Alcantarillado sanitario: obsoleto, insuficiente y contaminante

Será una quimera imaginar el malecón de la Avenida Balboa convertido en una playa de arena blanca, con aguas cristalinas, y en ella a centenares de bañistas nacionales e internacionales gozando de un soleado día playero? Por ahora sí, si se toman en cuenta los altos niveles de contaminación que hoy presentan las aguas marinas de la bahía de Panamá.
Pero, a pesar del severo problema de contaminación, y la existencia de espesas capas de lama en el fondo, muy cerca de la costa, las autoridades nacionales, con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el gobierno de Japón, confían en que con el llamado Plan Maestro se logre sanear la bahía en los próximos años.
Lograr ese objetivo es un gran reto, no sólo debido a los altos porcentajes de contaminación de la bahía, sino también de ríos y quebradas de la ciudad de Panamá que allí desembocan, y que ante la falta de un alcantarillado sanitario moderno y eficiente, son portadores del desperdicio fecal de toda la ciudad.
Para que el millón de habitantes de la capital tenga una idea del problema y su posible solución, sólo debe saber que cuando hala la cadena de los sanitarios residenciales y comerciales, la materia fecal que corre por las tuberías llega 100% cruda a la bahía, a través de los ríos o de grandes tuberías que desembocan directamente en la costa. Lo mismo ocurre con las aguas residuales que provienen de lavamanos, baños y tinas de lavar.
Sobre el tema se refirió el jefe de Alcantarillados del Instituto de Acueductos y Alcantarillados Nacionales (IDAAN), José Carías, quien en conversación con El Panamá América planteó el problema existente y la cruda realidad que enfrenta la institución para cumplir con la responsabilidad de mantener en funcionamiento los tanques sépticos, tanques Imhoff y el sistema de alcantarillado, para evitar que se registren altos niveles de contaminación.
El buen funcionamiento del sistema de alcantarillado es responsabilidad del IDAAN, sin embargo, en el presupuesto vigente, la institución sólo cuenta con B/.400 mil para atender la limpieza de los tanques y el mantenimiento del sistema sanitario, cuando realmente se necesitan B/.5 millones para atender este aspecto.
El IDAAN debe atender el mantenimiento de las líneas (tuberías), los tanques sépticos, los tanques Imhoff y la limpieza de áreas verdes, de manera que se permita dar un verdadero servicio al usuario. Para ello sólo cuenta con cinco cuadrillas de cinco personas cada una.
En otras palabras, el sistema sanitario que da servicio a un millón de personas del área metropolitana, Arraiján, San Miguelito, Pacora, Buena Vista de Colón y las áreas revertidas, es atendido solamente por 25 funcionarios del IDAAN, cuando realmente se necesitan para este trabajo no menos de 200 trabajadores.
Carías explicó que el IDAAN sólo cuenta con un camión para mantenimiento de alcantarillados, que data de 1987, y que actualmente tiene un año de estar en el taller de reparaciones.
Un camión ideal para atender la limpieza del sistema de alcantarillado tiene un valor de B/.200 mil y dos hombres operándolo reemplazan una cuadrilla de 5 personas.
Carías señaló que para la limpieza de las tuberías y los tanques sépticos, el IDAAN contrata a empresas privadas. La escasez de personal y de recursos para atender los múltiples daños del sistema le plantea un problema de eficiencia a la institución, porque los escollos propios de este servicio no pueden solucionarse con rapidez debido a la falta de personal y vehículos para este menester. Sin embargo, el Ente Regulador de los Servicios Públicos fiscaliza la prestación del servicio.
El IDAAN tiene la responsabilidad de velar por el mantenimiento y la limpieza de los tanques sépticos e Imhoff que construyen las promotoras privadas para dar servicio a las barriadas que se construyen, especialmente en las afueras de la ciudad.
Una vez las empresas construyen las barriadas, traspasan el sistema de alcantarillado al IDAAN, con el consecuente gasto de mantenimiento para la institución. Hay dos tipos de tanques: Los sépticos, que se construyen bajo tierra, y los Imhoff, de tecnología alemana, que están al aire libre.
En el área de la ciudad de Panamá existen al menos 130 tanques, de los cuales 12 son Imhoff. Muchos de ellos no cumplen su función y deben ser limpiados cada seis meses, mientras que los sépticos se limpian cada dos años. Desde el año 2000 a la fecha se han limpiado, por medio de contrataciones, cerca de 20 tanques, en lo que se ha gastado cerca de B/.200 mil, que forman parte del porcentaje que se cobra en el recibo del agua para el sistema de alcantarillado sanitario.
Ante esta realidad el funcionario señaló que con una inversión de un millón de balboas, el IDAAN estaría en condiciones de atender rápida y eficientemente la limpieza del sistema y los tanques sépticos e Imhoff.
No obstante, el tanque Imhoff, por su característica de estar a nivel del suelo y destapado, tiene un inconveniente: Permite que la gente tire a dichos tanques objetos como estufas, neveras y otros materiales sólidos de gran tamaño, que impiden que se haga la limpieza en forma rápida.
Además, el tanque Imhoff no es conveniente para el clima panameño, porque al estar al aire libre, despide malos olores. Las empresas dedicadas a la limpieza de los tanques, que son plantas de tratamiento primario, deben depositar los desechos en un área especialmente acondicionada para este fin en Cerro Patacón.
Pero el IDAAN enfrenta otro reto: En Panamá no hay un sistema sanitario para el tratamiento de las aguas servidas que van directamente a los ríos y, posteriormente, a la Bahía de Panamá, sin pasar por ningún tipo de tratamiento, sino uno "colector", que recoge las aguas negras y las lleva a otro lado.
En consecuencia, entre Panamá Viejo y El Chorrillo, hay entre 20 y 25 tuberías de descarga cruda de desechos sin tratar, además de los que llegan a través del Río Matasnillo, que desembocan en la bahía de Panamá.
A esta situación se suma otra: El alcantarillado sanitario del Casco Antiguo, que fue uno los primeros del país, al igual que el de Colón, instalados a inicios de siglo con la construcción del Canal, es combinado, es decir, está construido para recibir las aguas negras y las aguas lluvias, pero no tiene la capacidad necesaria, porque su diámetro es muy pequeño.
En tanto, el sistema de las afueras sí está separado, o sea, sólo recibe aguas residuales, sin embargo, en algunas partes se ve recargado con las aguas pluviales debido a que este sistema, que es responsabilidad del Ministerio de Obras Públicas (MOP), no funciona en forma eficiente.
Frente a toda esta panorámica se ha diseñado el Plan Maestro que busca separar el sistema combinado del Casco Viejo, garantizar que las aguas que desembocan en la Bahía de Panamá lleguen totalmente tratadas y habilitar una playa para los panameños y visitantes en plena ciudad.