"Beer House" era el centro de la fachada perfecta
Publicado 2007/05/05 23:00:00
- Tomado de Internet
Una bien montada red camuflaba su ilícita actividad en sus desprevenidos clientes.
En julio de 2005, el bar "Beer House" estaba considerado como uno de los sitios más pegados de la ciudad de Panamá, ubicado a unos 500 metros del Edificio Avesa, en donde funcionan las fiscalías de drogas. Sus noches eran de total fiesta.
Los viernes, desde temprano, era frecuentado por abogados, periodistas, funcionarios judiciales y multiplicidad de bohemios que iniciaban allí su farra.
Pero mientras los parraquianos bebían cerveza, escuchaban música, recordaban anécdotas o se enamoraban, miembros activos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) planeaban estrategias para enviar miles de kilos de cocaína hacia Estados Unidos.
Cuatro años atrás, los miembros de las FARC culminaron una operación de inteligencia que les había tomado meses: ubicar un sitio estratégico desde donde desarrollar sus operaciones sin levantar sospechas.
El constante movimiento de clientes, era la excusa perfecta para camuflar reuniones de coordinación, adelantar planes y evadir a las autoridades.
La tarea asignada por Naybe Rojas Valderrama, mejor conocida como la "Comandante Sonia", era facilitar la logística para el movimiento de cargamentos que serían escondidos en contenedores que saldrían desde la Zona Libre de Colón.
A finales de este mes se conocerán más detalles de esta red. La audiencia que se realizará en este mes a 20 colaboradores de las FARC, dejará al descubierto la forma en la organización operaba en Panamá el negocio clandestino del tráfico de drogas.
Informes de inteligencia de los estamentos de seguridad del Estado revelan que las FARC y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) mantienen aún presencia en Panamá, pero que en la mayoría de los casos pasan desapercibidas.
La mayoría de sus actividades están directamente vinculadas con el tráfico de drogas, legitimación de capitales y logística para sus operaciones.
Una de sus operaciones más importantes quedó al descubierto cuando la policía descubrió que "Beer House" era un centro de operaciones para el embarque de drogas.
Nayibe Rojas Valderrama, la principal detenida, fue extraditada a Estados Unidos, para enfrentar cargos por conspiración para la introducción de cocaína.
Según las pesquisas realizadas por la Agencia Norteamericana Antidrogas (DEA), el Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia y la Fiscalía de Drogas, esta célula operó en Panamá durante varios años sin despertar sospecha.
Fuentes de la Fiscalía de Drogas informaron que a mediados de 2003, el colombiano José Celis, conocido como "El Calvo", por encargo de la Comandante Sonia, se reunió en Vía España con un banquero panameño para que los ayudara a depositar, en bancos locales, B/.40 millones provenientes del tráfico de droga y pertenecientes a las FARC.
Al recibir la alerta, de inmediato se montó un operativo de seguimiento en el que se fotografiaron y filmaron las reuniones. Además, se pudo comprobar que otros importantes miembros de esta organización estaban residiendo en el país.
Por los sistemas de seguridad y requisitos del centro bancario panameño, los miembros del Bloque Sur de las FARC, destinados al tráfico de drogas, prefirieron no hacer los depósitos millonarios en Panamá, pero continuaron en el país trasegando importantes cargamentos de estupefacientes.
Además de Celis y la Comandante Sonia, también residían en Panamá Diego Giraldo Santa Fe, otro de los intermediarios de las FARC con los cárteles internacionales de la droga.
Fuentes de la Policía Nacional indicaron que este grupo tenía rentado cuatro apartamentos de lujo en un hotel localizado en el exclusivo barrio de El Cangrejo, en la ciudad capital.
Los apartamentos estaban a nombre del testaferro panameño Plinio Marín; además, el grupo era propietario de autos de lujo y embarcaciones.
El 17 de agosto de 2003 se registró la última entrada al país de la Comandante Sonia. Junto con los estamentos antidrogas colombianos se coordinó la captura de toda la red de manera simultánea.
La detención de Sonia ocurrió el 9 de febrero de 2004, en Cartagena, por la Brigada contra el Narcotráfico, que también detuvo a su hermano Leonel y a 15 colaboradores.
El 23 de febrero, Estados Unidos pidió su extradición, junto a su lugarteniente Diego Giraldo Santa Fe.
Los colombianos Carlos Londoño Ulloa y Carlos Rojas, así como el panameño Plinio Marín, enlaces de esta organización en Panamá, fueron detenidos por los agentes antidrogas panameños.
Las pesquisas indican que a la red se le decomisaron varios embarques de cocaína: uno de 1, 503 kilos de cocaína en una residencia en Las Cumbres, en la denominada Operación Lagos, otro de 770 kilos en el interior de un contenedor en la Zona Libre de Colón y una tonelada oculta en un embarque de electrodomésticos.
La logística usada por esta célula era impresionante, ya que mantenían como fachada a la empresa The International Force Millenium en la Zona Libre, una oficina en el edificio Century Tower, una residencia en Cerro Viento, un apartamento en el condominio Cruz del Sur y aviones para enviar droga a Ontario, Canadá.
La red también mantenía una célula en Guatemala y relaciones con la organización liderada por William Rayo y Diego Tabares.
Los viernes, desde temprano, era frecuentado por abogados, periodistas, funcionarios judiciales y multiplicidad de bohemios que iniciaban allí su farra.
Pero mientras los parraquianos bebían cerveza, escuchaban música, recordaban anécdotas o se enamoraban, miembros activos de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) planeaban estrategias para enviar miles de kilos de cocaína hacia Estados Unidos.
Cuatro años atrás, los miembros de las FARC culminaron una operación de inteligencia que les había tomado meses: ubicar un sitio estratégico desde donde desarrollar sus operaciones sin levantar sospechas.
El constante movimiento de clientes, era la excusa perfecta para camuflar reuniones de coordinación, adelantar planes y evadir a las autoridades.
La tarea asignada por Naybe Rojas Valderrama, mejor conocida como la "Comandante Sonia", era facilitar la logística para el movimiento de cargamentos que serían escondidos en contenedores que saldrían desde la Zona Libre de Colón.
A finales de este mes se conocerán más detalles de esta red. La audiencia que se realizará en este mes a 20 colaboradores de las FARC, dejará al descubierto la forma en la organización operaba en Panamá el negocio clandestino del tráfico de drogas.
Informes de inteligencia de los estamentos de seguridad del Estado revelan que las FARC y las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) mantienen aún presencia en Panamá, pero que en la mayoría de los casos pasan desapercibidas.
La mayoría de sus actividades están directamente vinculadas con el tráfico de drogas, legitimación de capitales y logística para sus operaciones.
Una de sus operaciones más importantes quedó al descubierto cuando la policía descubrió que "Beer House" era un centro de operaciones para el embarque de drogas.
Nayibe Rojas Valderrama, la principal detenida, fue extraditada a Estados Unidos, para enfrentar cargos por conspiración para la introducción de cocaína.
Según las pesquisas realizadas por la Agencia Norteamericana Antidrogas (DEA), el Departamento Administrativo de Seguridad de Colombia y la Fiscalía de Drogas, esta célula operó en Panamá durante varios años sin despertar sospecha.
Fuentes de la Fiscalía de Drogas informaron que a mediados de 2003, el colombiano José Celis, conocido como "El Calvo", por encargo de la Comandante Sonia, se reunió en Vía España con un banquero panameño para que los ayudara a depositar, en bancos locales, B/.40 millones provenientes del tráfico de droga y pertenecientes a las FARC.
Al recibir la alerta, de inmediato se montó un operativo de seguimiento en el que se fotografiaron y filmaron las reuniones. Además, se pudo comprobar que otros importantes miembros de esta organización estaban residiendo en el país.
Por los sistemas de seguridad y requisitos del centro bancario panameño, los miembros del Bloque Sur de las FARC, destinados al tráfico de drogas, prefirieron no hacer los depósitos millonarios en Panamá, pero continuaron en el país trasegando importantes cargamentos de estupefacientes.
Además de Celis y la Comandante Sonia, también residían en Panamá Diego Giraldo Santa Fe, otro de los intermediarios de las FARC con los cárteles internacionales de la droga.
Apartamentos, autos de lujo, embarcaciones y empresas fachada, eran centros de operaciones.
La mayoría de las actividades de FARC y de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) en Panamá están directamente vinculadas con el tráfico de drogas, legitimación de capitales y logística para sus operaciones.
En este mes, se celebrará en Panamá una audiencia contra 20 colaboradores de las FARC.
Fuentes de la Policía Nacional indicaron que este grupo tenía rentado cuatro apartamentos de lujo en un hotel localizado en el exclusivo barrio de El Cangrejo, en la ciudad capital.
Los apartamentos estaban a nombre del testaferro panameño Plinio Marín; además, el grupo era propietario de autos de lujo y embarcaciones.
El 17 de agosto de 2003 se registró la última entrada al país de la Comandante Sonia. Junto con los estamentos antidrogas colombianos se coordinó la captura de toda la red de manera simultánea.
La detención de Sonia ocurrió el 9 de febrero de 2004, en Cartagena, por la Brigada contra el Narcotráfico, que también detuvo a su hermano Leonel y a 15 colaboradores.
El 23 de febrero, Estados Unidos pidió su extradición, junto a su lugarteniente Diego Giraldo Santa Fe.
Los colombianos Carlos Londoño Ulloa y Carlos Rojas, así como el panameño Plinio Marín, enlaces de esta organización en Panamá, fueron detenidos por los agentes antidrogas panameños.
Las pesquisas indican que a la red se le decomisaron varios embarques de cocaína: uno de 1, 503 kilos de cocaína en una residencia en Las Cumbres, en la denominada Operación Lagos, otro de 770 kilos en el interior de un contenedor en la Zona Libre de Colón y una tonelada oculta en un embarque de electrodomésticos.
La logística usada por esta célula era impresionante, ya que mantenían como fachada a la empresa The International Force Millenium en la Zona Libre, una oficina en el edificio Century Tower, una residencia en Cerro Viento, un apartamento en el condominio Cruz del Sur y aviones para enviar droga a Ontario, Canadá.
La red también mantenía una célula en Guatemala y relaciones con la organización liderada por William Rayo y Diego Tabares.
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