El ex presidente Aristide quiere regresar a Haití para ayudar en la reconstrucción

El ex presidente de Haití Jean Bertrand Aristide se mostró hoy deseoso de regresar a su país, tras cinco años de exilio en Sudáfrica, para ayudar en la reconstrucción del país tras el devastador terremoto del pasado martes.

"Estoy listo para partir hoy, mañana o cuando sea para unirme al pueblo haitiano y compartir con él el sufrimiento y ayudar a reconstruir el país", dijo el ex mandatario a la prensa en un hotel junto al aeropuerto de Johannesburgo.

Acompañado por su esposa y sin admitir preguntas de los periodistas, Aristide manifestó la "angustia" y "desesperación" de los haitianos en el extranjero "por encontrar a sus familiares y seres queridos" y por colaborar para sacar el país de la miseria.

"Sentimos profundamente que debemos estar allí para hacer lo que podamos", recalcó, mientras su esposa lloraba junto a él.

Aristide no explicó si tenía intención de regresar de inmediato a Haití, pero el responsable diplomático del Ministerio de Relaciones Internacionales y Cooperación sudafricano, Saul Kgomotso Molobi, presente en la comparecencia, apuntó que no es probable.

Molobi, quien agregó que "la situación es muy difícil para la familia" del ex presidente, recordó que Aristide, que vive con su esposa y sus dos hijas en Sudáfrica, donde fue trasladado en 2004 tras ser derrocado en un golpe de estado, "no vino a este país por su elección".

Aristide fue presidente de Haití unos meses de 1991 y posteriormente ocupó de nuevo la Presidencia del país caribeño en el periodo de 1994 a 1996 y desde 2001 a 2004.

En febrero de 2004, fue derrocado en un violento golpe de estado en el que participaron antiguos militares, tras lo cual Aristide fue trasladado a Sudáfrica bajo custodia en un avión militar de Estados Unidos, país al que el ex presidente acusó de "secuestrarlo" para imponer otro Gobierno, en colaboración con Francia.

Sudáfrica ha enviado a Haití dos equipos con personal de rescate, médicos e ingenieros especializados en infraestructuras, estos últimos para evaluar los daños y las necesidades dejadas por el terremoto.

La Cruz Roja haitiana informó ayer de que entre 45.000 y 50.000 personas pueden haber perecido como consecuencia del terremoto de 7 grados en la escala abierta de Richter y que hay tres millones de afectados, de una población total de 8,9 millones de personas.