Entregan huesos de santos a ortodoxos
Publicado 2004/11/28 00:00:00
- EFE
Los católicos y ortodoxos se dividieron en el año 1054.
EL PAPA Juan Pablo II, en un gesto de amistad con la iglesia ortodoxa, entregó ayer los huesos de dos santos de la primera época de la cristiandad que hace siglos fueron traídos a Roma desde la antigua Constantinopla.
El Vaticano dijo que la devolución de las reliquias de los santos forma parte de los esfuerzos del Papa para promover la unidad entre los cristianos, y rechazó cualquier insinuación de que estuviera "pidiendo perdón" por el hecho de que los cruzados se hubieran apoderado de los restos -en aquel entonces custodiados por la iglesia ortodoxa- y los trajeran a Roma.
El Papa permaneció sentado al lado del patriarca ecuménico Bartolomé I, líder espiritual de los cristianos ortodoxos del mundo, en la basílica de San Pedro, cuando los huesos de los santos fueron traídos al altar dentro de relicarios de cristal y alabastro colocados encima de una cubierta de terciopelo amarillo.
Mientras un coro cantaba en griego y latín, los dos líderes religiosos bendijeron los huesos, antes de que ujieres del Vaticano vestidos de trajes negros se llevaran los relicarios en andas.
La Santa Sede retendrá una pequeña parte de las reliquias.
Durante una visita a Roma en junio, el líder ortodoxo solicitó la devolución de las reliquias de los patriarcas San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianceno, que fueron arzobispos mucho antes de que se dividieran la iglesia de Oriente y la de Occidente hace casi 1,000 años. En declaraciones leídas por un ayudante, el frágil Pontífice dijo que la ceremonia era una "ocasión bendita para purificar nuestras heridas del pasado" y para "fortalecer nuestro camino hacia la reconciliación".
Seré incansable en los esfuerzos por lograrla, dijo el Papa.
Bartolomé, que habló después, dijo que la devolución reparaba "una anomalía" y una "injusticia eclesiástica" y que era una muestra de que no hay ``problemas irreparables en la iglesia de Cristo"".
El líder ortodoxo, que habló en italiano, dijo que el gesto también sirve como ejemplo a los que tienen tesoros religiosos que otros exigen como suyos.
Ayer, también se realizó en Estambul, Turquía, una ceremonia religiosa para conmemorar el regreso de las reliquias a la ciudad que anteriormente fue la capital del Imperio Bizantino, Constantinopla.
El Vaticano dijo que la devolución de las reliquias de los santos forma parte de los esfuerzos del Papa para promover la unidad entre los cristianos, y rechazó cualquier insinuación de que estuviera "pidiendo perdón" por el hecho de que los cruzados se hubieran apoderado de los restos -en aquel entonces custodiados por la iglesia ortodoxa- y los trajeran a Roma.
El Papa permaneció sentado al lado del patriarca ecuménico Bartolomé I, líder espiritual de los cristianos ortodoxos del mundo, en la basílica de San Pedro, cuando los huesos de los santos fueron traídos al altar dentro de relicarios de cristal y alabastro colocados encima de una cubierta de terciopelo amarillo.
Mientras un coro cantaba en griego y latín, los dos líderes religiosos bendijeron los huesos, antes de que ujieres del Vaticano vestidos de trajes negros se llevaran los relicarios en andas.
La Santa Sede retendrá una pequeña parte de las reliquias.
Durante una visita a Roma en junio, el líder ortodoxo solicitó la devolución de las reliquias de los patriarcas San Juan Crisóstomo y San Gregorio Nacianceno, que fueron arzobispos mucho antes de que se dividieran la iglesia de Oriente y la de Occidente hace casi 1,000 años. En declaraciones leídas por un ayudante, el frágil Pontífice dijo que la ceremonia era una "ocasión bendita para purificar nuestras heridas del pasado" y para "fortalecer nuestro camino hacia la reconciliación".
Seré incansable en los esfuerzos por lograrla, dijo el Papa.
Bartolomé, que habló después, dijo que la devolución reparaba "una anomalía" y una "injusticia eclesiástica" y que era una muestra de que no hay ``problemas irreparables en la iglesia de Cristo"".
El líder ortodoxo, que habló en italiano, dijo que el gesto también sirve como ejemplo a los que tienen tesoros religiosos que otros exigen como suyos.
Ayer, también se realizó en Estambul, Turquía, una ceremonia religiosa para conmemorar el regreso de las reliquias a la ciudad que anteriormente fue la capital del Imperio Bizantino, Constantinopla.

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