pequeñas, medianas y grandes empresas utilizan esta forma de financiamiento para mejorar su liquidez
Negocio de ‘factoring’ mueve más de $800 millones al año
Es una herramienta financiera a través de la cual se compran y venden documentos como facturas, cuentas, recibos, órdenes de compra, contratos, etc. Las transacciones suman más de 800 millones de dólares al año, y unas 24 empresas se dedican a este negocio en Panamá, la mayoría son bancos.
Hace poco más de diez años, las empresas que no tenían capital de trabajo utilizaban el factoraje ( factoring ) como un producto de financiamiento de último recurso o de emergencia, por lo que su uso no era bien visto en el ambiente empresarial.
Sin embargo, actualmente esta forma de financiamiento, que se estima mueve entre 800 millones y 1,000 millones de dólares, es considerada como un elemento de planificación tanto de las pequeñas como de las grandes empresas y registra un acelerado crecimiento que se calcula entre 10% y 20% al año.
Por medio del contrato de factoraje, un comerciante o fabricante cede una factura u otro documento de crédito a una empresa de factoraje a cambio de un anticipo financiero total o parcial.
Dagoberto Vidal utiliza el factoring desde los primeros años que fundó su empresa, con el fin de tener liquidez inmediata para comprar equipo y suministros médicos que le vende a la Caja de Seguro Social y al Ministerio de Salud. Como es usual en las transacciones que se efectúan con instituciones del Estado, el trámite de pago tarda no menos de 90 días, por lo que él es cliente de una de las 24 empresas que se dedican a la compra de estas facturas.
En menos de 48 horas, él tiene en sus manos el 80% del valor de la factura que tramitó, lo que le permite comprar más suministros que luego vuelve a venderles a los hospitales y clínicas del país. Cuando la factura es cancelada por el cliente, la empresa de factoring le devuelve una parte del 20% restante y la prestataria de este servicio se descuenta los intereses ganados por efectuar el trámite de cobro.
Pero esta transacción no solo se efectúa con facturas del Gobierno, sino también de la empresa privada, ya que como explica Joaquín Rodríguez Salcedo, vicepresidente de Factoring y Fianzas de Global Bank, toda empresa que tenga cuentas por cobrar, siempre y cuando su cliente tenga una capacidad de pago comprobable, es un potencial usuario de este producto.
En otras palabras, el crecimiento se presenta en todos los sectores de la economía que han mostrado dinamismo y en los que un proveedor brinda algún plazo de crédito a su cliente, y este último tenga un buen historial de pagos.
Aileen Núñez de Rüegsegger, gerente de Factoring y Segmento Empresas de BBVA Panamá, dijo que las empresas que descuentan sus facturas pertenecen a diferentes sectores como industrial, construcción y servicios que han sido contratados por el Gobierno o por el sector privado.
El monto del documento negociable, la antigüedad de la relación, las garantías, el tipo de cuenta por cobrar, las referencias crediticias y su capacidad de repago son algunos de los factores que toman en cuenta la filial del BBVA para determinar la tasa, comisiones u otras condiciones de la transacción.
Ariadna Larissa Sandoval, gerente de Factoring de Multibank, indica que muchos factores influyen en el costo de la tasa que se pacta con los clientes. Se mide el riesgo del pagador final, ya sea deudor privado o deudor gobierno, y el tipo de bien o servicio a entregar, si es suministro o construcción, y advierte que en estas transacciones no se piden garantías tangibles, solo cesión de créditos.
“Por eso debemos tener personal capacitado que conozca el manejo operativo del factoring , los trámites del Gobierno y el flujo de pago de los deudores privados”, manifestó.
Estudios presentados por Helefactor Corp. a la Bolsa de Valores de Panamá, en los que desde hace más de cinco años capta recursos para su negocio, indican que el 70% de las facturas que tramita provienen del Gobierno y el restante 30% de la empresa privada.
En el caso de Multibank, Sandoval señaló que el negocio ha crecido en un 20% de un año a otro y se concentra en un 50% deudor privado local, 40% gobierno local, 10% deudores privados internacionales.
“Todos sabemos que en Panamá las obras del Estado van en aumento”, y al ser la economía más estable y dinámica, hay más desarrollo de proyectos de vivienda, de compañías hidroeléctricas y mineras, hay más empresas entrando al mercado de importación y exportación de productos, por consiguiente hay más proveedores a quienes darles factoring , asegura Sandoval.
Actividad no regulada
Sobre el hecho de que el factoraje no sea una actividad regulada, los actores de este negocio consideran que no constituye un factor de riesgo ni encarece las transacciones.
Para el vicepresidente de Factoring y Fianzas de Global Bank, el hecho de que no sea una actividad regulada no tiene incidencia en el riesgo o el interés cobrado, el cual depende directamente del mercado.
En esta misma línea, Alexis Arjona L., gerente general de Banco Aliado, S.A., manifiesta que “los bancos que ofrecemos factoring somos supervisados por la Superintendencia de Bancos de Panamá, y la misma revisa e inspecciona las transacciones de factoring de la misma manera que revisa las demás formas de crédito que el banco ejecuta, bajo los parámetros establecidos en el acuerdo sobre Riesgo de Crédito”.
Sin embargo, advierte que hay otras empresas que ofrecen factoring y que no son bancos y, en esos casos, la actividad no está regulada, al ser fondeadas con recursos propios y no del público.
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