Gobierno proyecta imagen de cómplice en escándalo
El gobierno del presidente Juan Carlos Varela proyecta una imagen de complicidad con la firma Mossack Fonseca en el escándalo producido con la publicación papeles de...
El gobierno del presidente Juan Carlos Varela proyecta una imagen de complicidad con la firma Mossack Fonseca en el escándalo producido con la publicación papeles de Panamá, causando el peor daño a la imagen del país en toda su historia, incluso mayor a la del fracaso del canal francés.
A esta conclusión llegó el excanciller Jorge Eduardo Ritter, quien señaló que desde que se conoció el escándalo, el país se “ha convertido en una especie de sinónimo de que la trampa y el lavado de dinero ocurren en Panamá”, y ni siquiera en la época de la dictadura de Manuel Antonio Noriega había una percepción tan mala para la nación.
“No sé si es lo peor que le ha pasado al pueblo panameño, pero sí lo peor que le ha pasado a la imagen de Panamá en su historia, nunca antes la imagen de Panamá había estado tan devastada (...) tan deteriorada en todos los diarios del mundo”, lamentó Ritter en el programa dominical Cara a Cara de RPC televisión.
Cuestionó cómo las autoridades han manejado este escándalo, y calificó como “una mala excusa” de parte de la procuradora Kenia Porcell decir que la evasión fiscal no es un delito en el país, cuando en otros Estados esta práctica se condena gravemente.
“Hemos ido un poco a la saga, primero escudándonos en que las sociedades offshore no son delito, cosa que es bien sabida, porque hemos enfocado de forma sesgada lo que ha ocurrido”, criticó el excanciller, quien opinó que “en materia de investigación no estamos haciendo lo suficiente”.
“A nosotros no nos están acusando de tener sociedades offshore, se le está acusando a Panamá de que a través de esta empresa, [Mossack Fonseca], tramaban, se hacían tales arreglos para evitar impuestos, para blanquear capitales, y eso es lo que no hemos hecho, la investigación correspondiente”, relató el experto, quien rechazó la ola de publicidad gubernamental emitida después del escándalo, mientras en el exterior se pedía saber si en Panamá había investigación e iban a castigar estas conductas.
Afirmó que ya “Suiza ha pedido una investigación, ayuda o asistencia a Panamá, Brasil lo ha hecho y Panamá no ha podido consolidar una investigación completa de qué y hacia dónde vamos a dirigir esta averiguación”. “Evitar que esto vuelva a ocurrir y castigar a los culpables; esa es la parte que no hemos hecho”.
Añadió que - por el presidente- se empeñó la palabra del país a nivel internacional y no se cumplió, y ahora debió retroceder a su postura sobre el intercambio de información fiscal.
“El año pasado, el presidente dijo en las Naciones Unidas que Panamá se sometería al intercambio de información, pero de forma bilateral, pero no solo eso, sino que con cada país escogía cómo negociaba y qué información. La OCDE le dijo que con todos y bajo un formulario. A raíz del escándalo, Panamá debió retroceder y decir voy a dar la información”, instruyó.
Destacó que “lo peor de esto es que estamos todavía comenzando. Los propios investigadores han dicho que es en el mes de mayo cuando va a comenzar a revelarse todo el trasfondo y eso va a tener unas consecuencias que para mí son impredecibles”, advirtió.