Rafael Stanziola El rey del reciclaje
Publicado 2001/03/11 00:00:00
- El Gitano
Montañas de papeles y cartones prensados, de plásticos y deshechos post industriales. Colinas de residuos donde flotan jirones de telas, esponjas, madera. Basura de todos los colores y todos los tamaños. Allí nada se bota; todo se aprovecha. Sobre la vasta extensión del terreno de la planta de Productos Premier, en las afueras de la ciudad de David, Chiriquí, se alinean gigantescos y compactos paquetes de basura de 5 y 6 metros de altura, aproximadamente. Pero no se trata de una descomunal versión chiricana del Cerro Patacón.
Por el prodigioso mecanismo del reciclaje, la basura recolectada en Chiriquí, o comprada en el extranjero, se tritura y pasa a través de molinos especiales, transformándose en bolitas diminutas o pellets que constituyen la materia prima para la fabricación de sillas, partes de recogedores de limpieza, escobas, escobillones, brillos, trapeadores y numerosos productos más, que se venden por millares en el extranjero.
Rafael Stanziola, 66 años, natural de Aguadulce, es el Rey del Reciclaje en Panamá.
En las galeras de su fábrica en David, se realiza todos los días el milagro tecnológico contemporáneo llamado reciclaje, que convierte en materia prima 600 toneladas mensuales de deshechos, basándose en el viejo principio de los filósofos griegos presocráticos de que "todo cambia, todo se transforma", precolizado por Heráclito.
A la sombra de la doctrina de Zenón de Elea, el concepto de basura como algo inservible, un material condenado a una despreciable inmovilidad, no existe para un industrial emprendedor de la mentalidad moderna y audaz de Rafael Stanziola, de cuya fábrica de David salen 50 contenedores mensuales, cargados de escobas, trapeadores, escobillones rumbo a la exportación de diversos países.
El diccionario Pequeño Larousse Ilustrado define la palabra reciclaje como "operación consistente en someter de nuevo una materia a un ciclo de tratamiento total o parcial cuando la transformación de aquélla no resulta completa".
Pero una cosa es leer el diccionario y otra muy distinta ver en acción el reciclaje de la basura en materia prima y ésta en sillas y utensilios de aseo doméstico cuando el proceso de transformación está bajo la batuta del equipo de técnicos y operarios de Rafael Stanziola.
"Y o tengo dos amores: el amor a mi familia y el amor al trabajo" dice Rafael Stanziola mientras avanzamos por las galeras de la fábrica atestadas de túmulos de basura fuertemente compactada. El año pasado las exportaciones de Productos Premier alcanzaron un movimiento de 20 millones de dólares. El 95 por ciento de la producción de Premier se coloca en el exterior. Los clientes de la empresa panameña se extienden de América Central a Europa y Asia. Las amas de casa de Taiwán y Hong Kong que usan recogedores de basura de mango de metal o madera ignoran que los utensilios son fabricados en Panamá por el sistema de reciclaje. Lo mismo podría decirse de las sillas multicolores hechas con el mismo sistema que se comercializan por el mundo entero.
Stanziola destaca que buena parte de la maquinaria que participa en el proceso de reciclaje ha sido reconstruida y adaptada por ingenieros, técnicos y mano de obra especializada que se ha formado en Premier. Algunos jóvenes chiricanos no tenían experiencia laboral cuando llegaron a la fábrica y eran aprendices. Pero cuando advirtió su empeño en el trabajo y su disciplina los envió a estudiar a la universidad y luego a obtener un postgrado en el extranjero. Muchas operarias ingresaron en la adolescencia y ahora son veteranas en el manejo de máquinas altamente automatizadas.
Pero la producción ha salido de las puertas de Premier S.A. y se ha diseminado en numerosos hogares de familias de menores ingresos en la periferia suburbana de David. En las casas, por ejemplo, se manufacturan brillos y esponjas de fregar en una singular faena en la que, sin necesidad de salir a la calle y tomar un transporte (y viendo las telenovelas), trabajan los miembros de las familias. En el mundo de Rafael Stanziola no se escucha la palabra desempleo porque suministra trabajo en la fábrica y aún fuera de ella.
Las opiniones y comentarios de don Rafael Stanziola tienen el peso de su excelencia como productor y de su sentido de responsabilidad como un panameño responsable que produce y da trabajo en medio de la crisis que sacude a otras empresas en Chiriquí y en todo Panamá.
Estos son extractos de su diálogo con
Por el prodigioso mecanismo del reciclaje, la basura recolectada en Chiriquí, o comprada en el extranjero, se tritura y pasa a través de molinos especiales, transformándose en bolitas diminutas o pellets que constituyen la materia prima para la fabricación de sillas, partes de recogedores de limpieza, escobas, escobillones, brillos, trapeadores y numerosos productos más, que se venden por millares en el extranjero.
Rafael Stanziola, 66 años, natural de Aguadulce, es el Rey del Reciclaje en Panamá.
En las galeras de su fábrica en David, se realiza todos los días el milagro tecnológico contemporáneo llamado reciclaje, que convierte en materia prima 600 toneladas mensuales de deshechos, basándose en el viejo principio de los filósofos griegos presocráticos de que "todo cambia, todo se transforma", precolizado por Heráclito.
A la sombra de la doctrina de Zenón de Elea, el concepto de basura como algo inservible, un material condenado a una despreciable inmovilidad, no existe para un industrial emprendedor de la mentalidad moderna y audaz de Rafael Stanziola, de cuya fábrica de David salen 50 contenedores mensuales, cargados de escobas, trapeadores, escobillones rumbo a la exportación de diversos países.
El diccionario Pequeño Larousse Ilustrado define la palabra reciclaje como "operación consistente en someter de nuevo una materia a un ciclo de tratamiento total o parcial cuando la transformación de aquélla no resulta completa".
Pero una cosa es leer el diccionario y otra muy distinta ver en acción el reciclaje de la basura en materia prima y ésta en sillas y utensilios de aseo doméstico cuando el proceso de transformación está bajo la batuta del equipo de técnicos y operarios de Rafael Stanziola.
"Y o tengo dos amores: el amor a mi familia y el amor al trabajo" dice Rafael Stanziola mientras avanzamos por las galeras de la fábrica atestadas de túmulos de basura fuertemente compactada. El año pasado las exportaciones de Productos Premier alcanzaron un movimiento de 20 millones de dólares. El 95 por ciento de la producción de Premier se coloca en el exterior. Los clientes de la empresa panameña se extienden de América Central a Europa y Asia. Las amas de casa de Taiwán y Hong Kong que usan recogedores de basura de mango de metal o madera ignoran que los utensilios son fabricados en Panamá por el sistema de reciclaje. Lo mismo podría decirse de las sillas multicolores hechas con el mismo sistema que se comercializan por el mundo entero.
Stanziola destaca que buena parte de la maquinaria que participa en el proceso de reciclaje ha sido reconstruida y adaptada por ingenieros, técnicos y mano de obra especializada que se ha formado en Premier. Algunos jóvenes chiricanos no tenían experiencia laboral cuando llegaron a la fábrica y eran aprendices. Pero cuando advirtió su empeño en el trabajo y su disciplina los envió a estudiar a la universidad y luego a obtener un postgrado en el extranjero. Muchas operarias ingresaron en la adolescencia y ahora son veteranas en el manejo de máquinas altamente automatizadas.
Pero la producción ha salido de las puertas de Premier S.A. y se ha diseminado en numerosos hogares de familias de menores ingresos en la periferia suburbana de David. En las casas, por ejemplo, se manufacturan brillos y esponjas de fregar en una singular faena en la que, sin necesidad de salir a la calle y tomar un transporte (y viendo las telenovelas), trabajan los miembros de las familias. En el mundo de Rafael Stanziola no se escucha la palabra desempleo porque suministra trabajo en la fábrica y aún fuera de ella.
Las opiniones y comentarios de don Rafael Stanziola tienen el peso de su excelencia como productor y de su sentido de responsabilidad como un panameño responsable que produce y da trabajo en medio de la crisis que sacude a otras empresas en Chiriquí y en todo Panamá.
Estos son extractos de su diálogo con

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