Por la salvaguardia de nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial
- Redacción /
“Si la comunidad no valora y no identifica ese patrimonio como de importancia en su quehacer social y cultural, el mismo no mantiene valor para su salvaguardia como patrimonio vivo, puesto que pasa a ser un patrimonio vivo desaparecido...”
Tras un estancamiento de casi cinco años, las acciones para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de Panamá se han revitalizado, pero todavía hay mucho por hacer.
Aunque guardan relación, las expresiones folclóricas no deben confundirse con el PCI, debido a que esta última se refiere básicamente a aquellas manifestaciones vivas, en constante evolución, expresadas a través de tradiciones orales, las artes del espectáculo, la música, actos festivos, ritos, prácticas sociales o conocimientos y usos relacionados con la naturaleza.
La intención es que se promueven, practiquen y exhiban para su conocimiento y para que no se pierdan.
Aristides Burgos está empeñado en que se salvaguarde el Patrimonio Cultural Inmaterial de Panamá, pero entiende que esa no es un empresa individual.
Burgos es partidario de que haya una política de Estado en cuanto al PCI se refiere, y se le escucha optimista ante los avances logrados, especialmente desde que el Instituto Nacional de Cultura (INAC) decidió enfatizar sobre el asunto, gracias a la presencia de María Eugenia Herrera de Victoria en la dirección general.
Sin embargo, cree que también deben sumarse otras entidades para cumplir con el cometido que se ha propuesto a UNESCO y al cual Panamá está adherido, junto a otros 123 países.
díaD: ¿Qué novedades hay sobre la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) en Panamá?
Aristides Burgos (AB):Existen muchas novedades. Antes debo explicar un poco los antecedentes y la historia sobre el tema.
En 1989 la UNESCO, bajo preocupaciones de muchos años atrás y de países interesados en la conservación del folclor, promueve lo que se llamó la Recomendación para la Salvaguardia de la Cultura Popular Tradicional. Este documento se convierte en una Convención Mundial de Patrimonio Inmaterial que fue aprobada por la Asamblea General de UNESCO en el 2003.
Panamá entra en el escenario de esta Convención para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de UNESCO, después de que la Asamblea Nacional aprobó la convención mediante Ley N.º 35 del 7 de Julio de 2004 y al depositar, mediante Cancillería, el instrumento de Ratificación se convierte en el quinto país a nivel mundial en ratificar este instrumento normativo a favor de la tradición. Actualmente hay 124 países que la conforman.
Desde entonces se realizó un primer inventario del PCI y más nada. No se generaron mayores acciones desde entonces.
Al asumir María Eugenia Herrera de Victoria la Dirección General del INAC, uno de sus mayores intereses se enfoca en la conservación del Patrimonio Cultural Material (monumentos y objetos) y el Patrimonio Cultural Inmaterial. Luego, se constituye en febrero del año pasado, dentro del INAC, una comisión especializada para este tema y desde entonces se han generado acciones a todo vapor.
díaD: ¿Qué tipo de apoyo ha recibido y a quiénes quisiera sumar a esta causa?
AB:El apoyo de mayor trascendencia en esta gestión se ha obtenido del despacho superior del INAC, que ha hecho todos los esfuerzos necesarios para que la actividad dada en el 2010 sea una realidad y mantengamos a nivel internacional una presencia ejemplar en el tema como país. Pero esta misión no le corresponde solamente al INAC, es una misión de Estado, por tanto, entidades gubernamentales vinculadas a la temática deben sumarse.
Es preciso mencionar que el Ministerio de Comercio, a través de la Dirección General de Propiedad Industrial (Digerpi), mantiene un departamento de Protección de los Conocimientos Tradicionales, que en este momento está tratando con el INAC una alianza estratégica para estos asuntos.
Pero deben sumarse, sin duda alguna, la ATP, la ANAM, el Ministerio de Educación, las alcaldías municipales de todo el país, y las instituciones que mantienen departamentos de Cultura, ya que el PCI es parte de nuestra cultura.
díaD: ¿A nivel internacional, qué gestiones se han adelantado y cómo está calificado nuestro país en cuanto a la conservación de su Patrimonio Cultural Inmaterial?
AB:Panamá en el año 2010 mantuvo una excelente y proactiva participación sobre este tema. Por el momento, estamos calificados como un país que ha puesto interés en el tema, pero se requieren acciones más concretas al respecto. Una política pública de Estado.
díaD: Según el punto de vista práctico, ¿desde dónde tendríamos que comenzar o qué habría que fortalecer para ponernos a tono con la realidad de otros países?
AB:Para ser un poco claro, hay que empezar por que más gente maneje este concepto del Patrimonio Cultural Inmaterial y no se confunda con el folclor. El folclor seguirá siendo lo que es, las expresiones del PCI son aquellas tradicionales (el folclor está incluido), pero también las que van evolucionando, son expresiones vivas.
Como Estado parte de la Convención, estamos obligados a cumplir los términos de la misma: Hay que investigar ese PCI, inventariarlo, documentarlo, protegerlo, en fin, es un camino y un proceso que debemos favorecer en beneficio del PCI de Panamá.
díaD: ¿Existe algún plan nacional para el rescate y promoción de nuestro PCI?
AB:La Comisión Institucional para la salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de Panamá del INAC contiene un plan de acción a nivel nacional e internacional, el mismo va desde la capacitación sobre el tema a nivel de especialistas, organizaciones y comunidades y también de instituciones. Otro aspecto es el Inventario Nacional del PCI con proyectos como íconos de Panamá, proyecto que está aprobado por la Dirección General. Y otro nivel del plan de acción tiene que ver con políticas de salvaguardia que implican la creación de premios nacionales de folclor y del Conjunto folclórico Nacional de Panamá.
díaD: ¿Qué recomendaciones haría a la comunidad para que contribuya a esta causa?
AB:Es importante que las comunidades aprecien y valoren el patrimonio que tienen en cada una de ellas, y con base a ello quiero referirme a un ejemplo específico. Si la comunidad no valora y no identifica ese patrimonio como de importancia en su quehacer social y cultural, el mismo no mantiene valor para su salvaguardia como patrimonio vivo, puesto que pasa a ser un patrimonio vivo desaparecido; se transforma en un patrimonio parte de la historia y del pasado que fue y que no tiene acción en la actualidad. Ese valor deben dárselo las comunidades, por ejemplo, Parita, Darién, La Villa con sus danzas, las mantienen vigentes y vivas, pese a todo y con su propio esfuerzo, porque las comunidades las valoran.
Quiero aprovechar y referirme a un ejemplo como lo es la Danza de La Pajarilla, de San José de Las Tablas, si la gente de la comunidad no revive esta danza con la función que mantenía en sus orígenes y solo la presenta de vez en cuando, este patrimonio es histórico y parte del pasado de la comunidad. Es preciso que miren este patrimonio, lo valoren, ya que es una danza única en su género y en el país y requiere salvaguardia urgente, pero ese valor debe venir de la comunidad misma.
díaD: ¿Cuenta usted en lo personal con algún estimado -en cifras- sobre el PCI de Panamá?
AB:El patrimonio cultural de Panamá es el más rico y diverso que existe en el área, contiene expresiones del folclor criollo de la mezcla del trío racial: españoles, indígenas y negros, además de expresiones puras de los indígenas actuales, expresiones afrodescendientes, expresiones con rasgos orientales, árabes, indostanos, entre otras culturas presentes en nuestro territorio, como parte de ese mosaico cultural que conforma nuestro patrimonio.
Existe una gran variedad en nuestro Patrimonio Cultural Inmaterial, y me quiero referir a las lenguas, especialmente las indígenas, los dialectos, aquellas como guari guari, patuá, entre muchas que existen hoy día en Panamá.
díaD: ¿En qué lugar, región o provincia habría que hacer un trabajo más intenso?
AB:En todo el país y en las comarcas indígenas, este es un trabajo arduo, primero investigar, documentar todo ese patrimonio con fotos, videos, bibliografía, referencias de campo de la misma gente portadora del patrimonio, para luego incluirlas en la lista mundial del PCI.
díaD: ¿Según su experiencia, el trabajo en Panamá habría que dirigirlo más al rescate o a la divulgación? ¿En cuál de estos dos aspectos mostramos más debilidad?
AB:En el aspecto que se muestra mayor debilidad desde el punto de vista oficial y particular es en el rescate, cuyo término técnico es la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, pues esta es una tarea de Estado, un compromiso de Nación, transmitir nuestro perfil identificador a las presentes y futuras generaciones. En el sentido de la divulgación, lo que más se ha divulgado en nuestro país es el folclor (que no se confunda con el PCI, aunque sí está incluido) existen numerosas agrupaciones de bailes folclóricos conformados por niños, jóvenes y adultos a lo largo y ancho de nuestro país.
díaD: ¿Cuál es el procedimiento que se debe seguir para alcanzar la calificación, si se puede llamar así, de Patrimonio Cultural Inmaterial?
AB:Hablar de calificación, no me parece. Panamá está haciendo el trabajo que debe hacer, el INAC está asumiendo toda la responsabilidad estatal en este asunto y ya mantiene un plan de capacitación, la realización de su inventario y las acciones que deben generarse para la salvaguardia del PCI. Lo que sí debemos también es generar acciones para identificar y documentar expresiones que puedan inscribirse en la lista representativa de la UNESCO y la otra lista de las expresiones en peligro que requieren urgente salvaguardia.
díaD: ¿Estamos ya en condiciones de presentar ante la UNESCO algo de Panamá para que sea declarado Patrimonio Cultural Inmaterial? De ser así, menciónelas.
AB:Aún no tenemos las condiciones para candidatizar ninguna expresión. Esto requiere un proceso en el cual se está trabajando ahora, después de cinco años de inactividad sobre el tema, puesto que la directora del INAC ha puesto todo su empeño para este oficio, el cual _en un año de trabajo con la CISPCI, entidad en la que ella misma está presente y comprometida_ ha reflejado logros de suma importancia como los que ya hemos señalado anteriormente, y nos disponemos en el 2011 desarrollar una agenda específica que incluye los temas indigenistas, la agenda Afrodescendiente de las Américas, puesto que este es el año de la afrodescendencia, y generar acciones o buenas prácticas en beneficio del patrimonio cultural inmaterial como motor del desarrollo de nuestro país.

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