Resistencia en Irak ataca otra vez
Un agente de inteligencia de España, un soldado estadounidense y por lo menos 10 iraquíes murieron ayer en tres diferentes ataques en Irak, mostrando una vez más la inseguridad reinante en el país a siete meses de la invasión estadounidense.
La Policía informó que dos suicidas cargados de explosivos se lanzaron con un viejo coche contra las puertas de una estación de policía, matando a dos agentes y a seis civiles, al tiempo que causaron heridas a docenas más, debido a la explosión.
“Vi un viejo Oldsmobile que se avalanzaba contra la estación de policía (...) se produjo una gran explosión”, afirmó Achmed Jassim, un policía herido.
“Se trataba claramente de un atentado suicida”, aseguró otro policía. “Encontramos la cabeza de uno de los atacantes. Estaba cercenada”.
En otra parte de la ciudad, hombres armados mataron ayer a un militar español, de 34 años, que trabajaba para los servicios de inteligencia en la embajada de su país en Irak.
La cancillería española precisó que José Antonio Bernal, sargento de la fuerza aérea, fue asesinado en las afueras de su casa en el elegante vecindario Mansur de Bagdad en las primeras horas de ayer, cuando intentaba huir de los atacantes.
“Estamos ante un atentado terrorista, eso es inequívoco y desgraciadamente en esta ocasión nos ha tocado más de cerca al pueblo español”, indicó a la prensa Eduardo Zaplana, portavoz y ministro de Trabajo y Asuntos Sociales el gobierno conservador de José María Aznar.
“La embajada no a va a cerrar ni vamos a retirar a nuestros funcionarios. No vamos a caer en el chantaje terrorista”, afirmó de su lado el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Ramón Gil Casares en declaraciones a Radio Nacional de España (RNE).
Por otra parte, en el noreste de Bagdad, un soldado estadounidense murió cuando su convoy fue alcanzado por una granada impulsada por un cohete, elevando a 92 la cantidad de militares estadounidenses muertos, desde que el primero de mayo el presidente George W. Bush declaró terminados los combates.
La policía militar estadounidense arrestó ayer a un prominente miembro de la resistencia regional iraquí, presuntamente responsable de varios atentados mortales contra soldados estadounidenses en las cercanías de esta ciudad.
También descubrieron una fábrica de bombas del tipo que ha sido usado en ataques contra soldados estadounidenses en los caminos.
En una serie de redadas, durante la noche y a mediodía, en franjas desérticas y pequeñas comunidades agrícolas a lo largo del río Tigris, el 720 batallón de la policía militar arrestó a un miembro de la ex fuerza paramilitar de Sadam Hussein.
La Policía informó que dos suicidas cargados de explosivos se lanzaron con un viejo coche contra las puertas de una estación de policía, matando a dos agentes y a seis civiles, al tiempo que causaron heridas a docenas más, debido a la explosión.
“Vi un viejo Oldsmobile que se avalanzaba contra la estación de policía (...) se produjo una gran explosión”, afirmó Achmed Jassim, un policía herido.
“Se trataba claramente de un atentado suicida”, aseguró otro policía. “Encontramos la cabeza de uno de los atacantes. Estaba cercenada”.
En otra parte de la ciudad, hombres armados mataron ayer a un militar español, de 34 años, que trabajaba para los servicios de inteligencia en la embajada de su país en Irak.
La cancillería española precisó que José Antonio Bernal, sargento de la fuerza aérea, fue asesinado en las afueras de su casa en el elegante vecindario Mansur de Bagdad en las primeras horas de ayer, cuando intentaba huir de los atacantes.
“Estamos ante un atentado terrorista, eso es inequívoco y desgraciadamente en esta ocasión nos ha tocado más de cerca al pueblo español”, indicó a la prensa Eduardo Zaplana, portavoz y ministro de Trabajo y Asuntos Sociales el gobierno conservador de José María Aznar.
“La embajada no a va a cerrar ni vamos a retirar a nuestros funcionarios. No vamos a caer en el chantaje terrorista”, afirmó de su lado el secretario de Estado para Asuntos Exteriores, Ramón Gil Casares en declaraciones a Radio Nacional de España (RNE).
Por otra parte, en el noreste de Bagdad, un soldado estadounidense murió cuando su convoy fue alcanzado por una granada impulsada por un cohete, elevando a 92 la cantidad de militares estadounidenses muertos, desde que el primero de mayo el presidente George W. Bush declaró terminados los combates.
La policía militar estadounidense arrestó ayer a un prominente miembro de la resistencia regional iraquí, presuntamente responsable de varios atentados mortales contra soldados estadounidenses en las cercanías de esta ciudad.
También descubrieron una fábrica de bombas del tipo que ha sido usado en ataques contra soldados estadounidenses en los caminos.
En una serie de redadas, durante la noche y a mediodía, en franjas desérticas y pequeñas comunidades agrícolas a lo largo del río Tigris, el 720 batallón de la policía militar arrestó a un miembro de la ex fuerza paramilitar de Sadam Hussein.
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