Euro la única moneda de curso legal en Montenegro
Publicado 2002/04/01 00:00:00
El euro será a partir de hoy la única moneda de curso legal en la república yugoslava de Montenegro. Hoy se retira de la circulación el marco alemán, que fue introducido en Montenegro en 1999 y fue entonces moneda oficial junto con el dinar yugoslavo.
Las autoridades montenegrinas, de tendencia independentista, renunciaron a esta última moneda en 2000, dentro de su política de distanciamiento de Belgrado, y el marco pasó a ser la única moneda oficial hasta el 1 de enero pasado y la introducción del euro.
Según el acuerdo del pasado día 14 pactado entre Serbia y Montenegro para preservar el Estado común, aunque con competencias reducidas, prevé que cada uno de los dos entes mantenga su moneda y sistemas económicos propios, que se "armonizarán" dentro del proceso de asociación a la Unión Europea (UE).
En Serbia, el dinar yugoslavo es la moneda oficial.
Según Paul Blustein, analista de comercio exterior del diario The Washington Post, ambas medidas evocaron afirmaciones de que el presidente Bush ha traicionado los principios de libre comercio para proteger a las industrias menos competitivas de Estados Unidos.
Pero, al mismo tiempo, Blustein admitió la posibilidad de que constituyan una maniobra "cuidadosamente calculada" en un "hábil compromiso con intereses políticamente poderosos" para asegurar la aprobación de la TPA, que recibió el año pasado la venia de la Cámara de Representantes pero permanece estancada en el Senado.
Agregó que los países que hayan protestado tendrán que resignarse porque se arriesgan a quedar excluidos de acuerdos potencialmente lucrativos con Estados Unidos. "Este país cuenta con una gran palanca: el mayor y más dinámico mercado del mundo", según ha afirmado Robert Zoellick, el Representante de Comercio Exterior, principal gestor del aumento de aranceles para proteger a las industrias siderúrgica y maderera.
Estados Unidos eximió de los aranceles sobre el acero a México y Canadá, pero los mantuvo para algunos productos siderúrgicos procedentes de Brasil. Según Blustein, las protestas brasileñas podrían llegar a un punto en que el Gobierno de ese país se dará cuenta de que si las negociaciones con todos los países de la región llegaran a fracasar, Estados Unidos puede firmar acuerdos separados con Chile, o las naciones de Centroamérica.
"Algunos países pueden utilizar los aranceles como excusa para no actuar en comercio. En última instancia, ellos serán los únicos perjudicados si se mantienen al margen", advirtió Zoellick recientemente.
"Sin duda, en el caso del acero y probablemente en el de la madera, las medidas del presidente le ayudarán a conseguir apoyo para la TPA", expresó Mac Destler, experto en política comercial de Estados Unidos en el Instituto de Economía Internacional. Según un asesor financiero del Senado, citado por el diario The Washington Post, "si no se hubiera hecho algo en el caso de la madera, habría sido muy difícil lograr que el "fast track" se discutiera en el Senado".
Las autoridades montenegrinas, de tendencia independentista, renunciaron a esta última moneda en 2000, dentro de su política de distanciamiento de Belgrado, y el marco pasó a ser la única moneda oficial hasta el 1 de enero pasado y la introducción del euro.
Según el acuerdo del pasado día 14 pactado entre Serbia y Montenegro para preservar el Estado común, aunque con competencias reducidas, prevé que cada uno de los dos entes mantenga su moneda y sistemas económicos propios, que se "armonizarán" dentro del proceso de asociación a la Unión Europea (UE).
En Serbia, el dinar yugoslavo es la moneda oficial.
Según Paul Blustein, analista de comercio exterior del diario The Washington Post, ambas medidas evocaron afirmaciones de que el presidente Bush ha traicionado los principios de libre comercio para proteger a las industrias menos competitivas de Estados Unidos.
Pero, al mismo tiempo, Blustein admitió la posibilidad de que constituyan una maniobra "cuidadosamente calculada" en un "hábil compromiso con intereses políticamente poderosos" para asegurar la aprobación de la TPA, que recibió el año pasado la venia de la Cámara de Representantes pero permanece estancada en el Senado.
Agregó que los países que hayan protestado tendrán que resignarse porque se arriesgan a quedar excluidos de acuerdos potencialmente lucrativos con Estados Unidos. "Este país cuenta con una gran palanca: el mayor y más dinámico mercado del mundo", según ha afirmado Robert Zoellick, el Representante de Comercio Exterior, principal gestor del aumento de aranceles para proteger a las industrias siderúrgica y maderera.
Estados Unidos eximió de los aranceles sobre el acero a México y Canadá, pero los mantuvo para algunos productos siderúrgicos procedentes de Brasil. Según Blustein, las protestas brasileñas podrían llegar a un punto en que el Gobierno de ese país se dará cuenta de que si las negociaciones con todos los países de la región llegaran a fracasar, Estados Unidos puede firmar acuerdos separados con Chile, o las naciones de Centroamérica.
"Algunos países pueden utilizar los aranceles como excusa para no actuar en comercio. En última instancia, ellos serán los únicos perjudicados si se mantienen al margen", advirtió Zoellick recientemente.
"Sin duda, en el caso del acero y probablemente en el de la madera, las medidas del presidente le ayudarán a conseguir apoyo para la TPA", expresó Mac Destler, experto en política comercial de Estados Unidos en el Instituto de Economía Internacional. Según un asesor financiero del Senado, citado por el diario The Washington Post, "si no se hubiera hecho algo en el caso de la madera, habría sido muy difícil lograr que el "fast track" se discutiera en el Senado".
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