La ciudadela Machu Picchu fue "saqueada"
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El buscador de oro alemán Augusto Berns localizó el yacimiento en 1867, adelantándose a la llegada del estadounidense Hiram Bingham en 1911.
U n equipo de historiadores dice que la ciudad perdida de los incas, Machu Picchu, fue descubierta más de cuarenta años antes de lo que se creía y que, además, fue saqueada.
Es extendida la creencia de que Machu Picchu, hoy la principal atracción turística de Perú, había sido descubierta en 1911 por el explorador estadounidense, Hiram Bingham.
Machu Picchu es la joya de la corona de los sitios arqueológicos en Perú y atrae miles de turistas cada día.
Conlleva además un valor simbólico para los indígenas peruanos, ya que fue construida por uno de los últimos emperadores incas, Pachacutec, alrededor del año 1450 y su existencia fue mantenida oculta de los conquistadores españoles que invadieron cerca de cien años después.
"Saqueo".
Ahora la historia sobre su descubrimiento por el mundo occidental ha sido cuestionada por un equipo de historiadores quienes afirman que un empresario alemán saqueó sus tesoros más de cuarenta años antes.
Ellos dicen que el aventurero, Augusto Berns, quien comerciaba la madera y el oro peruano, profanó las tumbas de la ciudadela en 1867, aparentemente con el permiso del gobierno peruano.
Había instalado un aserradero en el pie de la montaña boscosa sobre la cual está construida Machu Picchu y sistemáticamente robó artefactos preciosos que vendió a galerías y museos europeos.
Sus actividades fueron rastreadas apenas cuando uno de los historiadores encontró un mapa en el museo nacional de Perú.
Hasta ahora se creía que Hiram Bingham, el académico estadounidense de la universidad de Yale, había llamado la atención al mundo sobre la existencia de la ciudad inca en 1911, pese a que residentes locales claramente sabían ya de su presencia.
Berns tenía un objetivo mucho menos noble y los investigadores están tratando de establecer ahora cuántos artefactos sacó a las escondidas del país en una época en la que no había ninguna expedición arqueológica conocida en Perú.
Tristemente, más de un siglo después, los tesoros arqueológicos peruanos siguen siendo saqueados por profanadores de tumbas y vendidos en el mercado negro internacional.
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