Mercado imperfecto afecta la economía y al consumidor

La sobreoferta así como la concentración del mercado en Panamá encarecen la vida de los ciudadanos y afecta actividades económicas del país, indican economistas, empresarios, y consumidores.

Para el economista Juan Jované, la libre oferta y demanda en Panamá no es sinónimo de una competencia perfecta, y en su lugar, ha impulsado una distorsión que incide tanto en los precios como en la cantidad y calidad de los productos.

En esto coincide Edwin Souza, propietario de restaurante, que ha visto cómo la sobreoferta está afectando esta actividad en el país.

Esto también, los precios que pagan los consumidores por los productos y servicios que se reflejan en el índice de precio al consumidor (IPC) de diciembre.

Según el informe de Contraloría en el 2015, el costo de los servicios de restaurante y hoteles se elevó en un 10.4% .

A juicio de Souza, la competencia es buena cuando existe una sobredemanda, de lo contrario se estaría contribuyendo a un "canibalismo económico".

El empresario advierte que esto no favorece ni a los empleados ni a los inversionistas, ni mucho menos a clientes que ven cómo los productos van desmejorando en la búsqueda de sacarles márgenes de ganancias.

Para el caso de los alimentos, Jované reiteró el fracaso que ha tenido la medida de Control de Precios implementada por el gobierno de turno.

Jované cuestiona la aplicación de la regulación de los precios, sin contar con políticas claras que eliminen las distorsiones del mercado.

A esto hacen referencia gremios de consumidores que concluyen en que "el verdadero lucro de los alimentos está en las cadenas de la comercialización, mientras que el gran error del Control del Precios fue su concentración en el precio final al consumidor, dejando a un lado el precio al por mayor".

No obstante, para la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (CCIAP), esta restricción "atenta contra los principios de libre competencia y no tiene cabida en un modelo económico de libre oferta y demanda como el nuestro".

Igual situación enfrentan empresarios del sector hotelero quienes vieron reducir su ocupación hasta menos 50%, el año pasado.

En el 2015 la ocupación hotelera no superó el 59%, según cifras oficiales, y al mes de octubre era menor en un 6.2% con respecto al año anterior.

No obstante, para el economista también existe una oferta restringida en bienes básicos como alimentos y medicamentos producto del oligopolio y el monopolio que existe en el país.

Sostiene que en el caso de los medicamentos, los panameños deben pagar precios altos debido a que no tiene dónde escoger en un mercado acaparado.

Según cifras oficiales, el costo de los medicamentos y productos farmacéuticos a diciembre del año pasado mostraba un incremento del 0.3% , lo que impulsó un alza del 0.2% en el costo de los servicios de salud.

Igualmente, inspección de la Autoridad de Protección al Consumidor y Defensa de la Competencia (Acodeco, constató que hospitales privados venden medicamentos hasta 248% más caros que su costo regular.

Para Jované, otro sector en riesgo producto de la sobreoferta es el comercio. Sostiene que la construcción desmedida de centros comerciales ha fracturado la oferta y reducido el desarrollo del sector.

Jované recordó que la economía es cíclica y la sobreoferta afecta tanto al sector hotelero y comercial, al igual que al sector construcción que tendrá que esperar una estabilidad en la oferta y la demanda.

No obstante, para Souza el país está en un momento en el que las autoridades deben analizar la situación e impulsar políticas que resguarden de alguna manera la inversión.