Evolution x
- Luis Miguel Avila
Toda una referencia en tecnología y dinamismo
Alejado de las pasiones que levantan los superdeportivos por su diseño y terminación, el Lancer Evolution X se ha centrado siempre en una parcela eminentemente práctica, renunciando a los lujos y detalles de otros modelos para concentrarse en obtener la máxima eficacia sobre la carretera por encima de cualquier consideración.
En la saga del Evo, desde la primera variante a la IX, se han ido introduciendo continuos avances técnicos con el objetivo de seguir siendo referencia indiscutible con el cronómetro en la mano. Ahora, la dirección de la compañía pretende que haya un salto menos acusado entre el Evolution y el resto de la gama Lancer, pero eso no significa, ni mucho menos, que el recién llegado haya perdido cualidades, sino todo lo contrario.
La guinda tecnológica del nuevo Mitsubishi está en su tracción integral S-AWD, un sistema que gestiona de forma coordinada el funcionamiento de diversos elementos, a través de una unidad electrónica de control. Por un lado, el diferencial central activo (ACD) se ocupa de repartir la potencia del motor entre el eje delantero y el trasero, en función de las condiciones del suelo. Por otro, el control de derrape (AYC) distribuye esa fuerza a las ruedas del lado izquierdo y del derecho con el fin de contrarrestar la falta de adherencia en cualquiera de ellas.
Al mismo tiempo, el control de estabilidad (ASC) actúa, tanto sobre el encendido del motor, como sobre los frenos, interviniendo para ayudar a mantener la trayectoria correcta.
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