La troika regresa a Grecia para retomar negociaciones largas y difíciles
Publicado 2013/06/30 09:40:00
- Atenas/EFE
Los inspectores del grupo que representa a los acreedores internacionales detectaron un agujero en la financiación griega de unos 1.000 millones de euros.
Los representantes de la troika formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional han aterrizado en Atenas durante este fin de semana y mañana retomarán las negociaciones con el Gobierno heleno.
Los propios griegos aseguran que las negociaciones serán "largas y difíciles" -según dijo a Efe una fuente del Ejecutivo que dirige el conservador Andonis Samarás-, después de que la visita de la troika se interrumpiera hace dos semanas.
Los inspectores del grupo que representa a los acreedores internacionales detectaron un agujero en la financiación griega de unos 1.000 millones de euros, principalmente debido a las deudas de la caja principal de la seguridad social, EOPPY, que se encarga de gestionar el acceso a la Sanidad.
Este organismo comenzó a funcionar a inicios del pasado año y surgió de la fusión de diversas cajas de seguridad social públicas que atendían a diferentes profesiones -una de las exigencias de la troika- pero su funcionamiento ha distado mucho de lo esperado.
De acuerdo con el diario Kathimerini, la troika exigirá que se reduzca el número de plazos en los que se paga la polémica tasa especial sobre la propiedad, algo que podría generar fricciones con el Gobierno ya que este impuesto se modificó recientemente y la intención es hacerlo desaparecer debido a su carácter de doble imposición.
El acuerdo de financiación internacional supervisado por la troika contempla que cualquier desvío de los objetivos de déficit llevará a la activación de nuevas medidas de austeridad, algo que podría crear potenciales conflictos dentro del nuevo Gobierno, reestructurado esta semana debido a la salida del partido de centroizquierda Dimar.
Uno de los socios del Ejecutivo bipartito, el socialdemócrata Pasok, ha dejado claro que no desea "nuevas medidas fiscales" debido al estrangulamiento que han sufrido la economía y la población griega durante más de tres años de recortes.
Los propios griegos aseguran que las negociaciones serán "largas y difíciles" -según dijo a Efe una fuente del Ejecutivo que dirige el conservador Andonis Samarás-, después de que la visita de la troika se interrumpiera hace dos semanas.
Los inspectores del grupo que representa a los acreedores internacionales detectaron un agujero en la financiación griega de unos 1.000 millones de euros, principalmente debido a las deudas de la caja principal de la seguridad social, EOPPY, que se encarga de gestionar el acceso a la Sanidad.
Este organismo comenzó a funcionar a inicios del pasado año y surgió de la fusión de diversas cajas de seguridad social públicas que atendían a diferentes profesiones -una de las exigencias de la troika- pero su funcionamiento ha distado mucho de lo esperado.
De acuerdo con el diario Kathimerini, la troika exigirá que se reduzca el número de plazos en los que se paga la polémica tasa especial sobre la propiedad, algo que podría generar fricciones con el Gobierno ya que este impuesto se modificó recientemente y la intención es hacerlo desaparecer debido a su carácter de doble imposición.
El acuerdo de financiación internacional supervisado por la troika contempla que cualquier desvío de los objetivos de déficit llevará a la activación de nuevas medidas de austeridad, algo que podría crear potenciales conflictos dentro del nuevo Gobierno, reestructurado esta semana debido a la salida del partido de centroizquierda Dimar.
Uno de los socios del Ejecutivo bipartito, el socialdemócrata Pasok, ha dejado claro que no desea "nuevas medidas fiscales" debido al estrangulamiento que han sufrido la economía y la población griega durante más de tres años de recortes.
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