El Caribe competirá con el auge hotelero del Pacífico

A pesar de que el Caribe y el Pacífico panameños están separados solo por unos 80 kilómetros, son muchas las cosas que los distinguen. El desarrollo hotelero y turístico en dichas costas, al igual que el clima, el oleaje y las vías de acceso son algunas de las características que toman en cuenta los turistas al decidir su destino.

Actualmente en la costa del Pacífico panameño se contabilizan unos 45 hoteles de playa, mientras que en la orilla del Atlántico las opciones se reducen a 23, según cifras de la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).

Si bien el desarrollo del Pacífico tiene mucho que ver con que la mayoría de las playas se encuentran hacia esa área al igual que las provincias más desarrolladas, el Caribe tiene grandes atractivos históricos y turísticos por explotar.

En el Caribe panameño, que comprende playas habilitadas en las provincias de Colón y Bocas del Toro, hay una oferta hotelera de 341 habitaciones, las cuales podrían ascender a 691 con la llegada del nuevo hotel Decameron, que planea abrir sus puertas en la ciudad de Colón.

Los precios de estadía en esta zona, a pesar de que el mercado y la competencia son pequeños, van desde los 20 dólares hasta los 100 dólares, lo cual resulta económico si lo comparamos con la oferta en la costa del Pacífico, donde la oferta de habitaciones alcanza los 3,968 cuartos y las tarifas de estadía por noche varían entre los $20 y los $250 aproximadamente, según cifras de la misma institución.

Esfuerzos

Explotar la costa del Caribe es uno de los principales retos para el turismo panameño y una de las metas para la Cámara de Turismo de Panamá (Camtur) durante 2014.

Jaime Campuzano, presidente de Camtur, comentó que la costa atlántica de Panamá se encuentra en vías de desarrollo, y ya se ha empezado el proceso para la construcción de la carretera de Cuango a Santa Isabel, en la costa arriba de la provincia de Colón, la cual mejorará el turismo hacia la zona.

La licitación para el estudio, diseño y construcción de esta carretera fue adjudicada al consorcio RPL-CSI Panamá, que ofertó un valor de $19.5 millones.

Los servicios de supervisión fueron valorados por 1 millón de dólares,  a cargo de una empresa licitada por el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Según aseguró la ATP, esta carretera ya tiene un 10% de avance y se espera que esté lista para inicios del próximo año.

Esta construcción de 26 kilómetros, con puentes sobre los ríos Cuango y Culebra, dará accesibilidad a las playas de la zona que, tal como asegura el sector turístico del país, ya cuenta con inversiones planificadas por un valor superior a los 50 millones de dólares.

Además de las próximas construcciones de la cadena Decameron, la ATP aseguró que otras dos cadenas hoteleras también planifican invertir en la zona.

En el área ya operan marinas para yates y se espera que la carretera atraiga a otros inversionistas. El administrador general de la ATP, Salomón Shamah, señala que la carretera responde al plan maestro de turismo y que es un gran paso para el desarrollo turístico en la zona del Caribe panameño.

Campuzano recordó que una de las cosas que benefició el desarrollo del Pacífico fue que cuando llegaron a construir los primeros hoteles, que casualmente también fue la empresa Decameron, ya había servicios de agua, luz e incluso infraestructura vial, ya que allí había operado una antigua base militar, por lo que trasladar a los turistas desde el Aeropuerto Internacional de Tocumen podía durar solo dos horas.

Sin embargo, “el Atlántico —que tiene unas playas espectaculares— no cuenta con buenas vías de acceso”, agregó Campuzano.

Competencia

Sin embargo, parece que mientras el Estado se ve enfocado en hacer crecer la costa caribeña, el borde del Pacífico no deja de dar pasos agigantados y las grandes cadenas hoteleras les apuestan más a los lugares desarrollados que a los que se encuentran en vía de ser un paraíso turístico.

Grandes cadenas hoteleras han invertido en las costas panameñas, como el Riu, que recientemente aportó 500 habitaciones para ampliar la oferta en aproximadamente 4,000 habitaciones que existen frente a las playas del Pacífico.

Marcas como Ibiza, Wyndham, Playa Blanca Resort, Bijao, Decameron, entre otras, también forman parte de la muralla hotelera que se observa desde la carretera Interamericana desde la zona de San Carlos.

Mientras frente a las aguas cálidas del Caribe se comienzan a levantar los cimientos de un perfecto destino turístico, estas cadenas hoteleras ya instaladas en el país hace algunos años, empiezan a innovar con respecto al lujo, las comodidades y las tarifas. Esto, de la mano de otras infraestructuras como el aeropuerto Scarlett Martínez, en Río Hato, que durante el año estará recibiendo unos 5,400 turistas.

Estas visitas podrían inyectarle unos $874,800 a la economía del interior del país si tomamos en cuenta que, según cifras del Departamento de Estadísticas de la Autoridad de Turismo de Panamá, el gasto turístico diario de las personas que visitan el país se ubica en los 162 dólares.

Por otro lado, los resorts han adoptado la modalidad de “todo incluido”, lo que los ha hecho atractivos para panameños y extranjeros.

Con estos planes, los turistas deben pagar una tarifa, la cual les permite el consumo de todas las comidas y bebidas dentro del hotel, además de algunas amenidades, sin necesidad de gastar más, lo que les da la comodidad de despreocuparse durante las vacaciones.