trabajo Infantil en Panamá, además de establecer la agenda de trabajo de este organismo y su Secretaría Técnica.
Este órgano es presidido por la Primera Dama de la República, y reúne a 27 organismos del Estado y la sociedad civil que de alguna manera manejan el tema del trabajo y de la infancia.
Por el Ministerio de Trabajo participó el Ingeniero Jaime López, Director Nacional de Inspección del Trabajo, quien hizo una reseña sobre los esfuerzos realizados por la institución, donde se destaca la firma, el 13 de junio de 1996, del primer Memorando de Entendimiento con la OIT , para asumir compromisos y desarrollar programas encaminados hacia la erradicación progresiva del trabajo infantil y protección de la niñez, y lograr la participación de empleadores, trabajadores, organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil.
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