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El mundo camina hacia la "criollización"
Rosalina Orocú Mojica - Publicado:
El mundo no puede ser más el mundo de una cultura pura, una raza pura.El mundo está condenado a ser un mundo de mestizaje.Está llamado a ser una única raza mezclada.Nunca más será el color de la piel lo que hablará de la identidad de cada terrícola.Lo que gritará quién soy será, entonces, la identidad del país con el que me identifique o donde viva.Eso es lo que vaticina Joseph Jos, profesor de la Universidad de Martinica, en las Antillas.Esa fue parte de su respuesta a nuestra pregunta ¿De cara al futuro, qué cara le ve al negro, a la negritud?El también escritor e intelectual martiniqueño, quien con frecuencia visita Panamá y está pensando establecerse aquí, nos salió con otra pregunta: "¿Panamá, cómo es la raza panameña en este crisol de razas? ¿Blanca, negra, india?"Se quedó pensativo unos segundos y él mismo respondió que concuerda con Edward Goissant, respecto de que no hay otro camino para el mundo que la criollización."Todo mundo va a ser un mundo criollo", recalcó y agregó que en el caso de nuestro país, Panamá, no es un país de raza negra."Claro que hubo negros, los cimarrones, los antillanos que vinieron para la construcción del Canal de Panamá que ya eran negros mestizos como nosotros.Hubo también la raza blanca original de los colonizadores españoles que llegaron acá e importaron a los esclavos.La diferencia entre estas razas importadas está en que los blancos vinieron voluntariamente y los negros, a la fuerza".Continuó enfatizando en que el futuro del mundo está condenado a ser un futuro de mestizaje, en que nadie puede hablar de pureza racial.Tal cosa no existe.Cada vez somos más una mezcla etno-cultural.Aclaró que cuando habla así no está diciendo, de manera alguna, que ser mestizo sea algo malo.Por el contrario, lo ve como un enriquecimiento fundamental.Explica: "Tenemos la raza blanca, que es la de la racionalidad, de la razón, la razón cartesiana y está la emoción, la sensibilidad, que es negra.Pero, ahora, ¿qué soy yo? Yo soy mestizaje de la racionalidad blanca y de la emoción negra".Añade que "otra explicación que es sumamente justa y adecuada es la del sancocho panameño.Que no es el minestrone italiano.Que tiene algo de negro, de chino, de hindú, de amerindio (que es indio de América)".Y sigue elaborando reflexiones, ideas, en torno a esto:Dice que le gusta mucho escuchar cuando la gente dice la frase "sancocho panameño".Siente que esta es la forma de identificarlo, de decir que tampoco es el sancocho de Colombia, Perú, República Dominicana ni Islas Canarias.Es el de Panamá, con sello nuestro, con algo de las Antillas, pero también de los cimarrones, de Cémaco, de Darién, de los kunas.Y, Panamá, insiste, "ahora no puede volver atrás.No va a ser posible que encontremos en Panamá una nueva raza blanca, una nueva raza negra, una nueva raza india.Estamos condenados a combinarnos, a mestizarnos".Nos llama a observar.A mirar las calles.Para que notemos que cada vez más cuando vemos los indígenas, ellos también están cambiando.Se mezclan con otras etnias."Poco a poco los kunas puros están desapareciendo.En la ciudad vemos cómo evolucionan.La raza panameña dentro de poco va a ser un sancocho: indio, blanco, antillas, chino, japonés...Para mí es la suerte y la fortuna de Panamá".Analizó que lo propio ocurre en las Antillas: colonizadores españoles, piratas ingleses, colonizadores portugueses (Cristóbal Colón, Vasco de Gama)...Entonces, concluye que "ahora en el Caribe tú tienes una raza mezclada (ingleses, portugueses y franceses)".Pero, no le cabe duda de que "el lugar de encuentro de todas las razas del mundo, donde vamos a estar fortaleciéndonos unos a otros, enriqueciéndonos unos a otros, va a ser en este lugar del mundo llamado Panamá, que es la otra orilla del Caribe".El docente universitario dictó el 6 de mayo en la Alianza Francesa, la conferencia "Aimé Césaire y la literatura de las Antillas", a raíz del fallecimiento el 17 de abril pasado, a los 94 años de edad, del denominado "Padre de la Negritud".Encuentro con Césaire.Joseph Jos conoció a Aimé Césaire, el gran paladín de la justicia, quien siempre se enorgulleció de sus raíces africanas y entabló una lucha por la reivindicación del negro en la sociedad.Sobraban las razones para conocer a Césaire y lamentar su desaparición física.¿La primera?, ambos pertenecían al Club Goldenstar.Jos como docente en la Universidad de las Antillas y agregado cultural de la Embajada de Francia, pudo percatarse de que siempre había interés en conocer a Césaire, especialmente de parte de estudiantes de Latinoamérica que visitaban Martinica."Quedaban encantados con él", dice.Tuvo la oportunidad de hablar con él de deportes.El hermano de Césaire, Omar, fue entrenador del GoldenStar.La segunda razón es porque apoyó al deporte.¿La tercera?, que "cuando conseguí llevar por primera vez a Martinica a los descendientes afroantillanos del Canal, viaje que Césaire financió para saludarlos, fue allí donde él tuvo el famoso razonamiento sobre "los niños perdidos de Panamá".He aquí las palabras del ensayista, poeta y dramaturgo de Martinica:"Cuando en París en los años 30 y 35, yo decía que ser martiniqueño es más que ser simplemente negro, es más que ser simplemente libre, nadie en París me acreditaba, son estos niños perdidos de Panamá que dentro del contexto más duro (de trabajar con americanos) se mantuvieron profundamente martiniqueños -podrían haber renegado y decir yo me voy a hacer norteamericano, pero quedaron en el fondo del corazón con una Martinica difícil de olvidar-.Son ellos, estos niños de Martinica, los niños perdidos de Panamá, quienes cincuenta años después me acreditan, porque ser martiniqueños es algo más profundo que la simple humanidad".A Jos también no dejan de sorprenderle las coincidencias de la vida.Recordó que cuando se hizo una película sobre la migración antillana en el Canal de Panamá, en marzo de 2007, la cual filmaron aquí, antes de viajar a Panamá entrevistaron a gente de Martinica, de Guadalupe.Entre ellos, Aimé Césaire, quien aparece en el filme.Joseph Jos forma parte de un grupo de intelectuales martiniqueños que escriben artículos en la prensa, participan en coloquios, dictan seminarios a nivel internacional sobre cultura y sobre la negritud y dice que le gustó el mensaje de Césaire en Brasil donde fue agregado cultural, luego de haberlo sido en Panamá y le gustó Brasil y cuando supo que por un una semana él estaría allí, analizó un poema poco conocido de él, quien dos días después falleció.Todavía está impactado por la muerte del escritor y político martiniqueño.