Banco Central chileno descarta medidas por crisis Argentina
- Eduardo González
- - Publicado: 19/3/2001 - 12:00 am
El presidente del Banco Central chileno, Carlos Massad, descartó que la turbulencia económica por la que atraviesa Argentina obligue a adoptar medidas especiales a nivel local.
"No nos va a afectar realmente (la situación económica de Argentina), no estamos en gran peligro de tener que tomar políticas más drásticas", dijo Massad en un foro económico en Santiago.
La gravedad de la crisis política y económica de Argentina condujo al gobierno de Fernando De la Rúa a anunciar en la víspera un drástico recorte del gasto público de 1, 962 millones de dólares en el 2001 y de 2, 485 millones en el 2002, para paliar el abultado déficit fiscal.
Aunque la crisis Argentina podría despertar cierto nerviosismo entre los inversionistas e influir en los flujos comerciales de la región, Massad afirmó que Chile cuenta con los fundamentos económicos para enfrentar shocks externos.
"Tenemos solvencia y liquidez externa frente a las crisis de la economía mundial. Chile tiene la mejor posición de América Latina en solvencia externa. Hay reservas para cubrir más de dos años de requisitos financieros de corto plazo y el sistema financiero chileno está muy bien capitalizado", dijo Massad.
A febrero del 2001, las reservas internacionales chilenas sumaban 14, 522 millones de dólares.
Según Massad, los fundamentos que tiene hoy la economía chilena son sólidos para aplicar políticas económicas exitosas.
La economía chilena se recupera de la recesión que la golpeó en 1999, con una caída del producto de 1,1 por ciento.
En el 2000, la actividad se expandió un 5,4 por ciento, apoyado en el buen desempeño de las exportaciones orientadas a Estados Unidos, Europa y Asia, pues el consumo doméstico se mantuvo deprimido.
"Esto no significa que vamos a salir ilesos de las crisis externas, pero sí estamos en una posición cómoda para enfrentarlas", dijo Massad.
En lo que va del año, el Banco Central ha reducido en tres oportunidades la tasa referencial de la economía, fijándola en un 4,0 por ciento real anual, para estimular la reactivación de la economía y combatir el desempleo.
Para el 2001, el presidente del instituto emisor confirmó sus pronósticos de que la economía local se expandirá un 5,6 por ciento, en lugar de 5,7 por ciento previsto originalmente.
El gobierno ha anticipado una corrección a la baja de sus proyecciones de crecimiento de la economía, que actualmente se sitúan en torno a 6,0 por ciento.
"No nos va a afectar realmente (la situación económica de Argentina), no estamos en gran peligro de tener que tomar políticas más drásticas", dijo Massad en un foro económico en Santiago.
La gravedad de la crisis política y económica de Argentina condujo al gobierno de Fernando De la Rúa a anunciar en la víspera un drástico recorte del gasto público de 1, 962 millones de dólares en el 2001 y de 2, 485 millones en el 2002, para paliar el abultado déficit fiscal.
Aunque la crisis Argentina podría despertar cierto nerviosismo entre los inversionistas e influir en los flujos comerciales de la región, Massad afirmó que Chile cuenta con los fundamentos económicos para enfrentar shocks externos.
"Tenemos solvencia y liquidez externa frente a las crisis de la economía mundial. Chile tiene la mejor posición de América Latina en solvencia externa. Hay reservas para cubrir más de dos años de requisitos financieros de corto plazo y el sistema financiero chileno está muy bien capitalizado", dijo Massad.
A febrero del 2001, las reservas internacionales chilenas sumaban 14, 522 millones de dólares.
Según Massad, los fundamentos que tiene hoy la economía chilena son sólidos para aplicar políticas económicas exitosas.
La economía chilena se recupera de la recesión que la golpeó en 1999, con una caída del producto de 1,1 por ciento.
En el 2000, la actividad se expandió un 5,4 por ciento, apoyado en el buen desempeño de las exportaciones orientadas a Estados Unidos, Europa y Asia, pues el consumo doméstico se mantuvo deprimido.
"Esto no significa que vamos a salir ilesos de las crisis externas, pero sí estamos en una posición cómoda para enfrentarlas", dijo Massad.
En lo que va del año, el Banco Central ha reducido en tres oportunidades la tasa referencial de la economía, fijándola en un 4,0 por ciento real anual, para estimular la reactivación de la economía y combatir el desempleo.
Para el 2001, el presidente del instituto emisor confirmó sus pronósticos de que la economía local se expandirá un 5,6 por ciento, en lugar de 5,7 por ciento previsto originalmente.
El gobierno ha anticipado una corrección a la baja de sus proyecciones de crecimiento de la economía, que actualmente se sitúan en torno a 6,0 por ciento.
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