Afganistán
Tres años de la caída de Kabul en Afganistán
La ONU en Afganistán (UNAMA) ha reportado más de 800 casos de ejecuciones extrajudiciales.
- Kabul / EFE / @PanamaAmerica
- - Actualizado: 15/8/2024 - 12:26 pm
Hace tres años los talibanes tomaron Kabul tras veinte de conflicto, pero Afganistán sigue sin encontrar la ansiada paz que prometieron los fundamentalistas, que han violado los derechos humanos, en especial de las mujeres, entre denuncias por tortura y ejecuciones.
“La guerra terminó porque los talibanes luchaban contra Estados Unidos y el ejército afgano. Las bajas masivas cesaron, pero esto no significa haber alcanzado la seguridad ni la paz total”, dijo a EFE el analista político Azizullah Marij.
Los talibanes entraron en la capital afgana el 15 de agosto de 2021, poniendo fin a veinte años de guerra con el antiguo Gobierno de la República, que recibía el apoyo de las tropas estadounidenses, y bajo la promesa de que su llegada traería la paz a Afganistán.
Ejecuciones extrajudiciales, torturas y desapariciones
Pero han pasado tres años y continúan las “ejecuciones extrajudiciales, torturas, desapariciones y encarcelamientos extrajudiciales” en nombre de la seguridad, sin que exista “ningún departamento específico para presentar alegatos”, dice el analista.
Un escenario que ha extendido el miedo entre la población y especialmente entre los funcionarios del antiguo Gobierno de la República que, según Marij, temen las “duras restricciones” de los talibanes.
En este lapso de tiempo, la misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) ha reportado más de 800 casos de ejecuciones extrajudiciales, arrestos y detenciones arbitrarios, torturas, malos tratos y desapariciones forzadas contra individuos afiliados al antiguo Gobierno de la República y sus fuerzas de seguridad.
Además, el Gobierno de facto de los fundamentalistas ha retomado las ejecuciones públicas, una práctica habitual durante su anterior régimen entre 1996 y 2001, en la que los condenados por crímenes, especialmente por homicidio, eran ejecutados en estadios como un modo de concienciar a la población.
En estos tres últimos años, se han reportado por lo menos cinco de estas ejecuciones, que se rigen por el “ojo por ojo” y determinan que el preso debe ser ejecutado de la misma forma en que cometió el crimen.
Tres años de secuestro
Esta forma de impartir la ley, así como el resto de decisiones de los talibanes, se basan en la interpretación que hacen de la Sharia o ley islámica, y dan lugar a una frágil estructura estatal que carece de una Constitución firme.
De esta interpretación han salido medidas como la prohibición de que las mujeres estudien, trabajen, o salgan a la calle sin estar acompañadas por un varón, entre otras restricciones que ya estuvieron en vigor durante su anterior régimen.
Es por ello que el analista político Ahmad Sayeed Saeedi afirmó a EFE que los talibanes “mantienen como rehenes al pueblo afgano” y han instaurado “el miedo y la decepción” en toda la nación.
A la llegada de los talibanes al poder, le siguió la retirada de Kabul de todo el personal diplomático del resto de países, que no reconocen al nuevo Gobierno, así como una retirada de toda la ayuda económica a Afganistán.
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