¿Cómo defender la industria de la maquila?
Publicado 1999/05/05 23:00:00
- Roberto J. Arguello
Año tras año, todos los países de Centroamérica necesitan crear fuentes de empleo para sus respectivas poblaciones, las cuales crecen a un ritmo alarmante. Una industria noble, creadora de riqueza y trabajo ha sido la maquila textil, la cual emplea a miles y miles de centroamericanos. Sólo en Honduras, laboran más de 100,000 personas, distribuidas en casi 200 empresas que operan en 18 parques industriales. Se espera que este número de trabajadores se doble en un término no mayor de dos años. Según cifras recientemente publicadas, el impacto de las maquiladoras en Honduras es enorme; habiendo dejado, durante el año 1998 más de US$500 millones de valor agregado.
Así como toda persona exitosa tiene sus admiradores y detractores, igual le pasa a la industria de la maquila. Los principales admiradores de la industria de la maquila son además de los dueños de las empresas, las miles y miles de personas que a través de los cinco países de Centroamérica se benefician de tener un trabajo estable, prestaciones y beneficios, que de otra forma jamás lo tendrían. Estos admiradores son personas sencillas y humildes, que no se escuchan ni se ven, porque trabajan su turno y luego como todo ser humano descansa el resto del tiempo. Lamentablemente, quienes se oponen al éxito de las maquiladoras son personas bien organizadas, siendo muchas de ellas agitadores profesionales que cuentan con recursos sin límite alguno. El año pasado, por ejemplo, uno de los principales programas de televisión de Estados Unidos comenzó con una sistemática campaña para desacreditar parques industriales en Nicaragua y Honduras. Se descubrió entonces que, líderes del sandinismo aprovecharon ciertos abusos realizados por una maquiladora en Nicaragua, de origen coreano, y realizaron una campaña de desprestigio contra el gobierno del presidente Arnoldo Alemán. A esta situación se sumó una similar en Honduras cuando líderes laborales de Estados Unidos señalaron a la famosa animadora de televisión Kathy Lee como una persona que presta su nombre para vender productos que son manufacturados en maquilas donde se violan los derechos humanos.
CHARLES KERNAGAN
Uno de los peores críticos de la industria de la maquila es el norteamericano Charles Kernagan, quien en estos días estuvo de visita en Honduras. Recordemos que fue Kernagan, quien entre 1994 y 1996 puso en el banquillo de los acusados a los maquiladores centroamericanos, y muy en particular a los hondureños, ante un comité laboral del Congreso de Estados Unidos al haber señalado supuestos tratos inhumanos que recibían en las maquiladoras miles de mujeres. A la voz de Kernagan se dieron otras voces, como los sindicatos de Dinamarca, los cuales según publicaciones recientes concluyeron que quienes trabajan en la industria de la maquila son vulnerables a situaciones de agotamiento físico y mental.
1) Quien no ha hecho nada malo, no tiene por qué temer. Según el Presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM), Jesús Canahuati, la industria de la maquila paga sueldos por encima del salario mínimo y las condiciones donde laboran los trabajadores son muy buenas. Por eso, se debería de permitir que organizaciones como el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos, presidido por el doctor Ramón Custodio, tengan total acceso a las fábricas, con el objeto de resolver de forma inmediata cualquier situación problemática. La estrategia es convertir al doctor Custodio "quien goza de un enorme prestigio internacional" o a sus colegas en el resto de Centroamérica en los verdaderos defensores de los intereses de los miles de centroamericanos que se benefician de la maquila. Aquí, los líderes del AHM tendrán que estar totalmente claros que el doctor Custodio no está a la venta y por eso así como predican que "no existen situaciones violatorias y que no hay nada que "esconder" más vale que así sea; 2) formar una asociación de maquiladores centroamericanos que cuente con una clara visión y misión y con todos los recursos necesarios para fomentar estratégicamente el desarrollo de la industria de la maquila en todos los países del área centroamericana; 3) desarrollar una campaña de imagen constructiva y positiva a realizarse en Estados Unidos, país donde están localizadas las compañías que compran los bienes maquilados en Centroamérica, 4) contratar de forma inmediata a un cabildero (lobista) en Washington para que Estados Unidos otorgue a los maquiladores centroamericanos el mismo trato preferencial que ya tienen los maquiladores mexicanos a través del Tratado de Libre Comercio y finalmente; 4) con las ganancias obtenidas por los maquiladores de la región, buscar cómo pagar mejores salarios, mejorando siempre las condiciones laborales.
Así como toda persona exitosa tiene sus admiradores y detractores, igual le pasa a la industria de la maquila. Los principales admiradores de la industria de la maquila son además de los dueños de las empresas, las miles y miles de personas que a través de los cinco países de Centroamérica se benefician de tener un trabajo estable, prestaciones y beneficios, que de otra forma jamás lo tendrían. Estos admiradores son personas sencillas y humildes, que no se escuchan ni se ven, porque trabajan su turno y luego como todo ser humano descansa el resto del tiempo. Lamentablemente, quienes se oponen al éxito de las maquiladoras son personas bien organizadas, siendo muchas de ellas agitadores profesionales que cuentan con recursos sin límite alguno. El año pasado, por ejemplo, uno de los principales programas de televisión de Estados Unidos comenzó con una sistemática campaña para desacreditar parques industriales en Nicaragua y Honduras. Se descubrió entonces que, líderes del sandinismo aprovecharon ciertos abusos realizados por una maquiladora en Nicaragua, de origen coreano, y realizaron una campaña de desprestigio contra el gobierno del presidente Arnoldo Alemán. A esta situación se sumó una similar en Honduras cuando líderes laborales de Estados Unidos señalaron a la famosa animadora de televisión Kathy Lee como una persona que presta su nombre para vender productos que son manufacturados en maquilas donde se violan los derechos humanos.
CHARLES KERNAGAN
Uno de los peores críticos de la industria de la maquila es el norteamericano Charles Kernagan, quien en estos días estuvo de visita en Honduras. Recordemos que fue Kernagan, quien entre 1994 y 1996 puso en el banquillo de los acusados a los maquiladores centroamericanos, y muy en particular a los hondureños, ante un comité laboral del Congreso de Estados Unidos al haber señalado supuestos tratos inhumanos que recibían en las maquiladoras miles de mujeres. A la voz de Kernagan se dieron otras voces, como los sindicatos de Dinamarca, los cuales según publicaciones recientes concluyeron que quienes trabajan en la industria de la maquila son vulnerables a situaciones de agotamiento físico y mental.
1) Quien no ha hecho nada malo, no tiene por qué temer. Según el Presidente de la Asociación Hondureña de Maquiladores (AHM), Jesús Canahuati, la industria de la maquila paga sueldos por encima del salario mínimo y las condiciones donde laboran los trabajadores son muy buenas. Por eso, se debería de permitir que organizaciones como el Comité para la Defensa de los Derechos Humanos, presidido por el doctor Ramón Custodio, tengan total acceso a las fábricas, con el objeto de resolver de forma inmediata cualquier situación problemática. La estrategia es convertir al doctor Custodio "quien goza de un enorme prestigio internacional" o a sus colegas en el resto de Centroamérica en los verdaderos defensores de los intereses de los miles de centroamericanos que se benefician de la maquila. Aquí, los líderes del AHM tendrán que estar totalmente claros que el doctor Custodio no está a la venta y por eso así como predican que "no existen situaciones violatorias y que no hay nada que "esconder" más vale que así sea; 2) formar una asociación de maquiladores centroamericanos que cuente con una clara visión y misión y con todos los recursos necesarios para fomentar estratégicamente el desarrollo de la industria de la maquila en todos los países del área centroamericana; 3) desarrollar una campaña de imagen constructiva y positiva a realizarse en Estados Unidos, país donde están localizadas las compañías que compran los bienes maquilados en Centroamérica, 4) contratar de forma inmediata a un cabildero (lobista) en Washington para que Estados Unidos otorgue a los maquiladores centroamericanos el mismo trato preferencial que ya tienen los maquiladores mexicanos a través del Tratado de Libre Comercio y finalmente; 4) con las ganancias obtenidas por los maquiladores de la región, buscar cómo pagar mejores salarios, mejorando siempre las condiciones laborales.
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