La culpa es del periodismo

Mark Twain (1835-1910) dijo que los periodistas, mediante nuestra labor cotidiana, escribimos el primer borrador de la historia.

El 21 de abril del próximo año se cumplirá el centenario de la desaparición física de este cronista oriundo de Misuri y, a pesar de que desde entonces se ha impreso mucha tinta sobre papel, aún prevalece gente incapaz de comprender la dimensión del trabajo que realizamos.

Sacrificamos -sin mirar atrás-, tiempo, familia y hasta perdemos amigos en ese afán de contribuir a la edificación de una sociedad mejor, más equitativa.

Quienes tomamos la decisión de abrazar este apostolado hasta el fin de nuestros días, lo hacemos con pasión. Que nos equivocamos, claro que sí, pero quién no lo hace y más si se tiene que actuar bajo presiones de distinta índole y con la balanza inclinada más hacia el lado de los riesgos que de las recompensas.

Muchas veces cargamos culpas ajenas, puesto que el reportar la realidad no es deporte que gusta ni practican quienes detentan el poder, por lo que a veces les resulta más cómodo echarle la culpa al periodismo cuando sus vicios y falencias quedan al descubierto.

Pero a pesar de todo, nos quedamos con la idea de Mark Twain y seguiremos, cada día, escribiendo el primer borrador de la historia, aunque tengamos que soportar que intenten desprestigiarnos quienes en más de una ocasión se han servido de nuestro ojo crítico para alcanzar el pináculo del poder y luego nos entierran la daga de la traición, poniéndole tarifa a nuestra ética.

Una comentario más sobre el Miró Para Delfín y Mejías: permítanme terciar en el tema. La nota de Delfín me hace recordar las leyendas orales, que son una ola de realidad y un océano de fantasía. Al parecer, Delfín no leyó el texto de Chinchilla picó y se desapareció, en el cual no se habla de soborno, sino de alguien que no identifica y eso es lo que pide Mejías. Por “interpósita persona” le hizo una propuesta indecorosa ¡huy!, diría el coro de que le ayudara con un librito. Bajo las líneas se nota que el que le habló es un conocido, o paciero, para tal confianza. El mismo chinchito declara líneas antes, que él desconocía a los demás jurados, algunos amigos suyos. Lo indecoroso está en que esto no se hubiera puesto en conocimiento del INAC de inmediato para descalificar la obra que, por supuesto, no fue la ganadora y apostar, en cambio, por el bochinchillo. Por eso coincido con Mejías y acuso a Delfín de tirarle al mensajero y no al mensaje pero él lo hace con bumerán. Y fin.

J. Agrazales, agrazales@yahoo.com

Consulta sobre museo fotográfico

Hola, muy interesante artículo, pero ¿este lugar está abierto al público? ¿Tiene horarios de visita?, ¿algún costo? Me gustaría visitarlo y apreciar cómo era Panamá y su gente en esa época.

Yaz

Respuesta

El museo está ubicado en Avenida A y Calle 12. Está abierto desde las 9.00 de la mañana.

Comenta a Manuel Orestes Nieto

Me parece un ensayo productivo. David Vega, pintor nacional.

www.davidvega.it arte@davidvega.it