Importan técnicas canadienses para extraer el cobre de las rocas

La inversión se concentra en el cobre panameño, según lo pactado en las 13 mil 600 hectáreas que el Estado le concedió a Minera Panamá, subsidiaria de la empresa canadiense Inmet Mining Corporation.

Y es que al mejor estilo de la época de la fiebre del oro, Panamá ha despertado en los inversionistas un apetito voraz por explotar sus yacimientos minerales.

Ahora, aparte de Petaquilla Gold, el proyecto Cobre Panamá, ubicado en el distrito de Donoso, provincia de Colón (ver mapa), se suma a las operaciones bajo el formato de cielo abierto.

De esas tierras, Minera Panamá extraerá 300 mil toneladas de cobre al año, que representa una facturación por el orden de los 2 mil millones de dólares.

Para cumplir con esa cuota, la empresa tiene previsto invertir en la primera etapa unos 5 mil millones de dólares, según los cálculos que maneja Ernest Mast, presidente de Minera Panamá.

Este monto sólo es comparable con lo que requiere la Autoridad del Canal de Panamá para ampliar la Vía Interoceánica.

Pero, mientras que al titular del Ministerio de Comercio e Industria, Roberto Henríquez, le suena armónica la inversión que hará Minera Panamá y le resultan apetitosos los 40 millones de dólares que recibirán anualmente en concepto de regalías (4% de la exportaciones brutas), esta noticia no le cayó como monedita de oro a los ambientalistas locales.

Ellos se oponen a este tipo de proyecto, porque lo catalogan perjudicial para el ecosistema nacional, toda vez que para extraer el cobre de las rocas se emplean químicos nocivos.

Operación.

Para medir el impacto que tendrá el proyecto en el país más allá de las regalías y del 25% de impuesto sobre la renta que tienen que pagar, Panamá Américaconoció de primera mano el proceso de explotación en uno de los yacimientos minerales más grandes de Canadá, conocido como Highland Valley Cooper Mine.

A pesar de que la operación de la mina canadiense supera en dimensiones al proyecto Cobre Panamá, el proceso de extracción es el mismo.

En Panamá se iniciará con la extracción de las rocas con mineral de cobre, a través del proceso de minería a cielo abierto, mediante la excavación de tajos.

Aquellas rocas sin mineral de cobre, o con poco contenido, se almacenan en depósitos de rocas cercanos a los tajos, mientras que las rocas con mineral de cobre son transportadas a la planta de flotación.

Estando allí, la materia prima se tritura, pasa por un proceso de molienda fina y, finalmente, se separa el mineral de cobre de la roca a través de la flotación.

La roca molida sin cobre se deposita en la presa de relaves y el concentrado del mineral de cobre es conducido por medio del minero-ducto, desde la planta de flotación hasta las instalaciones del puerto en el Atlántico.

Desde allí, el material será exportado por barco a fundidoras extranjeras para obtener cobre puro (Ver infografía).

Cruda realidad.

La ruta para llegar al proyecto Cobre Panamá es por el distrito de la Pintada, en la provincia de Coclé.

Se necesita un automóvil 4x4 para llegar al lugar, pues la carretera es de difícil acceso.

Allí, las carencias que viven los residentes de Coclesito es evidente.

La población vive en condiciones precarias a tal punto que es considerada una de las áreas con mayor índice de pobreza extrema.

Ahora bien, con 5 millones de dólares anuales, durante el periodo que se hospede Minera Panamá en el lugar, esta historia pudiera cambiar.

Y es que esa será la donación que realice la empresa minera como parte de su programa de responsabilidad social empresarial, explicó Mast.

Esos recursos se estructurarán en un fideicomiso en donde sólo participarán la empresa minera y la comunidad.

El ministro Henríquez, deja claro que el Estado no tendrá ninguna injerencia sobre esos fondos, así que quedará de parte de los moradores del área la estrategia que utilizarán para administrar ese dinero, indicó.

A simple vista, es necesario construir escuelas, centros de salud, carreteras, entre otras infraestructuras de primera necesidad.