Prosificación libre de la Rima X de Gustavo Adolfo B.

La vida se ilumina como una explosión nuclear de átomos de amor que flotan sobre el aire que, enrarecido de un perfume con olor a sándalo, va cumpliendo con cada detalle que exige una nueva ilusión. Todo es tan intensamente hermoso que da la impresión de que el aire, el cielo y la tierra laten al son de la pasión naciente, el sol de la dicha que lo renueva todo, y nos hace resplandecer como luces de bengalas doradas, como miríadas de estrellas incandescentes que inflaman y encienden las manos, la boca, el sexo hasta dejarnos ahítos de deseo. La conmoción me lleva por espacios brillantes que me ciegan, que me obligan a temblar, como si todo el hielo del planeta cayera sobre mí y por el otro lado el fulgor me llena de un calor inefable. La risa y el llanto se mezclan en extraña sinfonía. No obstante, todo es armonía y paz.

La sensación es tan intensa que me obliga a cerrar los ojos, sin embargo, mis otros sentidos se potencian y escucho, por ejemplo, el movimiento rítmico de mil parejas de labios que se besan; percibo la dulce humedad de las bocas y la suave voluptuosidad de la carne al encontrarse. Voces angélicas cantan llenos de alegría y sus risas alborozadas llegan a mí. Imagino sus vestidos blanquísimos resplandeciendo. Siento a alguien a mi lado. ¿O será el reflejo de mí? Abro los ojos para ver quién es. No puedo identificar quién es. Aún con los párpados cerrados, sigo aquella presencia que no sé si es hombre, mujer o ángel o es mi propio ser que se ha desdoblado. Ante esta vivencia que experimento y no comprendo, interrogo vehemente a ese ser: ¿qué es esto que llena mi alma de una alegría indescriptible? ¿qué es esto que mi mente obnubila y a la vez le da tal claridad y certeza? ¿qué es esto que me obliga a llorar y a reír? ¿qué significa este frío que quema y este fuego que congela? Insisto y le pregunto de mil maneras. No sé si sueño o imagino, pero veo cómo suavemente levanta su índice y lo coloca verticalmente sobre sus labios mientras que a la vez me dice: “silencio”, es el AMOR que pasa cerca de ti y te toca el alma y te enseña una parte de sus paradójicas maravillas.