Empresarios que se atreven con o sin recesión
Publicado 2002/05/03 23:00:00
- Eduardo Valdebenito E.*
Por más que se quiera evitar el tema, en nuestro país estamos viviendo no ante los umbrales de una recesión como se plantea sino conviviendo con ella. Aunque el último Informe Económico de Coyuntura del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) no considera una fase recesiva señala que: "En el año 2001, la economía panameña registró un crecimiento de 0.3%.
Sin embargo, a pesar de un ámbito internacional difícil y de un año lleno de choques externos e internos, el país mantuvo estables y bajo control todos los índices macroeconómicos, evitándose llegar a una situación de recesión".
Sin ánimo de polemizar sobre las consideraciones acerca de que si una economía está o no en una fase cíclica de recesión, lo importante es observar los efectos de la prolongada desaceleración, por lo cuál presentamos dos definiciones para contribuir con la temática. Para el Diccionario Espasa de Economía y Negocios de Arthur Andersen S.A., recesión significa: "Descenso temporal que experimenta el crecimiento económico caracterizado por la disminución de la demanda, de la inversión y de la productividad y por el aumento del paro y de la inflación. La actividad económica tiene un comportamiento cíclico, de forma que los períodos de auge en la economía van seguidos de una recesión o desaceleración del crecimiento, a la que sigue, por lo general, una depresión, si no se mantienen bajo control los indicadores económicos, o bien una recuperación, si es que se adoptan las necesarias políticas económicas". De igual forma para la National Bureau of Economic Research (NBER), máxima autoridad norteamericana en matera económica, define la recesión como un periodo de descenso en la producción, ingresos, empleo y comercio, que abarca desde seis meses a un año. Igualmente una desaceleración económica siempre anticipa la recesión, aunque no tiene por qué desembocar en ella.
Con estos antecedentes, y añadiendo que en los últimos trimestres del 200,1 la tasa de crecimiento económico disminuyó hasta promediar en el año 0.3%, si no estamos técnicamente en una recesión, igualmente no podemos distinguir la delgada línea roja entre desaceleración y recesión, situación que tiende a confundir y mediatizar las expectativas empresariales e igualmente podemos considerar algunos elementos que nos ayuden a establecer cuál es nuestra situación real. Lo diferente esta vez considero, está relacionado a los mecanismos antirecesivos actuales, los cuáles han superado con creces los antiguos mecanismos keynesianos de la demanda efectiva, donde el objetivo principal constituye la expansión de la demanda agregada a través del gasto público y la inversión, que evidentemente, coadyuvan en la reactivación más no eliminan el fenómeno. Actualmente, las economías forman sus expectativas con mecanismos de información que permiten de alguna forma prever el comportamiento futuro y el riesgo en cada operación. La clasificación del riesgo país por ejemplo, permite a los inversionistas extranjeros un indicador para saber donde colocar sus capitales y realizar sus inversiones, igualmente, el abanico de posibilidades de clasificación de mercados y países permite examinar el riesgo existente ante cualquier negocio. Por este motivo, la trasparencia y el respeto a la institucionalidad son verdaderos parámetros para la instalación de nuevas empresas como para actividades que pudiesen significar una etapa de diversificación o algún plan de reingeniería que conduzca a una reestructuración o reconversión de las empresas.
El crecimiento de 0.3%, que muy cercano al estancamiento, donde la desaceleración no permitió tasas uniforme en todos los sectores. Así, la producción de sectores orientados a las exportaciones o con capital internacional crecieron favorablemente, mientras que los sectores orientados hacia la demanda interna, crecieron levemente o declinaron, según el Informe del MEF, y agrega que: "Los sectores ligados a las exportaciones y empresas internacionales mantuvieron su dinamismo de años recientes, aunque en un menor grado afectados su crecimiento por la desaceleración del comercio mundial.
Entre ellos destaca la pesca, la expansión de los puertos y de las telecomunicaciones, y en menor grado la Zona Libre de Colón. El turismo y la aviación tuvieron un alto grado crecimiento hasta agosto debido a la expansión de COPA, pero fueron afectados adversamente por los sucesos de septiembre en EU".
Respecto a los sectores con decrecimiento o tasas negativas, la economía panameña muestra signos que reflejan modelos económicos agotados, básicamente, porque siempre han dependido de actividades económicas ubicadas en sectores que durante décadas mantuvieron el peso del crecimiento y que hoy bajo esquemas proteccionistas tratan de subsistir o simplemente sobrevivir.
El informe citado del MEF corrobora dicha tesis: "Por otra parte los sectores ligados al mercado interno declinaron, como el sector agropecuario, la industria, la construcción, el comercio, los servicios de salud, y la actividad de seguros.
El sector secundario y de infraestructura, el sector más dinámico en años anteriores decreció en 0.6%. Las operaciones del Canal de Panamá cayeron en un 1.2% mientras la producción de energía eléctrica registró un bajo crecimiento, esta última causada por una menor generación hidráulica, que a su vez fue producto de la sequía acaecida durante gran parte del año. La industria manufacturera registró un decrecimiento de 5.7%, resultado de la reestructuración de la industria motivada por la reducción de la protección arancelaria".
222Respecto a los sectores con decrecimiento o tasas negativas, la economía panameña muestra signos que reflejan modelos económicos agotados, básicamente, porque siempre han dependido de actividades económicas ubicadas en sectores que durante décadas mantuvieron el peso del crecimiento.
Todos estos datos, reafirman nuestras apreciaciones sobre el agotamiento de los modelos de crecimiento orientados hacia los sectores que dinamizaron nuestra economía por largas décadas, pero que hoy no tienden a crecer sino todo lo contrario, por esta razón nuestras oportunidades y expectativas debemos situarlas en nuevos sectores, algunos aunque pequeños presentan gran potencial y enormes expectativas de crecimiento como todos los tipos de turismo, donde observamos un trabajo mancomunado entre los empresarios y la eficiente labor del IPAT y de la ARI, sobre todo en la áreas revertidas.
Con todo este panorama negativo que incluye tantos aspectos que de una u otra forma deprime cualquier perspectiva de negocios, es bastante difícil encontrar inversionistas que posean expectativas razonables y el arrojo necesario para iniciar cualquier negocio y que inclusive ignoren la asimetría de información existente en la gran mayoría de las áreas con alto potencial para inversión destinadas a priori para la inversión extranjera. Sin embargo, a pesar del triste panorama económico y de los grandes planes de inversión en áreas de potencial desarrollo la mayoría termina sólo en maquetas y pomposas vallas publicitarias, u otras terminan en el Ministerio Público, existen inversionistas panameños y extranjeros residentes en Panamá de todos los tamaños, quizás adversos al riesgo o con alma de quijote que se han arriesgado a invertir, ignorando las perspectivas negativas o simplemente creyendo en Panamá y sus consumidores, y otros en los mercados internacionales.
Hemos observado en nuestra labor cotidiana de informarnos a través de los medios de comunicación, una cantidad pequeña quizás imperceptible de ejemplos que nos demuestran que existen empresarios que creen en los mecanismos del mercado y en su creatividad, los cuáles están iniciando los cambios que el país requiere.
Entre algunos tenemos por ejemplo: la fabricación de productos de valor agregado que se visualiza en la industria avícola, en la industria láctea y en la industria del cemento como los productos de valor agregado para la construcción.
En otros casos, como en la industria del turismo encontramos proyectos concretos como Panamá Canal Village cuyo potencial en actividades jamás imaginadas en nuestro país es altamente beneficioso como el mundo de la moda y el turismo de este tipo.
De igual forma es necesario destacar a las empresas que han invertido en la infraestructura para destino de turismo de cruceros cuyo efecto multiplicador beneficia a otras actividades económicas como la venta de productos nacionales, la artesanía y los servicios propios de este tipo de turismo.
Solo basta darse una vuelta por el sector de Amador y el denominado Causeway, para ver y sentir como los panameños y el Estado invirtiendo sus recursos han convertido este lugar en una excelente área no sólo para el descanso, el turismo, el deporte, los negocios sino un beneficio general para la familia panameña. La diferencia en el desarrollo de esta área es significativa en manos panameñas de cuando era utilizado sólo por la soldadesca gringa y sus amigos.
Igualmente es importante destacar al grupo de empresarios que desarrolla el área del Terminal Nacional de Transporte que ha traído orden y disciplina en una actividad económica tan conflictiva como es el transporte colectivo y además genera un beneficio para una gran cantidad de pequeñas empresas instaladas en esta obra tan moderna que considero difícil de encontrar en el área centroamericana y que inclusive podría considerarse más eficiente que el servicio que presta el propio aeropuerto de Tocumen.
Existe también un grupo de empresarios la mayoría quizás visionarios los cuales apelando a su criterio y sin resignarse tratan de realizar sus proyectos en los que se pueden ubicar los denominados nichos de mercado, es decir, aquellas actividades dentro de los mercados que no han sido explotados por los grandes operadores y que pudiera representar una actividad empresarial, generalmente inicial y pequeña.
La búsqueda de un nicho de mercado representa así, el objetivo de cualquier empresario e inclusive aquellas personas no necesariamente empresarios con ideas y generalmente huérfanos de apoyo gubernamental, que utilizando los mecanismos del mercado financiero inician sus negocios.
En este espacio podemos ubicar una serie de pequeñas empresas algunas de las cuales se eslabonan en actividades complementarias como por ejemplo las empresas y negocios conexos al turismo y la entretención y la tecnología, donde podemos mencionar los restaurantes ubicados en el área de Amador, la producción de telenovelas nacionales, los productores de software financiero, los armadores de clones de computadoras, los que generan portales virtuales, los suplementos en los periódicos, los que reciclan, en fin una amplia gama de empresarios panameños que no se han puesto a esperar que la política económica los favorezca ni esperan prebendas de ningún tipo.
Los empresarios panameños y residentes que con sus ideas y su espíritu emprendedor conquistan el futuro, que cotizan mayoritariamente a la seguridad social y que pagan sus impuestos generando los recursos para el crecimiento y desarrollo de nuestro país son los imprescindibles, son sencillamente empresarios que se atreven.
*El autor es economista.
Sin embargo, a pesar de un ámbito internacional difícil y de un año lleno de choques externos e internos, el país mantuvo estables y bajo control todos los índices macroeconómicos, evitándose llegar a una situación de recesión".
Sin ánimo de polemizar sobre las consideraciones acerca de que si una economía está o no en una fase cíclica de recesión, lo importante es observar los efectos de la prolongada desaceleración, por lo cuál presentamos dos definiciones para contribuir con la temática. Para el Diccionario Espasa de Economía y Negocios de Arthur Andersen S.A., recesión significa: "Descenso temporal que experimenta el crecimiento económico caracterizado por la disminución de la demanda, de la inversión y de la productividad y por el aumento del paro y de la inflación. La actividad económica tiene un comportamiento cíclico, de forma que los períodos de auge en la economía van seguidos de una recesión o desaceleración del crecimiento, a la que sigue, por lo general, una depresión, si no se mantienen bajo control los indicadores económicos, o bien una recuperación, si es que se adoptan las necesarias políticas económicas". De igual forma para la National Bureau of Economic Research (NBER), máxima autoridad norteamericana en matera económica, define la recesión como un periodo de descenso en la producción, ingresos, empleo y comercio, que abarca desde seis meses a un año. Igualmente una desaceleración económica siempre anticipa la recesión, aunque no tiene por qué desembocar en ella.
Con estos antecedentes, y añadiendo que en los últimos trimestres del 200,1 la tasa de crecimiento económico disminuyó hasta promediar en el año 0.3%, si no estamos técnicamente en una recesión, igualmente no podemos distinguir la delgada línea roja entre desaceleración y recesión, situación que tiende a confundir y mediatizar las expectativas empresariales e igualmente podemos considerar algunos elementos que nos ayuden a establecer cuál es nuestra situación real. Lo diferente esta vez considero, está relacionado a los mecanismos antirecesivos actuales, los cuáles han superado con creces los antiguos mecanismos keynesianos de la demanda efectiva, donde el objetivo principal constituye la expansión de la demanda agregada a través del gasto público y la inversión, que evidentemente, coadyuvan en la reactivación más no eliminan el fenómeno. Actualmente, las economías forman sus expectativas con mecanismos de información que permiten de alguna forma prever el comportamiento futuro y el riesgo en cada operación. La clasificación del riesgo país por ejemplo, permite a los inversionistas extranjeros un indicador para saber donde colocar sus capitales y realizar sus inversiones, igualmente, el abanico de posibilidades de clasificación de mercados y países permite examinar el riesgo existente ante cualquier negocio. Por este motivo, la trasparencia y el respeto a la institucionalidad son verdaderos parámetros para la instalación de nuevas empresas como para actividades que pudiesen significar una etapa de diversificación o algún plan de reingeniería que conduzca a una reestructuración o reconversión de las empresas.
El crecimiento de 0.3%, que muy cercano al estancamiento, donde la desaceleración no permitió tasas uniforme en todos los sectores. Así, la producción de sectores orientados a las exportaciones o con capital internacional crecieron favorablemente, mientras que los sectores orientados hacia la demanda interna, crecieron levemente o declinaron, según el Informe del MEF, y agrega que: "Los sectores ligados a las exportaciones y empresas internacionales mantuvieron su dinamismo de años recientes, aunque en un menor grado afectados su crecimiento por la desaceleración del comercio mundial.
Entre ellos destaca la pesca, la expansión de los puertos y de las telecomunicaciones, y en menor grado la Zona Libre de Colón. El turismo y la aviación tuvieron un alto grado crecimiento hasta agosto debido a la expansión de COPA, pero fueron afectados adversamente por los sucesos de septiembre en EU".
Respecto a los sectores con decrecimiento o tasas negativas, la economía panameña muestra signos que reflejan modelos económicos agotados, básicamente, porque siempre han dependido de actividades económicas ubicadas en sectores que durante décadas mantuvieron el peso del crecimiento y que hoy bajo esquemas proteccionistas tratan de subsistir o simplemente sobrevivir.
El informe citado del MEF corrobora dicha tesis: "Por otra parte los sectores ligados al mercado interno declinaron, como el sector agropecuario, la industria, la construcción, el comercio, los servicios de salud, y la actividad de seguros.
El sector secundario y de infraestructura, el sector más dinámico en años anteriores decreció en 0.6%. Las operaciones del Canal de Panamá cayeron en un 1.2% mientras la producción de energía eléctrica registró un bajo crecimiento, esta última causada por una menor generación hidráulica, que a su vez fue producto de la sequía acaecida durante gran parte del año. La industria manufacturera registró un decrecimiento de 5.7%, resultado de la reestructuración de la industria motivada por la reducción de la protección arancelaria".
222Respecto a los sectores con decrecimiento o tasas negativas, la economía panameña muestra signos que reflejan modelos económicos agotados, básicamente, porque siempre han dependido de actividades económicas ubicadas en sectores que durante décadas mantuvieron el peso del crecimiento.
Todos estos datos, reafirman nuestras apreciaciones sobre el agotamiento de los modelos de crecimiento orientados hacia los sectores que dinamizaron nuestra economía por largas décadas, pero que hoy no tienden a crecer sino todo lo contrario, por esta razón nuestras oportunidades y expectativas debemos situarlas en nuevos sectores, algunos aunque pequeños presentan gran potencial y enormes expectativas de crecimiento como todos los tipos de turismo, donde observamos un trabajo mancomunado entre los empresarios y la eficiente labor del IPAT y de la ARI, sobre todo en la áreas revertidas.
Con todo este panorama negativo que incluye tantos aspectos que de una u otra forma deprime cualquier perspectiva de negocios, es bastante difícil encontrar inversionistas que posean expectativas razonables y el arrojo necesario para iniciar cualquier negocio y que inclusive ignoren la asimetría de información existente en la gran mayoría de las áreas con alto potencial para inversión destinadas a priori para la inversión extranjera. Sin embargo, a pesar del triste panorama económico y de los grandes planes de inversión en áreas de potencial desarrollo la mayoría termina sólo en maquetas y pomposas vallas publicitarias, u otras terminan en el Ministerio Público, existen inversionistas panameños y extranjeros residentes en Panamá de todos los tamaños, quizás adversos al riesgo o con alma de quijote que se han arriesgado a invertir, ignorando las perspectivas negativas o simplemente creyendo en Panamá y sus consumidores, y otros en los mercados internacionales.
Hemos observado en nuestra labor cotidiana de informarnos a través de los medios de comunicación, una cantidad pequeña quizás imperceptible de ejemplos que nos demuestran que existen empresarios que creen en los mecanismos del mercado y en su creatividad, los cuáles están iniciando los cambios que el país requiere.
Entre algunos tenemos por ejemplo: la fabricación de productos de valor agregado que se visualiza en la industria avícola, en la industria láctea y en la industria del cemento como los productos de valor agregado para la construcción.
En otros casos, como en la industria del turismo encontramos proyectos concretos como Panamá Canal Village cuyo potencial en actividades jamás imaginadas en nuestro país es altamente beneficioso como el mundo de la moda y el turismo de este tipo.
De igual forma es necesario destacar a las empresas que han invertido en la infraestructura para destino de turismo de cruceros cuyo efecto multiplicador beneficia a otras actividades económicas como la venta de productos nacionales, la artesanía y los servicios propios de este tipo de turismo.
Solo basta darse una vuelta por el sector de Amador y el denominado Causeway, para ver y sentir como los panameños y el Estado invirtiendo sus recursos han convertido este lugar en una excelente área no sólo para el descanso, el turismo, el deporte, los negocios sino un beneficio general para la familia panameña. La diferencia en el desarrollo de esta área es significativa en manos panameñas de cuando era utilizado sólo por la soldadesca gringa y sus amigos.
Igualmente es importante destacar al grupo de empresarios que desarrolla el área del Terminal Nacional de Transporte que ha traído orden y disciplina en una actividad económica tan conflictiva como es el transporte colectivo y además genera un beneficio para una gran cantidad de pequeñas empresas instaladas en esta obra tan moderna que considero difícil de encontrar en el área centroamericana y que inclusive podría considerarse más eficiente que el servicio que presta el propio aeropuerto de Tocumen.
Existe también un grupo de empresarios la mayoría quizás visionarios los cuales apelando a su criterio y sin resignarse tratan de realizar sus proyectos en los que se pueden ubicar los denominados nichos de mercado, es decir, aquellas actividades dentro de los mercados que no han sido explotados por los grandes operadores y que pudiera representar una actividad empresarial, generalmente inicial y pequeña.
La búsqueda de un nicho de mercado representa así, el objetivo de cualquier empresario e inclusive aquellas personas no necesariamente empresarios con ideas y generalmente huérfanos de apoyo gubernamental, que utilizando los mecanismos del mercado financiero inician sus negocios.
En este espacio podemos ubicar una serie de pequeñas empresas algunas de las cuales se eslabonan en actividades complementarias como por ejemplo las empresas y negocios conexos al turismo y la entretención y la tecnología, donde podemos mencionar los restaurantes ubicados en el área de Amador, la producción de telenovelas nacionales, los productores de software financiero, los armadores de clones de computadoras, los que generan portales virtuales, los suplementos en los periódicos, los que reciclan, en fin una amplia gama de empresarios panameños que no se han puesto a esperar que la política económica los favorezca ni esperan prebendas de ningún tipo.
Los empresarios panameños y residentes que con sus ideas y su espíritu emprendedor conquistan el futuro, que cotizan mayoritariamente a la seguridad social y que pagan sus impuestos generando los recursos para el crecimiento y desarrollo de nuestro país son los imprescindibles, son sencillamente empresarios que se atreven.
*El autor es economista.
Para comentar debes registrarte y completar los datos generales.