Furia de ETA se hace sentir en el paraíso turístico de Mallorca
En menos de 24 horas los miembros de la Guardia Civil española ha sido blanco de los etarras. A las autoridades les preocupa que el área turística de descanso de la familia real sea objeto de los terroristas.
Dos agentes de la Guardia Civil española murieron en la turística isla de Mallorca, en un atentado atribuido a ETA, 24 horas después de que la organización terrorista intentara una matanza en el norte de España cuando hoy se cumplen 50 años de su creación.
Los agentes Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salva fueron alcanzados por la explosión de su auto patrulla al que había sido adosada en los bajos una bomba-lapa, que fue accionada a distancia en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil en la localidad de Palmanova, en el municipio de Calviá, próximo a Palma de Mallorca.
Según el delegado del Gobierno en las Islas Baleares, Ramón Socías, las víctimas, que vestían de paisano y trabajaban en labores de mantenimiento, aparcaron el vehículo en las proximidades y tras entrar en el cuartel volvieron al coche que explotó cuando intentaban ponerlo de nuevo en marcha.
Horas después del atentado, que ocurrió poco antes de las dos de la tarde, los artificieros de las fuerzas de seguridad hicieron una explosión controlada de una segunda bomba hallada en un vehículo situado en las proximidades del otro cuartel que la Guardia Civil tiene en Palmanova.
Antes de esta explosión controlada fueron desalojadas viviendas y establecimientos de la zona.
Apenas una hora después del atentado, las autoridades pusieron en marcha la “Operación Jaula” y ordenaron el cierre del aeropuerto y el puerto de Palma de Mallorca para evitar que los terroristas pudieran abandonar la isla mediterránea, uno de los principales destinos turísticos de España, que cada año recibe decenas de miles de visitantes de toda Europa.
Palma de Mallorca es también el lugar elegido por la familia real española para pasar sus vacaciones de verano, habitualmente durante el mes de agosto, en el Palacio de Marivent.
Los dos agentes asesinados eran jóvenes y ambos llevaban alrededor de un año de servicio en la Guardia Civil, un cuerpo policial de carácter militar, objetivo prioritario de ETA que en su medio siglo de historia ha asesinado a 206 de sus miembros.
El atentado se produjo a solo 24 horas después de que la banda terrorista, intentara una matanza con la colocación de una furgoneta cargada con más de 200 kilos de explosivo frente al cuartel de la Guardia Civil en Burgos, provincia del norte de España.
Estas nuevas acciones de ETA recibieron la condena unánime de las fuerzas políticas españolas y también de instituciones y gobiernos de todo el mundo.
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en una declaración institucional transmitida por televisión, condenó “esta nueva vileza, con mucho dolor, con mucha rabia”.
Tras rendir homenaje a la Guardia Civil, afirmó que el único destino que espera a los terroristas es la cárcel y que quienes han cometido esa acción “no tienen posibilidad alguna de esconderse. No podrán escapar, no podrán eludir la acción de la justicia”.
El atentado, el primero en Mallorca con víctimas mortales, es el noveno de ETA en lo que va de año y eleva a tres el número de fallecidos en 2009 tras el asesinato el pasado 19 de junio, también con una bomba-lapa, del inspector de policía Eduardo Puelles, en la localidad vasca de Arrigoriaga.

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