El real sigue desplomado y vuelve a mínimo histórico

Las presiones sobre el real brasileño arreciaron ayer y le arrastraron a un nuevo récord histórico, con la explosiva combinación de las elecciones presidenciales, una ola especulativa con el vencimiento de un importante paquete de deuda pública y el pesimismo internacional sobre la economía brasileña.

Tras haber caído cerca de 7% esta semana, el real superó todos sus mínimos históricos a la media jornada de este jueves, cotizado a 3.

94 por un dólar, con baja de 1.

8% respecto a la víspera.

La moneda brasileña se ha devaluado más de 40% en poco más de cinco meses.

En cambio, la Bolsa de Valores de Sao Paulo se dio un pequeño empujón de 1.

43% de alza, considerado un ajuste tras haber caído con fuerza esta semana.

"La exagerada incertidumbre electoral sobre cuáles serán las políticas económicas del próximo gobierno, los vencimientos la próxima semana de un paquete de deuda indexada al dólar (equivalente a unos 3,600 millones de dólares) y el (pesimista) escenario internacional de la semana, aunque un poco atenuado este jueves", son los factores que presionan al mercado, dijo a la AFP el analista del español BBVA en Brasil, Fernando Barbosa.

El mercado reaccionó con virulencia y renovadas presiones a la convocatoria de una segunda vuelta de las elecciones presidenciales el 27 de octubre, tras la primera vuelta que el domingo dio 46% del voto al líder de la izquierda Luiz Inacio Lula da Silva y 23% al candidato del gobierno socialdemócrata José Serra.

Pero especialmente empuja al mercado "un factor especulativo, que ejerce más influencia ahora, con la retracción de los inversores a largo plazo en el mercado, y que está interesado en recoger el mayor volumen" de los títulos públicos que vencen la próxima semana, dijo a AFP el analista de la consultora Técnica, Antonio Carlos Colangelo.

Cuánto más valga el dólar en estos días, más reales recibirán por sus títulos los acreedores del paquete de deuda que vence la próxima semana.

Versiones de prensa indicaron que Argentina necesitará el nuevo crédito del FMI hacia el 9 de noviembre para mantenerse en condiciones de seguir pagando al Banco Mundial.