Tras soluciones habitacionales otorgadas
Cifra de caserones condenados baja considerablemente
De casi mil caserones condenados de la capital que había en 2009, esta administración las ha reducido a 180.
Claves
- Alternativas
- 14 días de albergue en hoteles y residenciales es lo que ofrece el Gobierno a los damnificados de incendios y desastres naturales.
- Beneficiados
- 2,200 familias se han beneficiado en todo el país con el programa Piso y Techo. Mientras que 1,172 tienen hogar gracias al Parvis y préstamos de hogar.
- Modo de vida
- Entre el 15 y 20% de los damnificados de El Chorrillo no tienen cómo pagar una vivienda. El resto sí, y un mínimo sobrevive de la delincuencia.
- Abarcador
- No solo las familias de casas condenadas o aquellas que resulten afectadas por desastres reciben apoyo, también se les ofrece a los precaristas.
De 2009 a la fecha, los inmuebles declarados condenados han ido desapareciendo rápidamente, aseguran autoridades del Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (Miviot).
Según informó a Panamá América Uarren Beitía, gerente de Desarrollo Social del Miviot, los programas de ayuda social para soluciones de vivienda han mejorado la condición de vida de muchas familias panameñas y se ha reducido el número de casas condenadas en la capital.
Las cifras existentes dan cuenta de que hasta 2009, había en la ciudad y su periferia 900 inmuebles declarados inhabitables. De esa fecha hasta hoy, la cifra disminuyó considerablemente a 180; 43 de ellas a punto de desplomarse en el álgido corregimiento de El Chorrillo.
Otro corregimiento con notable presencia de este tipo de estructuras era Calidonia, que en 2009 contaba con 115 viviendas a punto de caerse. Hoy, dice Beitía, solo existen 5. Betania, un área de la capital de clase media, había 22 viejos caserones, hoy solo hay 4 en pie. Mientras que Bella Vista, en 2009 tenía 4 caserones y en la actualidad no hay ninguno.
Se niegan a irse
En tanto, una semana después de que un incendio devoró 2 casas condenadas en El Chorrillo, ninguno de los 117 adultos responsables que allí vivían acepta las tres propuestas sociales que les está ofreciendo el Gobierno Nacional. El resto de damnificados de esos vetustos caserones lo conforman 32 adolescentes, 59 niños y 22 lactantes.
La primera opción para ayudar a estas personas es la entrega de un bono de 5 mil dólares para adquirir una vivienda de no más de 35 mil. La segunda es recibir ayuda en materiales para construir una estructura de 36 M2 si poseen un terreno propio; y la tercera, ayuda de $150.00 para alquiler de una residencia por seis meses.
Beitía señaló que estas personas se niegan a recibir la ayuda porque están acostumbradas a no pagar servicios públicos, a pesar de que la gran mayoría tiene trabajo estable. Aunque, aclaró, también las hay (pocas) quienes no tienen ningún tipo de ingresos o que si los tienen, los obtienen de manera informal o dudosa.
Según Arturo Alvarado, del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc), muchos de estos ciudadanos pueden pagar sus casas, ya que incluso con el bono de 5 mil se paga una letra mensual de 100 dólares.
Algunos de los damnificados del siniestro del pasado martes permanecerán por una semana más en los residenciales que les está pagando el Estado por 15 días.
De todas esas personas, ninguna ha aceptado las propuestas de ayuda gubernamental.
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