Con taladro y alicate operan cráneo a paciente
Publicado 2003/07/10 23:00:00
- MÉXICO
Ante la falta de instrumental en un hospital estatal a un médico peruano no le quedó más remedio que encomendarse a Dios y tomar un taladro y un alicate para abrir el cráneo de un paciente y extraer como 150 gramos de coágulos que amenazaban su vida en la zona más pobre del país.
"No tenemos instrumental (neuroquirúrgico) en el hospital y el paciente llegó grave y se nos iba, así que no me quedó más remedio que correr a una ferretería a comprar el taladro y usar el alicate con que arreglo mi carro, claro previa esterilización", contó a Reuters ayer el médico César Venero, en comunicación telefónica.
"Lo anestesié, corté el cuero cabelludo y luego taladré su cráneo en círculo y con separaciones de cinco milimetros, para luego sacar el hueso con el alicate y extirpar los coágulos que presionaban su cerebro", contó el médico, quien denunció que su hospital no recibe instrumental del Estado desde hace 10 años.
Ahora, Centeno Quispe, un humilde campesino de 47 años que recibió un fuerte golpe con una pieza de fierro en la cabeza hace 20 días durante una pelea callejera, está en plena recuperación y para apurar ese proceso fue trasladado ayer a la capital peruana desde el hospital de Andahuaylas, a unos 970 kilómetros al sureste.
Perú, que según los analistas es una de las economías más dinámicas de América Latina, tiene a más de la mitad de sus 27 millones de habitantes viviendo en condiciones de pobreza, en algunos casos con menos de 1.5 dólar por día. Sin embargo esta no es la primera vez que Venero enfrenta crisis médicas con instrumentos de ferretería. Según él, ya lo ha hecho en otras cinco oportunidades, aunque menos graves.
"El taladro que utilicé me costó 57 dólares en la ferretería", concluyó el médico, cuyo sueldo mensual es uno de los más bajos en la administración pública de Perú, junto a maestros y policías.
"No tenemos instrumental (neuroquirúrgico) en el hospital y el paciente llegó grave y se nos iba, así que no me quedó más remedio que correr a una ferretería a comprar el taladro y usar el alicate con que arreglo mi carro, claro previa esterilización", contó a Reuters ayer el médico César Venero, en comunicación telefónica.
"Lo anestesié, corté el cuero cabelludo y luego taladré su cráneo en círculo y con separaciones de cinco milimetros, para luego sacar el hueso con el alicate y extirpar los coágulos que presionaban su cerebro", contó el médico, quien denunció que su hospital no recibe instrumental del Estado desde hace 10 años.
Ahora, Centeno Quispe, un humilde campesino de 47 años que recibió un fuerte golpe con una pieza de fierro en la cabeza hace 20 días durante una pelea callejera, está en plena recuperación y para apurar ese proceso fue trasladado ayer a la capital peruana desde el hospital de Andahuaylas, a unos 970 kilómetros al sureste.
Perú, que según los analistas es una de las economías más dinámicas de América Latina, tiene a más de la mitad de sus 27 millones de habitantes viviendo en condiciones de pobreza, en algunos casos con menos de 1.5 dólar por día. Sin embargo esta no es la primera vez que Venero enfrenta crisis médicas con instrumentos de ferretería. Según él, ya lo ha hecho en otras cinco oportunidades, aunque menos graves.
"El taladro que utilicé me costó 57 dólares en la ferretería", concluyó el médico, cuyo sueldo mensual es uno de los más bajos en la administración pública de Perú, junto a maestros y policías.
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