De salvadores a víctimas

SEIS VIEJAS casas de madera condenadas no resistieron al incendio que se propagó en las calles 15 y 16 oeste y Próspero Pinel, en El Chorrillo, a las 9.50 a.m., de ayer.
El siniestro, que dejó 48 familias damnificadas, 12 bomberos heridos y más de cinco afectados, tuvo su origen en el tercer cuarto del inmueble 8A-12.
Veinticuatro horas después de apagar el incendio en el Barrio Chino y de ayudar a salvar vidas, la alarma se activó. Rápidamente los camisas rojas del Cuartel de Plaza Amador, Juan Antonio Guizado localizado a una cuadra del siniestro, acudieron a combatir las llamas hasta recibir la ayuda de otras compañías voluntarias y cuarteles cercanos.
Entre ellos se encontraban los bomberos Ricardo Bodega, Rafael Sucari, Fabio Salvatierra y Luis Francis quienes acostumbrados a sofocar este tipo de siniestros en otras ocasiones, no esperaban que las estructuras quemadas, que trataban de apagar, colapsaran cayendo encima de ellos. Sin poder escapar, quedaron atrapados entre madera, clavos y zinc.
Francis contó que la madera caliente le cayó encima, pero gracias a su capote y al casco que portaba no sufrió quemaduras, sino una cortada.
"Vi a un compañero que estaba tirado en el piso, lo levanté para sacarlo de la madera", narró el bombero.
Sin embargo, a Bodega las vigas de madera le cayeron encima de su cuello, quedando atrapado entre la calle y un viejo caserón.
Jorge Loaiza otro bombero, trataba de ayudar a un familiar y le cayó una viga en su cabeza.
El mayor Fabio Salvatierra, médico de la clínica del cuartel de Plaza Amador, también se encontraba sofocando las llamas en la parte frontal del inmueble para evitar que se pasara el fuego a la casa de enfrente.
Parte de los escombros de madera y zinc le cayeron al galeno en su cuerpo, sufriendo golpes superficiales, contó.
Ricardo Bodega, por su parte, mantiene una fractura en la segunda vértebra y continúa recluido en el Hospital Santo Tomás, mientras que a Loaiza, a quien le cayó la viga en la cabeza y cuerpo se encontraba bajo observación médica en el hospital Santa Fe.
También resultaron afectados los bomberos Julio Romero con quemaduras de segundo grado en el brazo izquierdo, Enrique Herrera por inhalación de humo, Andrew Patterson con golpes en la columna y brazo.
Edwin Díaz, Rigoberto Sánchez, Sodoc Solano, Carlos Torres también sufrieron lesiones.
Un dato irónico es que camisas rojas resultaron damnificados.
El teniente Juan De Arco, de la Oficina de Seguridad del Cuerpo de Bomberos, informó que el origen del incendio inició en el tercer cuarto de la casa 8A-12, localizado hacia la mano derecha en la planta baja, según datos preliminares.
Miembros de la Oficina de Seguridad continúan las investigaciones preliminares en el área del siniestro para ubicar las causas del fuego, dijo De Arco.
Un censo preliminar del Ministerio de Vivienda indica que en la Casa 8A-04 habitaban 10 familias, en la 8A-10, siete; en la 8A-12, ocho familias; en la casa 8A-16 residían 12 familias, en el inmueble 15-05 otras 10 y en el 15-15 habitaba un solo cuadro familiar.
De estos damnificados 40 son niños entre las edades de 3 a 10 años; 15 son lactantes, 79 adultos y cuatro adultos mayores.
Muchos de los afectados se encontraban en las viejas calles de Barraza custodiando algunos enseres que lograron salvar. Entre estos, lavadoras, muebles, estufas y equipos de sonido.

• El Cuerpo de Bomberos utilizó 195 unidades, tres carros tanqueros, 8 de extinción y siete ambulancias.

• Funcionarios de SINAPROC, Policía Nacional, Alcaldía de Panamá, Ministerio de Vivienda y Cruz Roja estuvieron presentes durante el siniestro.