Guerra de mueblerías arrolló a Ana de la Americana
Publicado 2000/12/28 00:00:00
- Italia
El secuestro de la mueblería Ana de la Americana podría ser consecuencia de una guerra entre mueblerías. Aunque el planteamiento huela o suene a prácticas comerciales desleales, algunos conocedores del tema, que pidieron reserva de su nombre, revelaron que éste es uno de los motivos claves que originaron el cierre de la popular y antigua empresa.
Desde que la popular mueblería fue secuestrada pocos detalles han suministrado las partes involucradas en el tema.
Sin embargo, una fuente de entero crédito precisó que el secuestro ejecutado por el Grupo Asociado Platina fue basado en una deuda de 250,000 dólares aproximadamente, mientras que la mercancía secuestrada, según la fuente, esta valorada en casi 1 millón de dólares, es decir tres veces más del costo original de la acreencia.
En este sentido, los ejecutivos de Platina han decidido no prestar declaraciones al respecto, y a Carlos Esteves, propietario de la mueblería Ana de la Americana, parece que se lo tragó la tierra.
No obstante, la fuente consultada, que conoce el tema a fondo, explicó que, al momento de realizarse el secuestro, los peritos - empleados de Platina- hicieron un avalúo muy por debajo del precio real de la mercancía que estaba almacenada en las sucursales de la compañía.
Cito, como ejemplo, que sillas talladas fueron valoradas en 1 dólar, lo que teóricamente dejó en 8 dólares un comedor, dando como resultado, que todo el secuestro sumara sólo 100,000 dólares. Este inventario se encuentra en los depósitos de Platina, aunque dicha empresa lo niegue, advirtió la fuente.
Según se explicó, Platina es el distribuidor en Panamá de las marcas más reconocidas de línea blanca, entre las que se encuentran: Wirphool, Magic Chef y Across.
Aunque Platina no es la única empresa que provee enseres de línea blanca, tiene más o menos el control de la colocación de estos productos, porque es el distribuidor mayoritario en Panamá de dichas marcas.
La fuente señaló que Platina no sólo es importadora sino que también se dedica al negocio de los muebles, por lo que Ana de la Americana representaba una clara competencia en un mercado que ya se encuentra saturado.
Después de iniciar un proceso judicial, que no beneficiará a ninguna de las partes, según la fuente, Platina ha decidido proponer una negociación, aunque esta alternativa podría no parecer muy atractiva para Ana de la Americana, porque al parecer los artículos secuestrados se deterioraron al momento de ser embargados, lo que ha provocado su devaluación.
Ana de la Americana fue una de las mueblerías destruidas y saqueadas por completo en la invasión militar norteamericana el 20 de diciembre de 1989, pero se recuperó de esa crisis, por lo que algunos comerciantes consideran que esto representa otro reto que probablemente será superado por sus propietarios.
Pero los que aún se encuentran bajo la sombra de la incertidumbre son los 100 empleados que quedaron desempleados y sin sus indemnizaciones.
Ante esta situación, los empleados también presentaron un secuestro laboral para garantizar sus indemnizaciones, luego de descubrir que el almacén atravesaba una situación financiera difícil.
El movimiento de embargo se realizó hace dos semanas cuando uno de sus principales acreedores materializó el cierre de las cuatro sucursales, ubicadas en Calidonia, vía Ricardo J. Alfaro, Los Pueblos y La Chorrera respectivamente.
Por otro lado, se indica que debido a la contracción económica que atraviesa el país, descendieron abruptamente las ventas de la mueblería, que tradicionalmente realizaba ofertas de fin de año y para fiestas especiales a precios rebajados, vendiendo hasta pavos y canastas de navidad.
Este año las ventas sólo alcanzaron 2 millones de dólares, cuando al cierre del año pasado e fueron de 4 millones de dólares, es decir que cayeron en un 50%.
Desde que la popular mueblería fue secuestrada pocos detalles han suministrado las partes involucradas en el tema.
Sin embargo, una fuente de entero crédito precisó que el secuestro ejecutado por el Grupo Asociado Platina fue basado en una deuda de 250,000 dólares aproximadamente, mientras que la mercancía secuestrada, según la fuente, esta valorada en casi 1 millón de dólares, es decir tres veces más del costo original de la acreencia.
En este sentido, los ejecutivos de Platina han decidido no prestar declaraciones al respecto, y a Carlos Esteves, propietario de la mueblería Ana de la Americana, parece que se lo tragó la tierra.
No obstante, la fuente consultada, que conoce el tema a fondo, explicó que, al momento de realizarse el secuestro, los peritos - empleados de Platina- hicieron un avalúo muy por debajo del precio real de la mercancía que estaba almacenada en las sucursales de la compañía.
Cito, como ejemplo, que sillas talladas fueron valoradas en 1 dólar, lo que teóricamente dejó en 8 dólares un comedor, dando como resultado, que todo el secuestro sumara sólo 100,000 dólares. Este inventario se encuentra en los depósitos de Platina, aunque dicha empresa lo niegue, advirtió la fuente.
Según se explicó, Platina es el distribuidor en Panamá de las marcas más reconocidas de línea blanca, entre las que se encuentran: Wirphool, Magic Chef y Across.
Aunque Platina no es la única empresa que provee enseres de línea blanca, tiene más o menos el control de la colocación de estos productos, porque es el distribuidor mayoritario en Panamá de dichas marcas.
La fuente señaló que Platina no sólo es importadora sino que también se dedica al negocio de los muebles, por lo que Ana de la Americana representaba una clara competencia en un mercado que ya se encuentra saturado.
Después de iniciar un proceso judicial, que no beneficiará a ninguna de las partes, según la fuente, Platina ha decidido proponer una negociación, aunque esta alternativa podría no parecer muy atractiva para Ana de la Americana, porque al parecer los artículos secuestrados se deterioraron al momento de ser embargados, lo que ha provocado su devaluación.
Ana de la Americana fue una de las mueblerías destruidas y saqueadas por completo en la invasión militar norteamericana el 20 de diciembre de 1989, pero se recuperó de esa crisis, por lo que algunos comerciantes consideran que esto representa otro reto que probablemente será superado por sus propietarios.
Pero los que aún se encuentran bajo la sombra de la incertidumbre son los 100 empleados que quedaron desempleados y sin sus indemnizaciones.
Ante esta situación, los empleados también presentaron un secuestro laboral para garantizar sus indemnizaciones, luego de descubrir que el almacén atravesaba una situación financiera difícil.
El movimiento de embargo se realizó hace dos semanas cuando uno de sus principales acreedores materializó el cierre de las cuatro sucursales, ubicadas en Calidonia, vía Ricardo J. Alfaro, Los Pueblos y La Chorrera respectivamente.
Por otro lado, se indica que debido a la contracción económica que atraviesa el país, descendieron abruptamente las ventas de la mueblería, que tradicionalmente realizaba ofertas de fin de año y para fiestas especiales a precios rebajados, vendiendo hasta pavos y canastas de navidad.
Este año las ventas sólo alcanzaron 2 millones de dólares, cuando al cierre del año pasado e fueron de 4 millones de dólares, es decir que cayeron en un 50%.
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