Vacuna contra la nicotina se aprobará en tres años
- Internacional
El objetivo principal de la investigación es generar anticuerpos antes de que la sustancia tóxica llegue al cerebro.
El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) de Estados Unidos experimentará con más de 300 pacientes una vacuna contra la nicotina que podría comercializarse en un plazo de tres años tras el éxito de las pruebas realizadas hasta el momento.
Así lo anunció el investigador de este centro Iván Montoya en las trigésimo cuartas Jornadas Nacionales de Socidrogalcohol que se celebraron en Valencia.
Según explicó, "se ha reclutado a más de 300 pacientes" para realizar estudios clínicos con esta vacuna, por lo que en un plazo de "tres o cuatro años" se podría disponer de los "datos suficientes" para informar a la agencia estadounidense de control de medicamentos y proceder a su aprobación.
Esta terapia inmunológica, objetivo "prioritario" del NIDA -que clasifica la nicotina como una "droga de abuso"-, se basa en la administración o generación de anticuerpos que logran "secuestrar" la sustancia tóxica en el torrente sanguíneo antes de que pueda alcanzar el cerebro y producir efectos.
Refuerzo cerebral.
El mecanismo de acción, explicó Montoya, consiste en la formación de moléculas "muy grandes" que al inyectarse en la sangre "reaccionan con la nicotina, que es una molécula muy pequeña, y quedan pegadas, lo que les impide llegar al cerebro".
De esta forma se controla el sistema de refuerzo cerebral y "se previene que la persona sienta deseo de consumir", al tiempo que se reduce la cantidad de cigarrillos fumados.
Esta vacuna, a la que el sistema inmune responde "muy bien", tiene tres "teóricas" funciones principales: la prevención del consumo inicial entre adolescentes, la prevención de una recaída de las personas al dejar de fumar y el tratamiento de mujeres embarazadas para que la nicotina no llegue al feto.
Por otro lado, la delegada del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, advirtió que se ha detectado un adelanto en la edad media de inicio en el consumo de alcohol a los 13 años, así como una imitación del modelo anglosajón consistente en ingerir grandes cantidades en poco tiempo, aunque el verdadero problema es la baja percepción de los jóvenes del peligro de sufrir lesiones cerebrales.
Moya subrayó que hay evidencias que apuntan a que el consumo de alcohol en menores afecta al sistema nervioso central y provoca daños cerebrales que se traducen en problemas de concentración, olvido, pérdida de memoria.

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