Dinero: 'amor'

El dinero y el amor pertenecen a diferentes mundos, sin embargo, en cuestión de pareja están ligados. ¿Hasta qué punto la crisis económica puede perjudicar a la pareja? Aún cuando una relación es estable, los problemas financieros pueden minarla. El dinero está relacionado con la estima, el concepto que se tiene de uno mismo y la relación personal con el poder.

Se dice que cuando falta el dinero, en muchos casos, se lleva la confianza y la felicidad y que el amor sale por la ventana. ¿Qué tan cierto es esto?

¡Realidad! Si hay problemas económicos, el instinto de supervivencia se activa y se apaga el amor. "La economía del hogar afecta la relación por diversos motivos. La economía interna como la externa, es decir, la economía familiar, está compuesta por el ingreso de cada uno de ellos (economía interna), pero también tenemos la economía externa, o sea, como está la economía a nivel nacional. Si la economía de un país está mal, las familias también", dijo el psicólogo y abogado Fernando Gómez.

Mucho dinero, mucho amor

Si no hay problemas económicos y hay amor, toda relación, en principio, debiera funcionar. Nada distraería a los miembros de la pareja de disfrutar salidas, complacer con regalos, compartir gustos sin estrés o mirar factura. El escenario y la rutina son agradables.

La economía saludable, ya sea en común o de cada uno de los miembros, es un lubricante natural para el buen funcionamiento de la pareja, aunque las prioridades económicas pueden ser muy distintas.

¡Llevo los pantalones! Otro aspecto del dinero es el que va ligado al poder o a quien toma las decisiones en casa. Se dice que el que aporta más dinero tiene mayor control.

Antiguamente la mujer que no trabajaba tenía que obedecer al esposo y ocuparse del hogar, pero ahora, que la mujer es independiente y preparada, que puede ganar más que la pareja, es cuando vienen los problemas del poder, ya que "yo pago todo, como soy independiente, yo hago lo que quiera con mi vida y si no te gusta, te vas", se escucha.

Este tipo de situaciones se deben tomar en cuenta para establecer la rutina del hogar y cómo se va a administrar el dinero. Estos aspectos pueden afectar la manera en que viven y se relacionan los miembros del hogar o la pareja.

Mucho dinero, poco amor. Hay veces en las que una economía doméstica saludable no es una ayuda para la relación. Es cierto que el dinero ayuda a ser feliz, pero no sustituye al amor.

Hablar de dinero dentro del marco de la pareja es incómodo. Pero es más saludable hablar de ello y poner las cartas sobre la mesa. De ese modo hay una línea clara que separa el aspecto práctico del afectivo. Dejar este tema sin hablar, sobre todo en tiempos de crisis económica, es la manera más efectiva de causar una discusión por dinero dentro de la pareja.