Saladino colocó a Colón en el panorama mundial
- Luciano Mack A.
Todos hablan de él en Colón y en la República entera. Irving Saladino construyó en base a sacrificios personales y de su familia, ganándose la admiración de todos, que hoy rezan porque alcance el punto más alto de cualquier deporte: el oro olímpico.
El momento esperado ya llegó, y cuando muchos panameños lean estas líneas, nuestro representante del salto de longitud en los Juegos Olímpicos, Irving Saladino, deberá estar participando, y el júbilo debe de estar inundando las calles de este pequeño y bello país.
Desde las 7:00 de la mañana, cada salto paralizará a una nación.
David Saladino, progenitor de Irving, manifestó sentirse satisfecho por los logros obtenidos por su hijo en estos momentos, tanto por Panamá como por la provincia de Colón.
Comenta David Saladino, que desde niño siempre dejó que sus hijos practicaran el deporte que ellos quisieran, pero su “interés era que fueran beisbolistas”, como él, quien representó a Colón en varios campeonatos nacionales.
“Él escogió el atletismo y no me negué a su selección”, expresó con orgullo don David.
“Cuando Irving entra en la élite del salto de longitud a nivel mundial, nuestra vida cambió notablemente, ya que vivimos mejor que antes; gracias a Dios estamos viviendo cómodos”, dijo el padre de Saladino.
Y es que a la familia Saladino los llaman periodistas no sólo de Panamá, sino también de diversas partes del mundo, a preguntarle por Irving.
“Todo el que pasa por mi casa me pregunta cómo está el muchacho“, o gritan Saladino.”, expresó.
“Me saludan, me felicitan y eso es algo que anteriormente no se daba; es más, hasta el Presidente de la República ha venido a mi casa para visitarnos, y nos sentimos contentos por ese gesto del señor Presidente”, enfatizó.
Viejo conocido. Todo buen atleta ha tenido alguien que lo ha descubierto, y le ha brindado sus primeras instrucciones en su vida deportiva, y “El Canguro” colonense Irving Saladino no es la excepción.
Wilfredo Bartley, instructor de atletismo, y ex presidente de la Liga Provincial de Atletismo de Colón, fue el primer entrenador de Saladino cuando tenía 8 años.
“Me siento feliz y orgulloso”, manifestó Bartley sobre el momento que vive hoy el conocido atleta colonense en el plano mundial.
“A la edad de ocho años empieza Saladino a brillar, y hoy es producto del trabajo, la dedicación y la disciplina que él se ha impuesto, para llegar a ser el campeón mundial de salto, cuando antes esta disciplina la dominaban los cubanos”, comentó.
Colón, tan necesitada de coliseos, está cerca de ver cómo uno de sus hijos podría lograr una hazaña.
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