Niños de papi y mami

@SeleneRicord

En muchos padres la palabra “no” deja de existir o formar parte de su vocabulario para con sus hijos, aún más si son de alto poder adquisitivo o famosos y celebridades. De allí viene lo que se conoce como “el niño de papi y mami”.

¡Yo quiero esto para mi hijo! ¡Me gasté cientos de dólares en un par de zapatillas! ¡Mi bebé tiene la última tecnología! Consentir de esta forma a los pequeños o darles muchos regalos, a simple vista puede carecer de importancia, pero el hecho de darle todo lo que el niño pida u obsequiarle demasiadas cosas tiene serios efectos en ellos y no suelen ser del todo positivos, así lo confirmó la psicóloga Yilka Barría.

Efectos negativos

Este tipo de muestra de cariño exagerada provoca que los niños resten importancia a valores como el esfuerzo y la generosidad. Además de que no entran en la meta del logro, señaló la especialista.

La abundancia de regalos no es algo favorable para los menores, pues perjudica su maduración personal. Al darles a los niños todo lo que piden se vuelven consentidos, inmaduros, inseguros, egoístas, caprichosos e insaciables, y a la larga se convierten en adultos insatisfechos.

No todo es malo

Barría señala que también es importante y necesario gratificar a los niños. “No es malo gratificar a los pequeños; tal vez los padres piensan que nunca deben darles obsequios porque no se lo han ganado, pero también es necesario educar al padre para que le enseñe al niño cómo puede ganárselo”.

En este caso, se debe estimular al niño, más por el esfuerzo que ha empleado que por el resultado obtenido. Es necesario conseguir que la aprobación de sus padres tenga para él más importancia que un premio.

Para recompensar un buen comportamiento, no necesariamente tiene que ser un superregalo costoso; un simple paseo, dejarlo ir a la casa de un amiguito o un juguete sencillo es suficiente.

Excentricidades de famosos

Las celebridades de Hollywood son las que más enloquecen en cuanto a excentricidades y regalos para con sus hijos, quienes llegaron al mundo rodeados de todos los extravagantes y costosos bienes que cualquier mortal estrella puede tener.

Suri Cruise es la niña más consentida de los nenes del mundo de Hollywood. Cuando solo tenía tres años, ya poseía un armario millonario.

Los hijos de Angelina Jolie también son privilegiados, por ejemplo, Maddox recibió para su séptimo cumpleaños un regalo muy singular: un huevo Faberge, una pieza de colección que en su tiempo fuera diseñado para zares y la aristocracia rusa.

Brooklyn Beckham, hijo del astro del fútbol David Beckham, recibió a sus diez años una reproducción del Porsche 550 1500 RS Spyder, que salió a unos 75,000 dólares.

Beyoncé le compra a Blue Ivy zapatillas con incrustaciones de Swarosvski, como si fuera poco, usa ropa de diseñador.

Todavía no habían nacido los mellizos de Mariah Carey, y la cantante ya había gastado una millonada tan solo en la decoración de sus habitaciones. Los cuartos de los bebés contaron con iPods con diamantes incrustados para que puedan escuchar todo tipo de música y una televisión plasma, además de innumerables animales de peluche y cómodas sillas y sofás.

Un niño consentido siempre tiene la esperanza de conseguir lo que quiere. Ha aprendido a esperar que los papás le cumpla todos sus deseos al instante, y hasta está dispuesto a seguir insistiendo porque su experiencia le ha enseñado que en algún momento tendrá éxito.